Portátiles de 18 pulgadas: ¿merecen la pena? Guía completa

Última actualización: 10 de octubre de 2025
Autor: Isaac
  • Un 18 pulgadas es un «desktop replacement»: gran pantalla, máxima potencia y menos portabilidad.
  • Razer Blade 18 (4K/200 Hz) y ASUS ROG SCAR 18 (MiniLED 240 Hz) marcan el nivel en panel y rendimiento.
  • Autonomía y peso son su talón de Aquiles; conectados a corriente es donde brillan de verdad.
  • Si sustituye a tu torre y priorizas pantalla y FPS, merece la pena; si no, valora 15–16 pulgadas.

Portátiles de 18 pulgadas

Los portátiles de 18 pulgadas están viviendo un regreso por todo lo alto: pantallas enormes, hardware de sobremesa y un enfoque claro a sustituir la torre sin renunciar a cierta movilidad. La pregunta es lógica: ¿merecen la pena para ti? En esta guía analizamos su valor real con datos de pruebas, precios, prestaciones y escenarios de uso, para que elijas con cabeza.

La conversación no es teórica. En el mercado conviven máquinas como el Razer Blade 18 y el ASUS ROG Strix SCAR 18 (2025) G835, además de opciones más contenidas en precio como el ROG Strix G18. Sumamos la visión práctica de quienes quieren jugar en el sofá y viajar por trabajo, y contrastamos con guías de tamaños de pantalla, rendimiento y relación calidad-precio para perfilar el perfil de usuario ideal.

¿Qué ofrece hoy un portátil de 18 pulgadas?

Un 18 pulgadas moderno es, ante todo, un «desktop replacement»: pantalla grande, chasis voluminoso y potencia sin ataduras. Son equipos grandes y pesados (en torno a 3-3,5 kg) y, aunque mejoran año a año, su autonomía no es su fuerte; a cambio, ponen sobre la mesa CPUs y GPUs en su máximo TDP, paneles rápidos y conectividad de alto nivel.

Razer apuesta por un chasis de aluminio sobrio en el Blade 18 que, pese al tamaño, marca 3,10 kg y un grosor que roza los 22 mm en su parte más gruesa. ASUS, por su parte, en el ROG Strix SCAR 18 (2025) G835, no esconde su vocación gaming: casi 3,5 kg, 3,2 cm de grosor, y un cargador «ladrillo» de 380 W que deja claro a qué juega.

Quien esté pensando en jugar fuera del escritorio agradece mucho el panel grande y la pegada gráfica. Sentarte en el sofá con 18 pulgadas y 240/300 Hz cambia la experiencia, sobre todo si vienes de 15,6 pulgadas. Si además viajas por trabajo y no te asusta el peso, puedes llevar tu «torre» contigo en la mochila adecuada.

Eso sí, conviene recordar que estos equipos viven mejor cerca de un enchufe. Aunque su batería permite trabajar unas horas, el rendimiento pleno llega conectados a la corriente, especialmente con GPUs de 175 W y pantallas brillantes de alta frecuencia.

Portátiles 18 pulgadas gaming

Pantallas: tamaño, frecuencia, brillo y color

La gran baza de estos portátiles es, como no podía ser de otro modo, la pantalla. En el Blade 18, Razer propone dos caminos: un panel 4K a 200 Hz con calibración individual (certificación Calman) y cobertura del 100% DCI-P3, o bien una versión MiniLED QHD+ que sube la fluidez hasta 300 Hz. La diagonal de 18 pulgadas se nota al instante: trabajar con varias ventanas, editar contenido o jugar con más «aire» visual es una delicia.

ASUS se lanza con MiniLED en el ROG Strix SCAR 18 (2025) G835: 2.560 x 1.600 (16:10), 240 Hz, G-SYNC y picos HDR de hasta 1.200 nits. La cobertura del color es total en DCI-P3 y los negros, gracias a las zonas de atenuación, se perciben profundos, con un contraste que se acerca al «infinito» en escenas con retroiluminación local apagada por zonas.

Más allá de la cifra, la experiencia manda. El HDR en el SCAR 18 destaca en exteriores y en juegos con altas luces, mientras que el 4K del Blade 18 enamora por nitidez si primamos detalle por encima de FPS. Que existan perfiles de imagen y validación de color abre también la puerta a flujos de trabajo creativos serios.

En juegos competitivos, los 240/300 Hz, tiempos de respuesta ajustados y G-SYNC son diferenciales. La suavidad al mover cámara y la ausencia de tearing elevan la sensación de control en shooters o títulos rápidos, y son un argumento potente para quien compite o valora la máxima fluidez.

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Diseño y conectividad: sobriedad vs. espectáculo RGB

El Razer Blade 18 sigue el estilo minimalista de la marca: aluminio, líneas limpias, grosor contenido para su tamaño y una solidez que se agradece. La distribución de puertos es generosa para los tiempos que corren: 3 USB-A, 2 USB-C, HDMI, Ethernet, jack de 3,5 mm y lector SD; además, presume de Thunderbolt 5 para mover datos a ritmos de infarto y conectar varias pantallas 8K, incluso monitores gaming de 32 pulgadas en configuraciones de escritorio.

El teclado del Blade 18 es retroiluminado y, detalle importante para España, incluye tecla ‘ñ’. Los altavoces flanquean el teclado ofreciendo un sonido contundente y el touchpad es de gran tamaño, útil para quien trabaja sin ratón. La webcam añade un obturador físico para la privacidad, un extra que muchos echan de menos.

ASUS, en cambio, abraza la estética gaming en el SCAR 18 con personalidad propia: logo ROG iluminado, franja LED ARGB que rodea el chasis y el llamativo panel AniMe Matrix/ AniMe Vision para mensajes y animaciones. Si te gusta la discreción, todo se puede apagar, pero si prefieres «enseñar músculo», este equipo no pasa inadvertido.

En puertos, el SCAR 18 reparte la artillería sobre todo en el lateral izquierdo: dos Thunderbolt 5 (USB-C), un USB-A 10 Gbps, HDMI 2.1, RJ-45 2,5G, jack combo y el conector propio de 380 W. A la derecha, dos USB-A 10 Gbps; se echa de menos un USB-C en ese lado. La conectividad inalámbrica sube al nivel de un sobremesa moderno con Wi-Fi 7 y Bluetooth 5.4.

Potencia bruta: CPUs HX, GPUs a 175 W y almacenamiento de vértigo

Si hay un territorio donde estos 18 pulgadas no negocian, es el rendimiento. El Blade 18 que hemos puesto a prueba monta Intel Core i9-1400HX, 32 GB de RAM y 2 TB de SSD con opción de ampliación en memoria y almacenamiento. En juegos exigentes, permite subir ajustes a ultra y disfrutar de su 4K/200 Hz con soltura, apoyado por perfiles de energía y control de ventiladores para estrujar o contener ruido.

El SCAR 18 (2025) G835 va más allá con Intel Core Ultra 9 275HX (hasta 160 W con picos medidos de 173 W), NVIDIA GeForce RTX 5090 Laptop a 175 W, 64 GB DDR5-5600 y almacenamiento de 4 TB en RAID 0 que supera los 12 GB/s. Es, en pocas palabras, uno de los portátiles más potentes a día de hoy, capaz de codearse con sobremesas de gama alta.

Los benchmarks lo avalan: en multihilo, el 275HX solo cede ante el 285HX en ciertas cargas, y en monohilo mantiene el tipo en la élite. En GPU, la RTX 5090 Laptop reina en portátiles cuando dispone de su TGP completo, aunque la mejora frente a la RTX 4090 de 175 W es menor de lo esperado. La novedad de peso llega por software: DLSS 4 con Multi Frame Generation, que multiplica FPS inventando fotogramas mediante IA.

En pruebas reales se aprecia el salto: títulos como Black Myth: Wukong, F1 24 o Cyberpunk 2077 muestran acelerones de rendimiento espectaculares con DLSS 4, sobre todo en modos que combinan reescalado agresivo y multigeneración x4. La contrapartida es conocida: dependes del soporte de cada juego y, en la balanza, siempre se agradece un plus de potencia bruta.

Resultados en juegos, IA y almacenamiento (con números sobre la mesa)

En 4K, el SCAR 18 con RTX 5090 Laptop demuestra músculo donde importa. Wukong, F1 24 y Cyberpunk 2077 suben a tasas jugables con DLSS/FSR y Frame Generation, y se acercan a experiencias de sobremesa. Las pruebas a 1080p confirman que a menor resolución la CPU despega y la pantalla de alta frecuencia luce todo su potencial.

En latencia, un tema clave con MFG, hay datos concretos: en Cyberpunk 2077 con trazado de rayos al máximo, la latencia pasa de 151 ms en nativo a 55 ms con DLSS 4 en calidad y MFG x4, un registro francamente bueno. Con trazado de trayectorias, la IA vuelve a salvar los muebles al reducir latencias desde niveles injugables a márgenes aceptables.

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La parte de IA general también sonríe al SCAR 18 gracias a la NPU del Ultra 9 y a la aceleración de la RTX 50: tareas locales de generación de imágenes, upscaling de vídeo o ejecución de modelos ONNX se mueven con soltura, rematadas por un SSD doble en RAID 0 con más de 12 GB/s que hace de cuello de botella… ninguno.

Si buscamos una entrada «más asequible» al formato 18 pulgadas, el ROG Strix G18 con GeForce RTX 5070 Laptop y 32 GB de RAM es un equilibrio interesante: en 1600p, Red Dead Redemption 2 ronda 51 FPS en ultra; Resident Evil 4 Remake sube a 78 FPS nativos sin RT; A Plague Tale Requiem se mueve en 46 FPS en raster y 30 FPS con RT (95/71 con DLSS 3 FG); Alan Wake 2 parte de ~33 FPS y despega con DLSS 4 x4; y Cyberpunk 2077 alcanza 60 FPS nativos y 184 FPS con DLSS 4 + MFG x4. DOOM The Dark Ages escala de 28 a 97 FPS con DLSS 4 en calidad y MFG x4. El límite principal aquí es la VRAM de 8 GB, que penaliza RT alto y ciertos presets exigentes.

Temperaturas, ruido y autonomía

Con tanta energía en juego, la refrigeración marca diferencias. El SCAR 18 utiliza cámara de vapor, metal líquido y triple ventilador, con un diseño que canaliza aire por la zona del teclado (CoolZone). El resultado: exteriores cómodos y temperaturas internas contenidas para su segmento; CPU en torno a 91 ºC en picos fuertes y GPU muy fresca con máximas de 73 ºC.

En ruido, ningún portátil gaming de alto rendimiento es un susurro, pero el perfil de los tres ventiladores ayuda a contener las RPM en cargas medias. En el otro extremo, podrás activar modos «turbo» cuando el objetivo sea exprimir cada frame a costa de más decibelios.

La autonomía es la cara menos glamurosa de estos formatos. En el SCAR 18, con batería de 90 Wh, un test mixto de ofimática y multimedia arrojó 3 h y 37 min, con posibilidades de llegar ~5 h con brillo más bajo y perfiles agresivos de ahorro. Otras mediciones más centradas en multimedia suave hablan de entre 5 y 7 horas en uso moderado. En juegos, prepárate para sesiones de en torno a una hora y media si no conectas el cargador.

El Razer Blade 18, por su parte, compensa con perfiles y buen control de ventiladores, y puede convertirse en la base de una estación de trabajo con docks USB4 de 14 puertos (Razer USB 4 Dock), dejando el portátil con un único cable USB-C a todo.

Precios y posición en el mercado

El formato 18 pulgadas no es barato. El Razer Blade 18 parte de 3.099,99 euros en su base, con una experiencia de gama alta bien rematada en diseño, pantalla y posibilidades de ampliación. Si quieres el conjunto más bruto de ASUS, el ROG Strix SCAR 18 (2025) G835 ronda los 4.750–4.999 euros según tienda y configuración, y entrega lo máximo del silicio móvil actual, con el plus de DLSS 4/MFG. También hay alternativas de marcas especializadas como Eurocom en portátiles para quien busque configuraciones a medida.

Por debajo, el ROG Strix G18 arranca desde 2.539 euros en configuraciones con RTX 5070 Laptop, 32 GB de RAM y 1 TB SSD, y conserva estética, refrigeración avanzada (cámara de vapor, metal líquido) y muchas claves de la familia SCAR. Es una «entrada a la gama alta» idónea para quienes buscan gran pantalla y músculo sin rozar los 5.000 euros.

Factor a considerar: el bloatware de antivirus promocionales que traen muchos equipos (de 600 o de 5.000 euros) y que conviene desinstalar para limpiar notificaciones y liberar recursos. No afecta al rendimiento bruto, pero sí a la experiencia del primer arranque.

¿Para quién es un 18 pulgadas? Guía por tamaños y usos

Un repaso rápido por diagonales ayuda a poner contexto. En la base, 10–12 pulgadas sirve de «mini portátil» para correo, apuntes o redes, a caballo entre tablet y portátil, e ideal para niños en edad escolar por tamaño y peso; si te interesa ese formato, consulta nuestros mejores portátiles de 12 pulgadas.

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Los 14 pulgadas son el «dulce» de la movilidad: ligeros, perfectos para viajar y con autonomía generosa. El salto a 15–16 pulgadas da un formato medio para escritorio con mejor GPU/CPU, pantallas FHD/QHD, y siguen siendo transportables sin drama; revisa los mejores portátiles de 15 pulgadas si buscas esa medida.

En la cúspide, 17–18 pulgadas se recomiendan si vas a usar el equipo en un lugar fijo, priorizas pantalla grande y precisión visual, o trabajas en edición, 3D o gaming avanzado. Pesan más, ocupan más y son bastante más caros, pero el confort visual y el rendimiento son otra liga; compara con nuestra guía de mejores portátiles de 17 pulgadas.

Opinión práctica que encaja con lo anterior: mejor no bajar de 14 pulgadas salvo casos muy concretos, y si no necesitas «sí o sí» gran diagonal, una talla intermedia suele ser el equilibrio en peso, precio y versatilidad. Para medir una pantalla, recuerda: la diagonal se toma de esquina a esquina, y conviene considerar biseles si buscas funda.

Resolución, densidad de píxeles y salud visual

La calidad de imagen depende de tamaño y resolución. En diagonales pequeñas, 720p puede valer para usos básicos, pero desde ahí en adelante lo mínimo recomendable es 1080p (FHD). En 18 pulgadas, resoluciones 1600p (16:10) o 4K brillan por densidad y espacio útil.

La densidad de píxeles por pulgada (ppp) determina nitidez. Cuantos más píxeles en menos espacio, mejor definición. Para edición de foto/vídeo, 2K/4K, cobertura DCI-P3 y validación de color marcan diferencias, y si trabajas muchas horas, un panel con certificado TUV de los monitores suma.

Consejos de compra: componentes y relación calidad-precio

Uso básico con Windows, ofimática y navegación: no bajes de 8 GB de RAM, SSD sí o sí (256–512 GB según tus archivos) y mejor Intel Core 11ª/12ª gen o AMD Ryzen 5ª/6ª gen por eficiencia. En pantalla, FHD es el estándar recomendable salvo usos muy esporádicos.

Movilidad y trabajo en serio: prioriza ligereza y batería (8–12 h reales, carga rápida), asumiendo que los ultrabook reducen puertos. En una talla grande, valora Thunderbolt/USB4 para anclar docks y montar una «oficina con un cable».

Gaming: el presupuesto manda, pero no cedas en GPU ni en almacenamiento. 16 GB de RAM como base, SSD de 512 GB mínimo, y atención al TGP de la gráfica: una misma RTX 4060 puede ir de 115 W a 145 W, con impacto claro en FPS, ruido y temperaturas. Si apuntas alto, RTX 4070/4080/4090/5090 laptop con soporte de DLSS 3/4 y Frame Generation marcan época.

Edición de foto/vídeo: la CPU importa mucho; núcleos e hilos cuentan, y 32 GB de RAM es el «punto dulce» para 4K. Panel IPS/MiniLED/OLED con cobertura DCI-P3, y puertos suficientes para monitores externos y almacenamiento. Combinar SSD NVMe con más capacidad secundaria te dará lo mejor de ambos mundos.

Lo bueno, lo menos bueno y lo que debes tener claro

Lo mejor del 18 pulgadas es evidente: pantalla enorme y cómoda, potencia sin recortes y experiencia cercana a un sobremesa. Para jugar en el sofá, editar con precisión o abrir mil ventanas, cambia el día a día.

Lo menos bueno también: tamaño, peso, cargadores voluminosos y autonomías discretas. Si viajas mucho y no necesitas ese extra de pantalla y músculo, una talla intermedia es más sensata y barata.

Si eres el público objetivo, el valor está ahí. El Blade 18 ofrece un acabado premium y una pantalla 4K/200 Hz impecable en uso mixto. El SCAR 18 (2025) G835 es el «no hay más» del rendimiento móvil actual con TB5, Wi‑Fi 7 y MiniLED brillante. Y el Strix G18 es la puerta de entrada sensata al formato, con buena relación precio/prestaciones.

La decisión pasa por tu escenario real: si sustituye a tu torre y te lo vas a llevar por casa, estudio o trabajo, pagar el plus de tamaño y potencia tiene sentido. Si no, una talla menor te va a cundir más por cada euro invertido.

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