- AMD sitúa a sus Ryzen 9800X3D, 9950X3D y 9955HX3D en el ‘club’ de los 1.000 FPS en eSports a 1080p.
- Con RTX 5080 y 5090D se superan los 1.000 FPS en hasta seis juegos; con RX 9070 XT, solo en Valorant y LoL.
- Configuración clave: DDR5 6000 MT/s CL30, Windows 11 24H2 y VBS/SAM desactivados.
- No hay monitores de 1.000 Hz; el beneficio real está en la latencia y no en la fluidez percibida.
La conversación sobre los fotogramas por segundo vuelve a la carga: AMD asegura que varios Ryzen X3D pueden alcanzar los 1.000 FPS en títulos competitivos con la configuración adecuada. La cifra, llamativa donde las haya, llega en un momento en el que el mercado de monitores aún no ofrece paneles de 1.000 Hz, y pone el foco en la latencia más que en la fluidez visible.
La compañía enmarcó el anuncio en presentaciones celebradas en China, hablando de un ‘club de los 1.000 FPS’ y apuntando directamente a eSports como escenario natural. El mensaje es claro: la 3D V-Cache sigue marcando diferencias en CPU. Eso sí, el propio material promocional reconoce que esa marca se logra de forma consistente con GPUs NVIDIA de última hornada, mientras que con la GPU tope de gama de AMD la cifra solo se alcanza en un par de juegos.
Qué ha anunciado AMD exactamente
Según las diapositivas compartidas por su equipo regional, AMD incluye en ese ‘club’ a tres procesadores: Ryzen 7 9800X3D, Ryzen 9 9950X3D y el Ryzen 9 9955HX3D (este último, para portátiles). La compañía atribuye el salto de rendimiento a su diseño con caché apilada, capaz de sostener tasas extremas en escenarios CPU-bound.
En las demos internas se citan hasta seis juegos por encima de los 1.000 FPS a 1080p: Counter-Strike 2, Valorant, League of Legends, PUBG, Naraka: Bladepoint y Marvel Rivals. No obstante, AMD no compartió mediciones detalladas del modelo móvil, y algunas capturas del material muestran pequeñas inconsistencias de rotulado, algo habitual en presentaciones regionales.
Este hito contrasta con experimentos previos donde se recurrió a refrigeración extrema. Un ejemplo conocido es el de Der8auer, que logró cifras similares en CS2 con un Core i9-14900K bajo nitrógeno líquido y una RTX 4090; aquí, AMD habla de equipos ‘normales’ sin ese tipo de técnicas.
Más allá del reclamo, AMD parece dirigirse a jugadores competitivos y equipos profesionales, donde cada milisegundo cuenta. La latencia del sistema cae cuando aumenta el framerate, incluso si la pantalla no puede representar todos esos cuadros.
Hardware y ajustes utilizados en las pruebas
Para reproducir esos resultados, AMD combinó sus X3D con tarjetas de gama alta y memoria rápida. DDR5 a 6000 MT/s con CL30 fue el punto de partida, una configuración muy popular en plataformas actuales por su equilibrio entre latencia y ancho de banda.
El sistema operativo fue Windows 11 (versión 24H2), con varias funciones desactivadas para minimizar sobrecargas: Virtualization-Based Security (VBS) y Smart Access Memory (SAM/Resizable BAR). Son ajustes que pueden ayudar a rascar frames en escenarios muy sensibles, aunque no siempre marcan diferencias grandes.
La resolución objetivo fue Full HD (1.920 x 1.080), totalmente lógica para eSports al priorizar la tasa de refresco. En cuanto a pantallas, las demos hablan de 540 Hz, y hoy por hoy hay prototipos y modelos que llegan a 720 Hz; el salto a 1.000 Hz aún no es una realidad comercial.
Interesa señalar que, en parte del material mostrado, la métrica destacada sería el pico de FPS y no necesariamente la media sostenida. Es un matiz importante a la hora de interpretar el rendimiento en partidas reales con mucha carga visual.
Juegos implicados y comportamiento por títulos
Los títulos incluidos son todos populares en el ámbito competitivo. En las láminas de AMD aparecen: Counter-Strike 2, League of Legends, Valorant, PUBG, Naraka: Bladepoint y Marvel Rivals. Son juegos que, por su naturaleza, pueden escalar mucho con CPU y alcanzar cifras astronómicas con los presets adecuados.
AMD recalca que, con RTX de nueva generación, los seis juegos superan los 1.000 FPS según el emparejamiento CPU/GPU concreto. Con su GPU tope de gama, la Radeon RX 9070 XT, la barrera de los 1.000 FPS se habría logrado únicamente en Valorant y League of Legends, dos títulos particularmente ligeros para la GPU en 1080p.
- CS2, PUBG, Naraka y Marvel Rivals: barrera de 1.000 FPS alcanzada con RTX 5080/5090D junto a 9800X3D o 9950X3D.
- Valorant y League of Legends: superan la cifra también con Radeon RX 9070 XT combinada con 9800X3D.
Conviene recordar que el Ryzen 9 9955HX3D es un chip móvil, y las pantallas de portátiles rara vez pasan de los 300 Hz. Por eso, aunque el procesador pueda llegar a tales cotas, el beneficio práctico queda más limitado por el panel.
NVIDIA frente a Radeon: quién cruza la línea de 1.000 FPS
El gráfico promocional menciona dos GPUs de NVIDIA: GeForce RTX 5080 y GeForce RTX 5090D (esta última, una variante recortada para China). Ambas, siempre con los Ryzen X3D, serían capaces de ir más allá de los 1.000 FPS en el conjunto de juegos listados.
Por parte de AMD, el techo queda algo por debajo salvo en dos títulos concretos. Radeon RX 9070 XT solo marca 1.000 FPS en Valorant y LoL, una admisión poco habitual pero que refuerza el mensaje de que, en este escenario, la prioridad es subrayar el papel de la CPU con 3D V-Cache.
Además, hay un detalle procedimental: un portavoz en EE. UU. señaló que la lámina “parece genuina”, si bien su origen es local y no se autentificó en el momento de las primeras publicaciones. También se detectó una duplicidad del 9800X3D en una tabla, seguramente un error de maquetación.
¿Qué aporta realmente jugar por encima de 1.000 FPS?
Más allá de la espectacularidad, el salto no apunta a ver la partida más “bonita”, sino a reducir al máximo la latencia de entrada. En eSports, cada milisegundo puede marcar la diferencia en duelos y tradeos, motivo por el que se buscan FRAPS altísimos incluso con monitores por debajo de ese número.
Ahora bien, el monitor sigue siendo el cuello de botella. Si la pantalla es de 540 Hz, mostrará como máximo 540 imágenes por segundo, aunque el motor del juego y el pipeline del sistema estén generando más. El resto de frames adicionales ayudan en la respuesta y el feeling, pero no se “ven”.
También hay que tener presente el tipo de métrica: picos frente a medias sostenidas. Para sesiones largas y escenarios de humo, granadas o efectos, la estabilidad de la tasa puede importar tanto como el tope alcanzado en una escena limpia.
Contexto, límites y letra pequeña
El emparejamiento de hardware es clave. Memoria ajustada a 6000 MT/s CL30 y desactivar VBS/SAM ayudan a apurar los márgenes, aunque desactivar protecciones como VBS no es lo ideal para el día a día fuera del entorno de pruebas.
En sobremesa, los Ryzen 7 9800X3D y 9 9950X3D son los protagonistas. El 9955HX3D aparece en la lista, pero AMD no mostró cifras detalladas del chip móvil, previsiblemente por las limitaciones de los paneles integrados y de la gestión térmica en portátiles.
La escena del monitor también está en transición. Ya hay demostraciones a 720 Hz y modelos a altas tasas en resoluciones reducidas, mientras los 1.000 Hz no han llegado al mercado. Por tanto, parte de este anuncio funciona como escaparate tecnológico más que como función lista para usar.
En definitiva, la propuesta de AMD busca subrayar el valor de la 3D V-Cache de segunda generación en juegos competitivos. Si bien el mensaje favorece a su CPU, el propio cuadro comparativo evidencia que, hoy, la consecución de 1.000 FPS “en todo” pasa por combinar esos procesadores con las GPUs más potentes de NVIDIA.
La información conocida desprende una idea clara: los Ryzen X3D de la serie 9000 pueden apuntalar framerates extremos en eSports a 1080p con la plataforma y los ajustes adecuados; el beneficio tangible está en la latencia y la consistencia en juego competitivo, mientras monitores, métricas y prácticas de test dictan cómo de útil resulta en el uso real.