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Pantalla OLED para gaming: ¿merece la pena?

Algunos usuarios están pensando en invertir en un monitor OLED para gaming. Estas pantallas tienen unas ventajas bastante conocidas, pero son más caras. El problema es que esas ventajas no podrían encajar demasiado bien con lo que se necesita para los videojuegos, o tal vez sí…

Para despejar todas las dudas vamos a ver cuáles son las ventajas y desventajas de estos paneles y si pueden aportar algo más que un panel LED IPS para los gamers.

¿Qué es una pantalla OLED?

La tecnología de panel OLED (Organic Light-Emitting Diode) es una versión derivada de las pantallas LED tradicionales. En este caso, cada píxel tiene un LED que se ilumina de forma totalmente independiente. Eso elimina la necesidad de tener una retroiluminación como en los LED convencionales, y permite un mejor control de la iluminación en la escena.

Una de las características más notables de una matriz OLED es que tienen un negro mucho más puro. Mientras las pantallas LED convencionales muestran un negro algo incandescente, debido a que no se puede apagar la retroalimentación por zonas, en una OLED se pueden apagar los LEDs independientes por zonas y que el color negro sea totalmente negro.

El problema de estos paneles es su complejidad y mayor precio, además de un fenómeno denominado quemadura, que es que cuando aparece una imagen estática durante más tiempo, esa imagen quedará impregnada en la pantalla, y generará como una especie de imagen fantasma superpuesta sobre la nueva imagen. Con el tiempo, la tecnología ha ido mejorando para reducir ese efecto, y en las actuales pantallas apenas se producen esas anomalías.

Otra de las críticas del panel OLED es su vida útil, que es inferior al de otros paneles LED, ya que emplea materiales orgánicos que se deteriorarán antes. No obstante, duran bastante, ya que una pantalla OLED actual podría durar entre 10 y 20 años.

Ventajas del OLED

Las ventajas de una pantalla OLED son:

  • Negro puro: si juegas a videojuegos con escenas oscuras, en una pantalla OLED verás una diferencia más que notable. Además, los otros colores también tienen gran calidad.
  • Resolución: las pantallas OLED suelen ser de una gama alta, por lo que cuentan con resolución alta. Por tanto, es fácil encontrar paneles 4K o más, lo que es una excelente resolución para los más exigentes.
  • Consumo: al no tener las backlights o retroiluminación, el consumo de estos paneles baja considerablemente frente a los otros, como IPS, TN, VA.
  • Compactos: son paneles muy delgados, ya que no necesitan de la capa trasera de iluminación, por lo que también tendrán una estética mejor.
  • Tiempo de respuesta: estos paneles OLED permiten bajar incluso del 1ms, lo que es muy superior a los otros paneles, permitiendo el cambio de color de cada píxel rápidamente, lo que es perfecto para vídeo y videojuegos.
  • Frecuencia de refresco: suelen ser pantallas premium, por lo que tienen frecuencias de refresco altas, de 120 Hz o 144 Hz o más. Eso permitirá una imagen más fluida, especialmente si cuentas con una tarjeta gráfica potente (gran FPS).
  • HDR: con un panel OLED, dadas sus características, se le puede sacar mayor partido a esta tecnología.

Desventajas del OLED

Evidentemente, no todo son ventajas, también tiene sus desventajas como:

  • Brillo: no tienen el mejor de los brillos, en entornos con luz ambiental alta pueden tener mayores dificultades.
  • Ángulo de visión: otros paneles tienen ángulos de visión superiores a los OLED. Aunque si vas a mirar la pantalla de frente, no hay problema.
  • Persistencia: el problema de la persistencia o sample and hold hace que algunas imágenes se queden estáticas. Para paliar este problema, siempre puedes activar el Rolling Scan o escaneo continuo u optar por pantallas con mayor frecuencia de refresco.
  • Disponibilidad: no hay tantos modelos OLED como de otros tipos de panel, por lo que te limitará un poco a la hora de elegir.
  • Precio: es superior al de otros paneles.

¿Qué debe tener un OLED para gaming?

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Si aún así piensas que un OLED te vendría genial para gaming, aquí tienes algunas recomendaciones para elegir un buen modelo:

  • Frecuencia de refresco: deberías ir directamente a monitores de mayor frecuencia, a partir de los 144 Hz, preferiblemente uno de 240 Hz. Pero para poder aprovechar esas frecuencias deberás tener una tarjeta gráfica de gama alta, como las AMD Radeon 5000 Series o las NVIDIA GeForce 3000 Series.
  • Tiempo de respuesta: generalmente están por debajo de 1ms, por lo que serán perfectos para gaming. Incluso los de varios ms son buenos, pero mientras más bajo, mucho mejor.
  • Resolución: este tipo de monitores suele tener resoluciones muy elevadas, como 4K, lo que es fantástico.
  • Tecnologías de sincronización: para evitar problemas con la frecuencia de la pantalla y los FPS que aporta la GPU, debería soportar tecnologías como NVIDIA G-Sync o AMD FreeSync. Esto evitará fenómenos como el stuttering (caída espontánea de FPS por una baja RAM o VRAM, sobrecalentamiento o throttling, cuellos de botella con la CPU, drivers desactualizados, etc), flickering (cambios de luz por baja frecuencia, y afectan a la fatiga ocular o dan dolor de cabeza), y tearing (distorsiones gráficas por la asimetría por la desincronización FPS y frecuencia de refresco).

Conclusión

Un monitor OLED gaming merece la pena siempre y cuando estés dispuesto a pagar lo que valen y que tengas un hardware más que decente para que acompañe a este panel. Pero, sinceramente, no son la mejor opción

Isaac

Isaac

Técnico electrónico y experto en el sector de los semiconductores al que le encanta escribir y compartir sus conocimientos con los demás, especialmente si son de hardware.

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