- Pérdidas de 1.610 M$, dividendo a 0,125 $ en septiembre y suspensión desde el 4T.
- Plan de ahorro >10.000 M$ hasta 2025 con recorte del 15% de la plantilla.
- Demanda colectiva contra Intel, su CEO y CFO tras un desplome bursátil.
Intel atraviesa uno de los momentos más complejos de su historia reciente, con cifras rojas en su segundo trimestre, un cambio drástico de política de dividendos y un plan de ajuste que recorta de forma notable su base de empleados. En paralelo, el clima informativo se ha visto agitado por dudas de los inversores y una creciente presión competitiva en mercados tan sensibles como la inteligencia artificial, la fundición de chips y los PC con IA.
Las últimas comunicaciones a los mercados han provocado un fuerte golpe en la cotización, han reavivado demandas colectivas en EE. UU. y han intensificado debates sobre la estrategia industrial de la compañía. A continuación, repasamos con detalle los hechos, datos y posiciones oficiales, y cómo encajan en el panorama actual de Intel.
Resultados del segundo trimestre y reacción del mercado
Intel registró una pérdida neta de 1.610 millones de dólares en el segundo trimestre frente al beneficio de 1.481 millones del mismo período del año anterior, un giro que ha encendido todas las alarmas. Esta variación interanual marca un punto de inflexión en la cuenta de resultados y condiciona el resto de decisiones corporativas tomadas en cascada.
Los ingresos ascendieron a 12.833 millones de dólares, un 0,9% más interanual. Es decir, la facturación global se mantuvo prácticamente estable al alza, pero la rentabilidad se vio afectada por diversos factores operativos y estratégicos que impactaron en el margen bruto y en los gastos.
La capitalización bursátil llegó a reducirse en torno a 32.000 millones de dólares tras la presentación, según estimaciones publicadas en medios especializados, reflejando la decepción del mercado con la trayectoria a corto plazo, la visibilidad de la hoja de ruta y la intensidad de los ajustes anunciados.
Desde la dirección financiera se atribuyó parte del deterioro del margen al lanzamiento acelerado del producto denominado AI PC, a costes inusualmente elevados asociados a negocios no estratégicos y al impacto de capacidad infrautilizada en sus fábricas. Estas palancas combinadas presionaron el beneficio incluso con ventas agregadas más resistentes.
El consejero delegado remarcó que el entorno del segundo semestre es más exigente de lo previsto y que aprovecharán su nuevo modelo operativo para elevar la eficiencia tanto operativa como del capital, a la vez que se acelera la transformación industrial conocida como IDM 2.0. La ambición: ganar velocidad en productos y procesos con disciplina financiera.
Reestructuración, recorte de plantilla y plan de ahorro
Intel activará un plan de ahorro de costes que incluye cambios organizativos y de gasto, con el objetivo explícito de optimizar estructura y enfoque. La compañía avanzó que esta estrategia se desplegará en diversas áreas y niveles jerárquicos.
El ajuste conlleva el despido del 15% de la plantilla, aproximadamente 18.000 personas. Este porcentaje se superpone con informaciones que hablaban de «más de 15.000» empleos afectados, y sitúa la reestructuración como una de las más relevantes en la historia reciente de la tecnológica.
A cierre del 29 de junio, la empresa contaba con 125.300 trabajadores. De ellos, 116.500 estaban adscritos a las operaciones principales de Intel y el resto vinculados a Mobileye, otras filiales o unidades en proceso de desinversión.
El plan busca recortar más de 10.000 millones de dólares en costes de aquí a 2025, apoyándose en la racionalización de procesos, descenso de gastos de capital, menores costes de venta y la citada reducción de personal. Es una estrategia multivía que pretende estabilizar el flujo de caja y recuperar flexibilidad de inversión.
En el segundo trimestre, los gastos en fabricación, I+D, marketing, generales, administrativos y reestructuración sumaron 14.797 millones de dólares, un 6% más interanual. El incremento se explica sobre todo por el empuje en investigación y los costes ligados a la propia reestructuración.
Dividendo: cobro en septiembre y pausa histórica a partir del cuarto trimestre
La compañía ha confirmado un dividendo trimestral de 0,125 dólares por acción, con fecha de pago el 1 de septiembre y con derecho para quienes figuren como accionistas al cierre del 7 de agosto. Este abono responde al calendario comprometido antes del giro en su política de distribución.
A partir del cuarto trimestre, Intel suspenderá el dividendo, algo que no sucedía desde 1992. La medida se mantendrá hasta que el flujo de caja alcance niveles sostenidos, priorizando la salud financiera y la reinversión en las áreas de mayor retorno estratégico.
Esta decisión se interpreta como un movimiento de preservación de caja en un momento en el que la empresa necesita margen para ejecutar su transformación y absorber los costes del redimensionamiento.
Desglose por segmentos y palancas operativas
La división de computación para clientes avanzó un 9,3% hasta los 7.410 millones de dólares. El negocio relacionado con PC muestra resiliencia y tracción en un contexto marcado por el impulso de los equipos con capacidades de inteligencia artificial.
Los datos e inteligencia artificial retrocedieron un 3,5% hasta los 3.045 millones de dólares. La dinámica en centros de datos y cargas de IA refleja una competencia feroz y una transición tecnológica que exige inversiones sostenidas y una ejecución sin fisuras.
El área de redes redujo su facturación un 1,5% hasta los 1.344 millones de dólares, consolidando una tendencia de moderación en la que pesan tanto la base comparativa como las decisiones de gasto de los clientes empresariales.
A las cifras anteriores se suman 968 millones de dólares de otras ramas, donde destaca Mobileye, la unidad de conducción asistida y autónoma, mientras que se descuentan 4.254 millones por eliminaciones internas derivadas de operaciones intragrupo.
Guía para el tercer trimestre y hoja de ruta estratégica
Para el tercer trimestre, la compañía espera ingresos entre 12.500 y 13.500 millones de dólares, con una pérdida atribuida por acción de 0,24 dólares. La orientación reconoce un entorno todavía exigente y evita sobreprometer en el corto plazo.
La dirección ejecutiva insiste en acelerar la transformación IDM 2.0, que combina diseño, fabricación y empaquetado avanzado bajo un modelo integrado. El énfasis está en ejecutar con disciplina, recuperar rentabilidad y ganar tracción con su propuesta de valor en AI PC y servicios de fundición.
La presión sobre el margen bruto ha sido un mensaje central: el lanzamiento rápido de AI PC, las cargas no recurrentes en negocios no estratégicos y la utilización parcial de la capacidad fabril erosionaron la rentabilidad del trimestre.
Demandas de accionistas y foco en el gobierno corporativo
Tras la presentación de resultados, Intel se enfrenta a demandas colectivas de accionistas en EE. UU., con epicentro en un tribunal federal de San Francisco. Los denunciantes sostienen que la empresa, su consejero delegado y su director financiero habrían realizado comunicaciones no alineadas con la realidad interna.
Entre las acusaciones figura la supuesta ocultación de problemas operativos desde enero, especialmente en la unidad de Intel Foundry, donde la inversión ha sido muy intensa sin retorno acorde, según los demandantes. Se trata de alegatos que deberán contrastarse en sede judicial.
El deterioro bursátil cercano a 32.000 millones de dólares tras el anuncio de resultados ha sido utilizado como argumento por los accionistas demandantes para sustentar el impacto de la información, abriendo un frente legal que puede dilatarse en el tiempo.
En el plano reputacional, algunos análisis especulan con cambios en el liderazgo. Se menciona la posibilidad de que los máximos responsables, incluido el CFO, vean cuestionado su futuro si los resultados no mejoran con rapidez, si bien se trata de conjeturas externas y no de anuncios oficiales.
Tecnología, competencia y retos: Foundry, CPU y arquitecturas
La apuesta por los procesos de fundición no estaría rindiendo como se esperaba, de acuerdo con valoraciones tras el último evento corporativo. El desafío de escalar y competir en nodos avanzados exige ritmos de ejecución muy elevados y capital intensivo.
Se han señalado también problemas de rendimiento en procesadores de 13ª y 14ª generación, un flanco que habría permitido a AMD recuperar cuota en los últimos meses. Este punto añade presión en la línea de negocio de PC, pese al empuje de los AI PC.
En gráficos, Intel continúa varios pasos por detrás del liderazgo de NVIDIA, en un mercado en el que la compañía aún mantiene presencia. La hegemonía de NVIDIA en aceleración de IA marca el listón de referencia para cualquier aspirante.
La arquitectura ARM pisa fuerte en portátiles por eficiencia y autonomía, y algunos análisis sitúan a Intel en una posición rezagada en esta transición, frente a un ecosistema que se desplaza hacia diseños más frugales en consumo y altamente integrados.
En términos de pérdidas, el trimestre cerró con -1.610 millones de dólares y un acumulado anual que algunos análisis sitúan en torno a 2.091 millones. Otros datos del mismo informe muestran caídas muy pronunciadas en algunas líneas, e incluso se ha llegado a citar un «99%» de descenso en ingresos del trimestre, en contraste con los 12.833 millones reportados (+0,9%).
Radiografía de ingresos: qué crece y qué retrocede
- Computación para clientes: +9,3% hasta 7.410 millones. Esta sección muestra crecimiento impulsado por ciclos de renovación y el interés en capacidades de IA, aunque el entorno competitivo sigue siendo desafiante.
- Datos e IA: -3,5% hasta 3.045 millones. La demanda en centros de datos fluctúa y los clientes ajustan cargas y presupuestos, priorizando inversiones en aceleradores y plataformas.
- Redes: -1,5% hasta 1.344 millones. La prudencia de las empresas y operadores en pedidos grandes influye en esta tendencia de moderación.
- Foundry (manufactura): +3,5% con 4.320 millones. Aunque muestra una mejora, el mercado vigila con atención la ejecución técnica y comercial para validar el crecimiento a medio plazo.
- Otras unidades: +968 millones; eliminaciones intragrupo: -4.254 millones. Este desglose explica cómo se llega a los ingresos consolidados reportados por la compañía.
Empleo, cultura y comparativas sectoriales
El ajuste de personal en Intel forma parte de una tendencia más amplia en el sector tecnológico. Otras empresas, como Dell, han anunciado recortes similares, evidenciando un ajuste en capacidades ante el nuevo ciclo económico.
La plantilla, de 125.300 trabajadores a finales de junio, refleja la escala del grupo, con una base significativa de 116.500 empleados en actividades centrales. Las áreas no estratégicas y filiales en proceso de venta comprenden el resto.
El foco en disciplina de capital y proyectos con retorno acentúa el cambio de prioridades. La suspensión del dividendo es un símbolo claro de la necesidad de priorizar la estabilidad y la ejecución antes que la remuneración al accionista.
Banda sonora informativa y documentos periféricos
El ecosistema informativo incluye referencias y documentos PDF de diversos tipos, que no siempre mantienen relación directa con la empresa. En la búsqueda aparecen enlaces en sitios institucionales, académicos y publicaciones locales.
Items como PDFs de dominios municipales y educativos, así como obras de sociología de Internet y anuarios culturales, ilustran la dispersión del contenido y la dificultad de enfocar datos relevantes.
Es importante filtrar y contextualizar la información: solo los datos financieros y corporativos ofrecen una visión precisa de la situación de Intel en este período, mientras que otros enlaces son materiales periféricos que no aportan evidencia concluyente sobre el rendimiento reciente.
Qué mirar a partir de ahora
La evolución del margen bruto tras el despliegue de AI PC será un indicador clave para evaluar si los costes no recurrentes se disiparán y si la utilización de la capacidad fabril mejorará, permitiendo recuperar el beneficio.
La competitividad y la tracción comercial de la unidad de fundición determinarán si revival del modelo IDM 2.0 es viable en el medio plazo; aspectos como contratos y referencias de clientes serán cruciales para evaluar la estrategia.
Las demandas de accionistas y posibles cambios en el liderazgo pueden influir en la percepción del mercado y la estabilidad del plan; aunque son procesos largos, resultan relevantes para el futuro de la compañía.
Finalmente, la respuesta de la competencia, particularmente AMD, NVIDIA y la adopción de ARM en portátiles, condicionará las cuotas y los precios del mercado. La estrategia de ofrecer productos eficientes y con alto rendimiento será esencial para mantener la posición competitiva.
Con pérdidas trimestrales, un dividendo en pausa y un recorte de plantilla de doble dígito, Intel afronta meses decisivos: la empresa busca optimizar su modelo operativo, fortalecer el flujo de caja y acelerar IDM 2.0, gestionando a la vez las expectativas de inversores, demandas legales y avances en competencia en GPU y CPU para portátiles con tecnología ARM.