- Velocidades tope de gama Gen5: hasta 14.800/13.400 MB/s y 2.200K/2.600K IOPS.
- Eficiencia y control térmico mejorados con controlador de 5 nm y opción con disipador.
- Consistencia en pruebas reales (DirectStorage, LLM, BlackMagic) y escalado a 8 TB sin pérdidas.
La llegada del Samsung 9100 Pro de 8 TB encaja en ese territorio donde el almacenamiento deja de ser un cuello de botella. Con interfaz PCIe 5.0 y una arquitectura muy afinada, este M.2 presume de cifras que, sobre el papel, rozan lo estratosférico y, en la práctica, se traducen en una experiencia ágil en creación de contenido, juegos y cargas de trabajo con IA. Estamos ante un SSD que apunta a liderar la gama de consumo con capacidad masiva y velocidades tope de clase.
En la serie 9100 Pro, Samsung dobla la apuesta de su anterior buque insignia Gen4: ahora hay lecturas secuenciales de hasta 14.800 MB/s y escrituras de 13.400 MB/s, además de picos de lectura/escritura aleatoria que alcanzan 2.200K/2.600K IOPS. El modelo de 8 TB escala sin renunciar al rendimiento de las versiones más pequeñas, y añade mejoras de eficiencia gracias a un controlador de 5 nm que reduce el consumo hasta en un 49% frente al 990 Pro.
Arquitectura PCIe 5.0 y diseño para exprimir el ancho de banda
El 9100 Pro se basa en el controlador de 5 nm de Samsung (Presto), respaldado por V-NAND TLC de octava generación con chips de 1 terabit y hasta 2,4 Gbps de velocidad de E/S por chip. Todo esto se apoya en Intelligent TurboWrite 2.0 con caché SLC dinámica para mantener el empuje en ráfagas y cargas sostenidas. La combinación controlador + NAND + caché es la que habilita los 14.800/13.400 MB/s y los 2.200K/2.600K IOPS.
Un detalle importante en el modelo de 8 TB es el incremento de DRAM a 8 GB LPDDR4X, pensado para gestionar el mapeo a gran escala propio de esta capacidad sin penalizar latencia. Esta DRAM adicional contribuye a la consistencia en cargas pesadas y a la fluidez en accesos aleatorios.
La interfaz PCIe 5.0 multiplica por dos el techo de la generación anterior, y en la práctica se nota. No solo hablamos de velocidades secuenciales abrumadoras, también de latencias muy contenidas bajo cargas mixtas, clave para juegos, edición de vídeo 8K y despliegues locales de IA.
En eficiencia, el salto generacional viene de la mano de una arquitectura de alimentación mejorada dentro del controlador. Samsung cifra el ahorro energético en hasta un 49% frente al 990 Pro, lo que ayuda a mantener temperaturas y consumos a raya en desktops y portátiles compatibles. Más rendimiento con menos vatios: justo lo que pide Gen5.
Rendimiento en el mundo real: juegos, IA y flujos creativos
Más allá de los máximos sintéticos, hay pruebas que aterrizan estas cifras en escenarios cotidianos. En tiempos de carga de LLM, medidos con DeepSeek R1 7B, Llama 3.2 11B y DeepSeek R1 32B, el 9100 Pro 8 TB marcó 2,60 s / 3,64 s / 4,46 s, mientras que la versión de 4 TB quedó en 2,62 s / 3,60 s / 4,37 s. Las diferencias entre capacidades son mínimas (centésimas de segundo) y no afectan a la experiencia.
En el ecosistema de juegos de PC, Microsoft DirectStorage marca el paso. Con la prueba de características de 3DMark y compresión GDeflate activada, las mejores unidades del grupo quedaron en 25–26 GB/s y el 9100 Pro 8 TB se situó en 25,39 GB/s (el 4 TB, en 23,77 GB/s). Con GDeflate, la carga de recursos se acelera y se reducen cuellos de botella de CPU.
Cuando se midió almacenamiento a VRAM sin comprimir con DirectStorage activado, el 8 TB alcanzó 11,00 GB/s frente a 11,26 GB/s del 4 TB; al desactivar DirectStorage, la cifra cayó a 8,48 GB/s y 8,92 GB/s respectivamente. En transferencias a RAM, hablamos de 11,75 GB/s (DS on) y 8,83 GB/s (DS off) para 8 TB, cifras muy próximas a las del 4 TB. La conclusión: el 8 TB mantiene el tipo, e incluso con cargas descomprimidas rinde de forma altamente competitiva.
La descompresión GDeflate pura dejó valores de 66,61 GB/s en el 9100 Pro 4 TB y 63,46 GB/s en el 8 TB, ambos en el nivel superior del conjunto analizado. Son números que colocan a la serie 9100 Pro a la altura de los líderes Gen5 en carga de juegos.
Máximos sintéticos: FIO y el techo de Gen5
En ráfagas controladas con FIO (huella de 10 GB), la gama 9100 Pro se comporta como se espera de un tope de gama Gen5. El 8 TB calcó prácticamente el secuencial del 4 TB, con alrededor de 14,6 GB/s en lectura y 13,3 GB/s en escritura. Donde se aprecian matices es en 4K aleatorio: el 4 TB brilló en lectura, mientras que el 8 TB arañó un poco más en escritura.
Concretamente, el 4 TB rozó los 2,73 millones de IOPS en 4K aleatorio para lectura y escritura, superando a muchos rivales. El 8 TB se quedó en torno a 2,25 M IOPS en lectura, pero igualó o superó ligeramente en escritura con cerca de 2,74 M IOPS. Las diferencias están ahí, pero no comprometen la solvencia del modelo de mayor capacidad.
Frente a otros referentes Gen5 como SK hynix Platinum P51, SanDisk SN8100, Kingston Fury Renegade o el ecosistema Phison PS5028-E28, Samsung firma resultados muy consistentes. El 9100 Pro empata o se acerca en secuencial y destaca en aleatorio, según la capacidad.
BlackMagic, PCMark 10 y 3DMark Storage
La prueba de velocidad de BlackMagic, pensada para edición de vídeo de alta resolución, dejó al 9100 Pro 8 TB en segunda posición con lectura en torno a 10.557 MB/s y escritura ligeramente por encima de los 10,5 GB/s, apenas por detrás de soluciones E28 muy afinadas. El 4 TB quedó más abajo (≈9.542/9.908 MB/s), pero dentro de la élite Gen5.
En PCMark 10 (trazas reales de aplicaciones), la puntuación del 8 TB fue 7.602 y la del 4 TB 7.552. Son marcas sólidas, aunque por debajo de líderes concretos de quinta generación en este test específico. En uso diario, la respuesta del sistema con 9100 Pro se percibe inmediata y estable.
Para 3DMark Storage, que simula tareas de gaming (instalar, guardar, cargar, capturar), el 4 TB anotó 4.779 puntos y el 8 TB 4.516. De nuevo, rendimientos excelentes y muy aptos para juego competitivo, si bien algunos modelos rivales puntúan algo más alto en este trazado. La experiencia en juego real sigue siendo de primer nivel.
GPU Direct Storage (GDS) con NVIDIA: menos CPU, más datos a la GPU
GDS permite que la GPU lea directamente desde SSD NVMe a través del bus PCIe, evitando el rodeo por CPU y RAM del sistema. Esto reduce latencias y libera ciclos de CPU para otras tareas, algo crucial en flujos de IA, vídeo y analítica donde el volumen de datos es gigantesco.
En GDSIO, con tamaño de bloque de 16 K (QD128), el 9100 Pro 8 TB mostró lecturas alrededor de 3,4 GiB/s y escrituras en el entorno de 2,4–3,4 GiB/s, prácticamente a la par del 4 TB en lectura y con cierta ventaja de escritura según la combinación. Son cifras que confirman la buena sintonía entre el 9100 Pro y las rutas de datos aceleradas por GPU.
Con bloque de 4 K, ambos modelos igualaron la escritura secuencial cerca de 5,9 GiB/s, y el 4 TB ofreció una lectura algo superior (≈5,9 GiB/s) frente a ≈5,2 GiB/s del 8 TB. El reparto de fuerzas varía por tamaño de bloque, pero las dos capacidades rinden alto y de forma consistente.
En 1 M, el 8 TB registró ~6,0 GiB/s de lectura y ~6,1 GiB/s de escritura, y el 4 TB ~6,3 GiB/s y ~6,1 GiB/s respectivamente. En conjunto, ambas unidades escalan bien con el tamaño de bloque y se mantienen competitivas frente a tope de gama con controlador E28 o propuestas de Kingston. Las Gen4 anteriores (990 Pro, WD SN850X) quedan lejos en todos los tamaños.
Compatibilidad, formato y control térmico
El 9100 Pro es un M.2 2280 que cumple con los estándares PCIe 5.0 y las exigencias de perfiles térmicos actuales. Hay variantes con y sin disipador: en 1/2/4 TB la altura con disipador es de 8,8 mm (estándar PCI-SIG D8), mientras que el 8 TB con disipador sube hasta 11,25 mm. Incluso con esa z-height, Samsung lo ha diseñado pensando en la compatibilidad con PlayStation 5.
Quien opte por la versión sin disipador puede integrar soluciones de refrigeración de placa base o de chasis. Para uso intensivo prolongado, el modelo con disipador ayuda a mantener el rendimiento sostenido, minimizando el throttling térmico en sesiones largas de juego, render o entrenamientos de IA.
El diseño compacto y el cumplimiento de especificaciones de altura lo hacen apto para desktops, portátiles y consolas, siempre que el sistema soporte PCIe 5.0 y disponga de la ventilación adecuada. La eficiencia extra del controlador de 5 nm también ayuda a contener temperaturas en escenarios reales.
Capacidades, resistencia y software
La familia 9100 Pro abarca 1 TB, 2 TB, 4 TB y ahora 8 TB. En la versión de 8 TB, la resistencia llega hasta 4.800 TBW, una cifra propia de unidades pensadas para cargas serias a largo plazo. Subir a 8 TB no degrada la propuesta: se mantiene el rendimiento de gama alta y se gana en margen de trabajo.
El paquete se completa con Samsung Magician, que centraliza monitorización de salud, pruebas, actualización de firmware y migración de datos para facilitar la transición desde otro SSD. Es un punto a favor para quien quiera una actualización sin sobresaltos ni pasos manuales complejos.
Para perfiles profesionales (vídeo 8K, bibliotecas RAW masivas, máquinas virtuales, datasets de IA), los 8 TB desbloquean flujos que antes exigían varias unidades o soluciones externas. Concentrar todo en un único M.2 simplifica el equipo y reduce tiempos de espera.
Rendimiento para creadores y gamers: casos de uso
Los accesos aleatorios altos permiten timelines de vídeo con múltiples capas y proxies más ágiles, minimizando tirones al rascar medios grandes. En fotografía, catálogos que superan varios terabytes cargan de forma instantánea y los previsualizados se generan con mayor continuidad. Para streamers, el ancho de banda secuencial facilita grabación y edición de fuentes 4K/8K sin dramas.
En gaming, la combinación de PCIe 5.0, DirectStorage y GDeflate recorta tiempos de carga y acelera el asset streaming. También ayuda a títulos con mundos abiertos gigantescos y texturas pesadas. Instalar una biblioteca descomunal “de un plumazo” es posible con 8 TB, sin malabares con discos secundarios.
En IA local, cargar LLMs de 7B a 32B parámetros desde el 9100 Pro 8 TB implica milésimas de diferencia frente al 4 TB en las pruebas vistas, lo cual es imperceptible en el uso. Esto habilita iteración rápida y pruebas de modelos grandes sin tener que recurrir a almacenamiento externo más lento.
Precios y disponibilidad
Para el 9100 Pro de 8 TB, las cifras de referencia hablan de 999,99 $ para el modelo estándar y 1.019,99 $ con disipador. En la gama también conviven 1 TB, 2 TB y 4 TB, ya disponibles en el canal. Samsung sitúa el 8 TB en disponibilidad a partir del 2 de septiembre de 2025 en su web y distribuidores, aunque algunas publicaciones señalaron ventana en octubre.
Como en toda novedad tope de gama, el precio del 8 TB es elevado. No todos necesitan tanto en una sola ranura M.2; no obstante, para creadores con proyectos 8K, profesionales de datos y entusiastas con bibliotecas de juegos gigantes, concentrar capacidad y velocidad en un único SSD tiene un valor práctico incuestionable.