Modo privado en Firefox: guía completa para usarlo bien

Última actualización: 3 de diciembre de 2025
Autor: Isaac
  • El modo privado de Firefox evita guardar historial, cookies persistentes y caché, pero no ofrece anonimato total ni cifra tu tráfico.
  • Sigue siendo visible tu dirección IP y tu actividad para webs, proveedor de Internet y administradores de red incluso en navegación privada.
  • Extensiones de privacidad, ajustes de rastreo estrictos y VPN complementan el modo privado y mejoran notablemente tu protección.
  • La combinación de buenas prácticas de seguridad y configuración adecuada de Firefox es clave para navegar con mayor privacidad.

Navegación en modo privado en Firefox

El modo privado en Firefox se ha convertido en un imprescindible para cualquiera que comparta ordenador, use equipos públicos o simplemente quiera dejar menos rastro al moverse por Internet. Mucha gente piensa que es una especie de capa de invisibilidad total, pero la realidad es bastante más matizada y conviene conocer bien sus límites para no confiarse de más.

En las próximas líneas vas a ver qué hace exactamente la navegación privada de Firefox, qué no hace, cómo activarla, cómo reconocerla y cómo sacarle más partido combinándola con otras herramientas de privacidad como VPN, extensiones o ajustes del propio navegador. Todo explicado en lenguaje claro, con ejemplos y sin venderte humo sobre un anonimato que, solo con el modo privado, no existe.

Qué es el modo privado en Firefox y para qué sirve

La llamada navegación privada, modo privado o modo incógnito de Firefox es una función integrada en el navegador que permite abrir una ventana especial en la que cierta información de tu actividad online no se almacena en el dispositivo. Es decir, Firefox se comporta como si fuera una sesión aparte, separada de la navegación normal.

En una ventana privada, Firefox cambia por completo la forma de guardar tus datos: no registra el historial de páginas visitadas, no conserva cookies una vez se cierra la ventana y no almacena en caché los sitios que visitas para que queden guardados en el equipo. A efectos prácticos, cuando cierras la última ventana privada, la sesión «desaparece» del ordenador.

Este comportamiento es especialmente útil si utilizas un ordenador compartido, un equipo del trabajo, de la universidad o el móvil de otra persona. También es muy cómodo cuando necesitas iniciar sesión al mismo tiempo en varias cuentas de un mismo servicio (por ejemplo, dos correos del mismo proveedor) sin interferencias entre ellas.

Conviene tener claro que modo privado no significa navegación completamente anónima. Los sitios web que visitas, tu proveedor de Internet o el administrador de la red siguen teniendo formas de saber qué haces, aunque el navegador deje de guardar parte de la información localmente.

Qué datos no guarda Firefox en modo de navegación privada

Cuando activas el modo privado en Firefox, el navegador deja de almacenar una serie de datos relacionados con tu actividad en esa sesión. Esta es la clave de por qué resulta tan interesante en ordenadores compartidos o públicos.

Mientras tengas la ventana privada abierta, Firefox sí utiliza cierta información para que la sesión funcione (como cookies temporales), pero todo eso se borra automáticamente al cerrar la última ventana privada. Esto es lo que no se conserva en el dispositivo:

  • Historial de navegación: las páginas que visitas no se añaden al historial ni aparecen luego en la lista general de sitios visitados.
  • Términos de búsqueda y formularios: lo que escribes en campos de búsqueda o formularios no se guarda para el autorrelleno posterior.
  • Lista de descargas: los archivos que bajas no se muestran luego en «Mostrar todas las descargas» de Firefox, aunque los ficheros sí permanecen en tu carpeta de descargas.
  • Cookies permanentes: las cookies que se crean en modo privado se aíslan y se eliminan al cerrar la sesión, en lugar de mezclarse con las cookies de tu navegación normal.
  • Contenido en caché: las páginas y recursos visitados en modo privado no se guardan en caché ni como datos para uso sin conexión.

A pesar de todo esto, no todo lo que haces en modo privado se esfuma. Los marcadores que añadas y las contraseñas que decidas guardar se almacenan como en cualquier otra sesión, de forma permanente en tu perfil de Firefox, salvo que tú decidas lo contrario.

Qué NO hace el modo privado de Firefox (limitaciones reales)

Uno de los errores más comunes es pensar que, al abrir una ventana privada, te vuelves invisible para todo y para todos. El propio Firefox deja claro que esto no es así: la navegación privada no enmascara tu identidad ni tu actividad en Internet frente a terceros.

Para empezar, tu dirección IP sigue siendo visible para las páginas web que visitas. Eso significa que pueden asociar tu actividad con esa IP, geolocalizarte de forma aproximada y aplicar técnicas de seguimiento más avanzadas, como la huella digital del navegador (fingerprinting), que combina datos sobre tu sistema, tu navegador y tus ajustes para identificarte.

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Además, tu proveedor de servicios de Internet (ISP), el administrador de la red de tu empresa, centro educativo u organización sigue teniendo capacidad de ver a qué sitios te conectas. El modo privado no cifra tu tráfico: solo impide que el propio Firefox almacene ciertos datos de esa sesión en tu dispositivo.

Por otro lado, el modo privado no te protege contra malware, virus ni spyware ya instalados en el equipo. Si alguien ha colocado un keylogger o un programa espía, seguirá capturando lo que haces aunque la ventana de Firefox sea privada, porque actúa a nivel del sistema, no del navegador.

También es importante recordar que no bloquea por completo el rastreo publicitario. Reduce parte del seguimiento basado en cookies (sobre todo al eliminar las cookies al final de la sesión), pero no anula técnicas como el fingerprinting, ni impide que las webs registren lo que haces mientras la sesión está activa.

Cómo activar el modo privado en Firefox

Entrar en modo privado en Firefox es muy sencillo y se puede hacer tanto desde el menú como con atajos de teclado. En cuestión de un par de clics estarás navegando en una ventana separada de tu sesión habitual.

Para activarlo desde la interfaz, abre Firefox y ve al botón de menú (el icono de las tres líneas horizontales en la esquina superior derecha). Allí encontrarás la opción «Nueva ventana privada»; al pulsarla, se abre esa ventana especial con la configuración de navegación privada.

Si eres más de atajos de teclado, puedes abrir el modo privado con una combinación rápida. En Windows y Linux, pulsa Ctrl + Mayús + P; en macOS, presiona Cmd + Mayús + P. Inmediatamente se lanzará una nueva ventana privada sin necesidad de tocar el ratón.

Ten en cuenta que la navegación privada funciona por ventana completa. Dentro de esa ventana puedes abrir tantas pestañas como quieras, todas ellas bajo el mismo contexto privado, sin mezclar cookies ni historial con tu sesión normal.

Para abrir una pestaña privada nueva dentro de una ventana privada ya abierta, basta con hacer clic en el botón de nueva pestaña o utilizar el atajo Ctrl + T (o Cmd + T en macOS) mientras estás dentro de esa ventana.

Cómo saber si Firefox está realmente en modo privado

Es muy fácil despistarse y pensar que estás en modo privado cuando en realidad sigues en una ventana normal, o al revés. Firefox incorpora un par de pistas visuales para que lo tengas controlado de un vistazo.

Por un lado, verás un icono con forma de máscara en la parte superior de la ventana cuando se trate de una ventana privada. Ese símbolo morado y blanco es la señal más reconocible de que estás en ese modo especial de navegación.

Por otro, la página de inicio y el fondo de la ventana privada tienen un tono morado característico, acompañado de un texto que indica claramente que te encuentras en una ventana privada. Es prácticamente imposible confundirla con una ventana normal una vez te acostumbras a ese diseño.

Si quieres abrir un enlace directamente en una ventana privada mientras navegas en modo normal, haz clic con el botón derecho sobre el enlace y selecciona «Abrir enlace en una nueva ventana privada». Así no tienes que copiar y pegar nada: se abrirá solo en el contexto privado.

Aunque ya estés en modo privado, puedes repetir la misma acción para lanzar otra ventana privada diferente con ese enlace. Esto te permite tener varias sesiones privadas paralelas si lo necesitas para gestionar diferentes cuentas o tareas separadas.

Hacer que Firefox siempre se abra en modo privado

Si usas la navegación privada de forma habitual y no quieres estar activándola a mano cada vez, puedes configurar Firefox para que funcione, en la práctica, siempre en modo privado permanente.

Para hacerlo, abre el menú del navegador y entra en las opciones (Preferencias en algunos sistemas). Dentro de la sección «Privacidad y seguridad», ve al apartado «Historial» y despliega el menú donde se elige cómo recuerda Firefox el historial.

En ese desplegable, selecciona «Usar una configuración personalizada para el historial». Una vez lo hagas, aparecerán varias casillas adicionales; marca la opción «Modo permanente de navegación privada» para que Firefox se comporte siempre como si estuviera en modo privado.

Tras activar este ajuste, reinicia Firefox para que el cambio se aplique. A partir de ese momento, tus ventanas «normales» serán, en realidad, ventanas privadas, aunque visualmente no siempre se distingan tanto como la ventana privada clásica.

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Si en algún momento quieres desactivar este comportamiento y volver al modo estándar, regresa al mismo apartado y desmarca «Modo permanente de navegación privada» o selecciona «Recordar historial» en el menú del historial. De este modo, Firefox volverá a guardar tus datos como lo hacía por defecto.

Qué hacer si la navegación privada de Firefox parece no funcionar

A veces da la sensación de que la ventana privada no hace nada distinto o que se comporta igual que la navegación normal. Esto suele deberse a que ya tienes activado el modo permanente o a un malentendido sobre lo que el modo privado realmente cubre.

Una de las primeras cosas que deberías comprobar es si has habilitado el modo de navegación privada como permanente. Para ello, entra en las opciones de Firefox, ve a «Privacidad y seguridad» y, en el apartado «Historial», revisa si está activa la opción «Usar una configuración personalizada para el historial» con «Modo permanente de navegación privada» marcada.

Si ese es el caso, todas tus ventanas ya se están comportando como privadas, por lo que abrir una «nueva ventana privada» puede parecerte idéntico a una normal. Técnicamente todo funciona bien, simplemente no hay diferencia visual tan clara.

Si sospechas que algo va mal, puedes hacer una prueba rápida: cambia el historial a «Recordar el historial» y reinicia Firefox. Después abre una nueva ventana privada y comprueba si la apariencia y el comportamiento son distintos de la ventana principal.

En caso de que sí notes la diferencia, el modo privado está funcionando con normalidad. A partir de ahí, tú decides si quieres volver a establecerlo como permanente o seguir con la navegación estándar y abrir ventanas privadas solo cuando las necesites.

Ventajas prácticas de usar el modo privado en Firefox

Más allá de la teoría, el modo privado de Firefox tiene aplicaciones muy concretas en el día a día que lo convierten en una herramienta bastante útil, siempre sabiendo cuáles son sus límites.

Una de las ventajas más evidentes es proteger tu privacidad en equipos compartidos o públicos. Si navegas en modo normal en un ordenador ajeno, el siguiente usuario podría ver tu historial, formularios recientes o incluso tener acceso a sesiones abiertas. La navegación privada reduce mucho este riesgo al no dejar rastro local.

Otra utilidad clara es la posibilidad de iniciar sesión simultáneamente en varias cuentas de un mismo servicio. Por ejemplo, puedes tener tu correo personal abierto en una ventana normal y tu correo de trabajo en una privada, sin interferencias entre cookies o sesiones.

También es muy práctico para evitar que las búsquedas y visitas afecten a recomendaciones o resultados personalizados. Al no reutilizar cookies ni historial, lo que haces en modo privado tiene menos impacto en los algoritmos de recomendación, aunque no desaparece por completo a ojos de los servicios que usas.

Si te dedicas al desarrollo web o gestionas un sitio, el modo privado es una forma rápida de comprobar páginas sin caché acumulada. Cada vez que cierras y vuelves a abrir la ventana privada, empiezas de cero, lo cual ayuda a detectar errores que, de otro modo, se enmascaran por archivos almacenados en caché.

Limitaciones y riesgos que siguen ahí en modo privado

Aunque el modo privado de Firefox aporta bastantes ventajas, no soluciona todos los problemas de privacidad ni seguridad. Es importante no sobrevalorar su alcance para no llevarse sustos.

Tu dirección IP continúa visible para las webs que visitas, para tu proveedor de Internet y para el administrador de la red. Eso significa que, con las herramientas adecuadas, pueden seguir registrando qué páginas visitas y durante cuánto tiempo, incluso aunque el navegador no guarde el historial localmente.

Las técnicas de rastreo modernas no dependen solo de las cookies. La huella digital del navegador permite identificarte combinando datos como tu versión de navegador, sistema operativo, fuentes instaladas o resolución de pantalla. El modo privado apenas influye en esta técnica, así que sigue siendo viable para muchos anunciantes y trackers.

Por si fuera poco, si tu dispositivo está infectado con malware (como keyloggers o spyware), la navegación privada no ofrecerá ninguna defensa. Estos programas maliciosos operan a otro nivel y registran lo que haces sin importar el modo del navegador.

Y no olvides que los archivos descargados y los marcadores creados en modo privado sí se mantienen en el equipo y en tu perfil de Firefox. Aunque la lista de descargas del navegador no muestre esos ficheros, siguen estando en la carpeta de descargas, accesibles para cualquiera con acceso al dispositivo.

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Cómo reforzar la privacidad de Firefox más allá del modo privado

Si notas que la navegación privada se te queda corta en cuanto a privacidad y seguridad, puedes apoyarte en otras funciones y herramientas para ir un paso más allá sin complicarte demasiado.

Una opción muy directa es ajustar la Protección contra el rastreo mejorada de Firefox. En la sección «Privacidad y seguridad» de las opciones, puedes cambiar el nivel de protección a «Estricto» para bloquear más cookies de terceros y rastreadores. Eso sí, ten en cuenta que algunas webs pueden dejar de funcionar correctamente.

También puedes desactivar la recopilación de datos que Firefox envía por defecto a Mozilla. En el mismo apartado de «Privacidad y seguridad», verás un bloque llamado «Recopilación y uso de datos de Firefox». Si desmarcas esas casillas, el navegador dejará de enviar información técnica y de interacción a los servidores de Mozilla.

Otro recurso útil son las extensiones orientadas a privacidad y seguridad. Bloqueadores de rastreadores y anuncios como uBlock Origin o Privacy Badger, y extensiones que fuerzan HTTPS, ayudan a que tus sesiones (privadas o no) estén más blindadas frente a seguimiento y ataques.

Eso sí, conviene no pasarse instalando complementos: sobrecargar Firefox con muchas extensiones puede ralentizar la navegación o causar conflictos que rompan algunas páginas. Y siempre deberías descargarlas desde el portal oficial de complementos de Mozilla para evitar extensiones maliciosas.

Usar una VPN junto al modo privado en Firefox

Si buscas un salto importante en privacidad, una VPN es casi obligatoria. Mientras que el modo privado limpia tu rastro local en el dispositivo, una red privada virtual cifra tu conexión y oculta tu IP real al resto de Internet.

Al conectarte a través de una VPN, todo tu tráfico pasa por un túnel cifrado que tu proveedor de Internet, tu empresa o tu universidad no pueden inspeccionar con facilidad. Además, hacia el exterior parece que navegas desde la IP del servidor VPN, no desde la tuya.

Esto no significa que una VPN sea mágica: no bloquea cookies ni rastreadores por sí sola, y si inicias sesión en tus cuentas habituales, los servicios seguirán sabiendo quién eres. Pero, combinada con el modo privado, ajustes de bloqueo de rastreo y un DNS personalizado, dificulta mucho más que unan todas las piezas de tu actividad online.

Es importante elegir un proveedor de VPN de confianza, con buena política de no registro. Al final, estás trasladando la confianza desde tu ISP al proveedor de VPN, así que conviene que sea una empresa seria y transparente con el tratamiento de los datos.

Otros consejos para navegar con más privacidad

Más allá del propio Firefox, hay una serie de buenas prácticas que ayudan a reducir el rastro digital que dejas y a mantener tus datos un poco más a salvo en tu día a día.

Para empezar, es recomendable limitar cuánto vinculas tus cuentas entre sí. Iniciar sesión en nuevos servicios usando la cuenta de una red social es muy cómodo, pero también facilita que distintas plataformas crucen información sobre ti. Crear credenciales independientes para cada servicio complica esa correlación.

En los ajustes de Google, redes sociales y otras plataformas, puedes desactivar muchas opciones de recopilación y uso compartido de datos. Es cuestión de dedicar unos minutos a revisar permisos, actividades guardadas, anuncios personalizados y todo lo que tenga que ver con seguimiento.

También viene muy bien borrar periódicamente cookies y datos de sitios, y configurar el navegador para que bloquee cookies de terceros siempre que sea posible. Esto reduce el rastro que los anunciantes usan para construir perfiles muy detallados de tus intereses.

Por supuesto, usar contraseñas robustas y diferentes para cada cuenta, apoyándote en un gestor de contraseñas, y activar siempre que puedas la autenticación de dos factores, aporta una capa extra de seguridad independientemente del modo de navegación que uses.

Finalmente, mantener el sistema operativo, el navegador y las aplicaciones actualizados es una de las defensas más efectivas contra vulnerabilidades que pueden ser aprovechadas para colarse en tu equipo y espiarte sin que te enteres.

La navegación privada de Firefox es una herramienta valiosa para gestionar mejor tu rastro en dispositivos compartidos, evitar que otros usuarios fisgoneen tu historial y tener sesiones aisladas, pero por sí sola no te convierte en anónimo ni te blinda frente a todas las formas de rastreo. Combinando el modo privado con protecciones adicionales como la prevención de rastreo avanzada, extensiones específicas, una VPN confiable y unos mínimos hábitos de seguridad digital, puedes acercarte mucho más a una experiencia de navegación razonablemente discreta y segura.

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