Actualizado a: 15 de abril de 2024
Como muchos de vosotros ya sabréis, mantener nuestro ordenador a una buena temperatura es algo indispensable para asegurarnos de que su rendimiento sea óptimo. Asimismo, tiene una importancia capital a la hora de alargar la vida útil de casi cualquier componente. Sobre todo cuando hablamos de componentes de gran potencia. En ese sentido, es lógico que nos preguntemos cuáles son los mejores métodos para combatir el calor. Hoy os queremos hablar de ese tema y, más concretamente, de los mejores disipadores Ryzen para el socket de AMD AM4.
Ahora bien, antes de elegir un disipador u otro es importante que tengamos en cuenta varios factores. Para empezar, es importante que tengamos en cuenta algunas cosas. Lo primero y lo más importante es la compatibilidad. A fin de cuentas, si no escogemos un disipador que sea compatible, no podremos usarlo. Por suerte, cuando hablamos de los mejores disipadores para los Ryzen AMD AM4 es muy fácil determinar si es compatible o no.
Para ello debemos verificar el tipo de entrada, enchufe, socket, etc. qué tiene. Recordemos, pues, que hay componentes con un tipo de conexión concreta, mientras que otros se pueden adaptar a diferentes modelos. Por ejemplo, el disipador tipo ventilador Noctua NH-D15 tiene una entrada SecuFirm2 compatible con entradas AM4 entre muchas otras, mientras que otros modelos concretos pueden tener una entrada que esté diseñada para un AM5 u otros modelos.
¿Qué significa? Que además de comprobar (todos los modelos que nosotros os vamos a sugerir son compatibles con AM4, por supuesto) el tipo de entrada que tiene. A modo de resumen, puesto que la mayoría de disipadores no tienen una única compatibilidad, os recomendamos que lo miréis con cuidado. Cada modelo es un mundo y puede haber diferencias notables.
Mejores disipadores Ryzen para el socket AMD AM4: ¿Qué son?
Ahora bien, ¿qué es un disipador de calor? Antes de continuar con el presente tema nos gustaría explicaros, a grandes rasgos, que son estos elementos. De manera muy general podríamos decir que son componentes que nos ayudan a eliminar parte del calor que genera nuestro ordenador cuando está en funcionando. Obviamente, esto es una redundancia. Así pues, podemos extender su descripción diciendo que esta tarea es muy importante para mantener nuestros componentes en buen estado.
Cuando una determinada pieza supera cierta temperatura, su rendimiento puede empeorar. Asimismo, puede degradarse. O lo que es lo mismo, empezar a estropearse. Es por esto mismo que todos los ordenadores, emplean una construcción basada en AM4 o cualquier otra, necesitan de los mejores disipadores posibles dentro de sus características individuales. Por norma general, casi todos los usuarios suelen enfocarse muchísimo en la tarjeta gráfica y la CPU, y no es por nada.
Son dos de los elementos que mayor temperatura alcanzan cuando están funcionando, pero no son los únicos que lo necesitan. Los chipsets de la placa base, la memoria RAM, los transistores de la fuente de alimentación y/o, por ejemplo, las unidades de almacenamiento también necesitan disipar el calor que generan. En muchos casos, eso sí, este mismo calor lo disipamos a través de los propios sistemas de refrigeración que usamos con la CPU y la GPU.
¿Y cómo lo hacen? Hay varios sistemas, por lo que cada uno lo hace a su manera, pero el concepto básico —dicho de manera muy simplista— es coger ese calor y llevarlo a otro medio. Algunos lo hacen a través de sistemas basados en líquido, mientras que la gran mayoría disipan ese calor hacia el aire. ¿Y cómo podemos saber cómo lo hace cada uno? Según el tipo que sea.
Tipos de disipador
Antes de empezar, queremos aclarar una cosa: aunque hay otros tipos (por inmersión, por ejemplo), solo vamos a citar los que habitualmente están al alcance del público general. Es decir, que no vamos a hablar de todos, solo de los más comunes. Del mismo modo, los vamos a ver de manera superficial para no andarnos muy por las ramas. Si queréis saber más sobre el tema, podéis consultar nuestro artículo sobre todos los tipos de refrigeración. Dicho esto, son:
- Disipadores Pasivos. Estos disipadores no tienen componentes mecánicos, como ventiladores, y dependen de las aletas de aluminio o cobre para disipar el calor. Se utilizan en componentes de bajo consumo y temperatura, como fases VRM, chipset, memoria RAM y SSD M.2.
- Disipadores Activos. Son aquellos que incorporan al menos un ventilador para generar un flujo de aire que ayuda a disipar el calor de manera más rápida y eficiente. Pueden tener diferentes formatos, como bloques, diseños en forma de «U» o perfil bajo, y se utilizan en procesadores y tarjetas gráficas que generan más calor.
- Refrigeración Líquida. Estos sistemas transfieren el calor directamente a un líquido refrigerante, generalmente agua destilada. Incluyen una bomba para mover el líquido, un bloque que se instala sobre el procesador para absorber el calor, un radiador para disipar el calor del líquido refrigerante, tubos para la circulación del líquido y un ventilador para generar un flujo de aire a través del radiador. Dentro de la refrigeración líquida, existen dos variantes: los sistemas All-in-One (AIO) que vienen preensamblados y son fáciles de instalar, y los sistemas personalizados (custom) que requieren la compra de componentes por separado y conocimientos técnicos para su montaje.
¿Por qué es bueno elegir el mejor posible?
Dicho esto, cabría preguntarse por qué es necesario escoger la mejor refrigeración posibler para nuestro ordenador. La respuesta —sea que estéis buscando un sistema para vuestro AM4, queráis saber cuáles son las mejores para un LGA 1700 de doceava o treceava generación, etc.— siempre es la misma:
- Control y gestión de la temperatura. Los procesadores, al igual que el resto de componentes del PC, generan calor cuando están en funcionamiento. Si no se regula adecuadamente, puede alcanzar valores peligrosos, lo que pone en riesgo la integridad de nuestro ordenador. El sobrecalentamiento puede reducir el rendimiento del ordenador, causar cuellos de botella, inestabilidad en el sistema e incluso daños permanentes en diversos componentes. Un buen sistema de refrigeración ayuda a mantener la temperatura bajo control y prevenir estos problemas.
- Optimización del rendimiento. Relacionado con el punto anterior, los procesadores funcionan de manera más eficiente y obtienen mejores resultados cuando su temperatura está regulada y no se sobrecalientan. Esto permite alcanzar velocidades de reloj más altas y un mejor rendimiento en tareas que requieren mayor potencia, como juegos o edición y renderizado de videos.
- Prolongación de la vida útil de los componentes. Mantener una temperatura adecuada y evitar el sobrecalentamiento del procesador y otros componentes ayuda a prolongar su vida útil. Cuando un componente se expone a altas temperaturas por encima de los valores recomendados, puede sufrir daños y perder parte de su rendimiento. Una refrigeración eficiente protege los componentes y extiende su vida útil.
- Reducción del ruido. Algunos disipadores de calor, especialmente los de alta gama, están diseñados para funcionar de manera silenciosa. Utilizan ventiladores de alta calidad y diseños eficientes para mantener las temperaturas bajo control sin generar mucho ruido. Esto es especialmente importante si buscas un entorno de trabajo o juego silencioso.
- Overclocking. Si estás interesado en realizar overclocking, es decir, aumentar la velocidad de tu tarjeta gráfica o procesador más allá de las especificaciones de fábrica, un buen disipador de calor es esencial. El overclocking genera más calor, por lo que necesitarás una solución de enfriamiento adecuada para mantener las temperaturas estables y evitar problemas de estabilidad.
Mejores disipadores Ryzen para el socket AMD AM4: ¿Qué debemos tener en cuenta?
Llegados a este punto, y recuperando en ciertos momentos otros detalles de los que ya os hemos hablado, toca valorar cuáles son los aspectos que debemos tener en cuenta a la hora de elegir un disipador u otro. Es por esto mismo que os hemos hablado de los diferentes tipos, puesto que esto influye en el sistema y en el precio, por ejemplo. Dicho esto, vamos con todo lo que debemos tener en cuenta para elegir los mejores disipadores para el socket AMD AM4 de Ryzen.
Lo primero que debemos tener en cuenta, con todo esto en mente, es el TDP. A fin de cuentas, esto nos indica cuando calor puede disipar el componente en vatios. Mediante este valor seremos capaces de terminar, de manera aproximada, si el modelo que hemos escogido es capaz o no de mantener la CPU, por ejemplo, lo suficientemente fría como para mantener su rendimiento al máximo.
Así pues, si la TDP (Thermal Design Power) de un disipador para una CPU, tomando este componente como ejemplo de nuevo, nos indica cuando calor puede disipar —válgase la redundancia— en vatios. Si nuestro sistema de refrigeración no puede mantener el ritmo, el disipador irá todo el tiempo a máxima potencia, lo cual no es bueno, y el rendimiento del PC será inferior al no estar lo suficientemente fría.
Y sí, el disipador puede seguir funcionando aunque su TDP sea más baja que la de la CPU, pero producirá un cuello de botella y hará que todo vaya a peor. Esto puede resultar en una disminución del rendimiento y una menor vida útil de la CPU. Por lo tanto, es fundamental elegir un disipador que pueda cumplir con el TDP de tu CPU.
El tipo es muy importante
En cuanto a los tipos de enfriadores, hay varias opciones disponibles. Los disipadores de aire son los más comunes y utilizan aletas de metal, como aluminio o cobre, para disipar el calor. Estos disipadores se combinan con ventiladores que ayudan a generar un flujo de aire para enfriar el calor y disiparlo. Los disipadores de aire son generalmente más económicos, pero también pueden ser más ruidosos en comparación con otras opciones.
Otra opción son los disipadores de circuito cerrado (AIO) o refrigeración líquida todo en uno. Estos sistemas utilizan un líquido refrigerante que circula a través de una serie tubos y un bloque de enfriamiento para absorber el calor de la CPU. El líquido refrigerante luego se enfría —válgase la redundancia— en un radiador equipado con ventiladores. Los sistemas AIO ofrecen una mayor capacidad de disipación de calor y, en general, funcionan de manera más silenciosa en comparación con los disipadores de aire. Sin embargo, son más caros y pueden requerir un espacio adicional para el montaje del radiador.
Por otro lado, los disipadores de circuito abierto o personalizados permiten una mayor flexibilidad en la construcción de tu sistema de enfriamiento. Estos sistemas te permiten elegir y combinar componentes como la bomba, el bloque de enfriamiento y el radiador según tus necesidades y preferencias. Los sistemas de circuito abierto pueden ser más complejos de configurar y requieren un mayor conocimiento técnico, pero brindan la oportunidad de lograr un rendimiento y una estética personalizados.
Ruido, tamaño y precio
El ruido es otro aspecto a considerar al elegir un disipador de calor. Los ventiladores de los disipadores generan ruido al funcionar a altas velocidades. Si prefieres un entorno silencioso, puedes optar por disipadores con ventiladores más grandes, ya que tienden a ser más silenciosos al mover la misma cantidad de aire a velocidades más bajas. Además, algunos fabricantes ofrecen opciones de control de velocidad de los ventiladores, lo que te permite ajustar la configuración para un equilibrio entre rendimiento y ruido.
El tamaño del disipador también es crucial, ya que debe encajar adecuadamente en la caja del PC. Debes tener en cuenta el espacio disponible en tu caja y asegurarte de que el disipador no interfiera con otros componentes, como los módulos de memoria o las tarjetas gráficas. Los disipadores más grandes, como los de doble ventilador, pueden requerir más espacio, mientras que los disipadores de perfil bajo o planos son más adecuados para sistemas compactos con restricciones de espacio.
El precio es otro factor a considerar. Los disipadores de aire suelen ser más económicos en comparación con los sistemas de refrigeración líquida. Sin embargo, los disipadores más eficientes con capacidades de disipación térmica más altas y características adicionales, como iluminación LED, pueden tener un precio más elevado. Considera tu presupuesto y el equilibrio entre rendimiento y características que deseas obtener.
Compatibilidad y conclusiones
La compatibilidad del disipador con tu socket de CPU es esencial. Asegúrate de que el disipador sea compatible con el zócalo de tu placa base y el resto de componentes. Consulta las especificaciones y busca un disipador que incluya los soportes de montaje adecuados. En caso de que el zócalo sea nuevo o poco común, es posible que debas buscar opciones adicionales de montaje o retenedores.
En conclusión, al elegir un disipador de calor para tu ordenador, debes considerar la capacidad de disipación térmica, el tipo de disipador, el ruido, el tamaño, la compatibilidad y el precio. Cada factor desempeña un papel crucial en el rendimiento, la eficiencia y la experiencia general de tu sistema de disipación de calor.
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