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CiberSeguros: ¿Qué es un ciberseguro y de qué protege ante potenciales ataques?

Actualizado a: 12 de abril de 2024

Las amenazas cibernéticas son una de las mayores preocupaciones de los internautas a día de hoy. Por eso la seguridad en línea se está convirtiendo en una prioridad absoluta tanto para autónomos como para empresas. Pero, ¿qué sucede cuando, a pesar de todos los esfuerzos, las defensas se ven vulneradas?

Aquí es donde entra en juego el ciberseguro. Enfrentarse a los riesgos cibernéticos, que suelen ser complejos y a menudo desalentadores, puede volverse mucho más fácil si tienes puesto en marcha un plan de seguridad proactivo. Y los ciberseguros pueden ser muy útiles para ello.

En este artículo, vamos a profundizar en qué implica exactamente un ciberseguro y cómo puede servir como un escudo vital para las empresas frente a las posibles amenazas del mundo digital.

¿Qué es un ciberseguro?

Un ciberseguro, también conocido como seguro de ciberseguridad o seguro de responsabilidad en materia cibernética, es un tipo de póliza diseñada para cubrir los riesgos asociados con la seguridad informática y la protección de datos.

En términos más simples, proporciona a las empresas una capa adicional de defensa ante posibles ataques cibernéticos, los cuales podrían comprometer su información confidencial o interrumpir sus operaciones comerciales.

Estas pólizas, además de estar enfocadas en la protección de datos, también pueden incluir coberturas relacionadas con la recuperación de la información perdida, la responsabilidad civil por la divulgación de datos de clientes, los gastos de notificación en caso de brechas de seguridad, entre otros aspectos cruciales en la gestión de incidentes cibernéticos.

¿Cuáles son las coberturas típicas de un ciberseguro?

La cobertura de un ciberseguro puede cambiar dependiendo de las necesidades específicas de cada negocio, los tipos de información que guarda y el sector al que pertenece.

En general, existen dos tipos de cobertura: la de primera parte, que cubre las pérdidas directas de la empresa como la recuperación de datos y la restauración de sistemas, y la de terceros, que cubre los daños a individuos externos a la empresa, como clientes cuyos datos han sido comprometidos.

En cuanto a las pérdidas concretas, los ciberseguros suelen cubrir:

  • Interrupciones en la operatividad del negocio: si un ciberataque causa la caída de los sistemas informáticos y provoca pérdidas de ingresos, el seguro puede compensar total o parcialmente esas pérdidas.
  • Responder y corregir amenazas: el seguro puede financiar la respuesta al incidente, las reparaciones de sistemas, investigaciones forenses y otros servicios necesarios tras un ataque cibernético.
  • Gastos legales: las pólizas pueden asistir con los costes legales derivados de un ciberataque, como demandas de clientes, e incluso proporcionar representación legal.
  • Recuperación post robo de datos: ante el robo de información personal o confidencial, como números de tarjetas de crédito, el seguro puede cubrir los costes de notificar a los afectados y ofrecer servicios como monitoreo de crédito.
  • Acción regulatoria: en sectores altamente regulados, como la salud o servicios financieros, donde intervienen autoridades regulatorias, el seguro puede cubrir los costes de auditorías y sanciones.
  • Gestión de reputación: en caso de necesitar mejorar la imagen de marca tras un ataque, algunas pólizas pueden ayudar a cubrir los costes de contratar relaciones públicas u otras acciones.
  • Pagos de rescates: aunque muchas pólizas incluyen la cobertura de ransomware, algunos proveedores están limitando esta opción debido a los elevados costes de los rescates.

La importancia de contar con un ciberseguro

Las empresas que almacenan datos de clientes o dependen de la tecnología, es decir, la gran mayoría, enfrentan riesgos de ciberseguridad. Y aunque los equipos de seguridad pueden tomar medidas para reducir estas amenazas, no pueden evitarlas por completo.

Además, las pólizas de seguros estándar para negocios generalmente no cubren pérdidas por ciberdelitos como ataques de ransomware o estafas de compromiso de correo electrónico, dejando a las empresas responsables de los costes totales.

Así que para abordar esta brecha, surgieron las pólizas de ciberseguros, que cubren pagos de rescate, eliminación de malware y otros costes relacionados con ataques cibernéticos. Estas pólizas ayudan a las empresas a limitar los daños, recuperarse más rápido y mejorar su capacidad de resistencia ante ciberataques.

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