- Puertos verticales PCIe-over-USB para simplificar cableado y aumentar fiabilidad.
- Diagnóstico al arranque con detección de estado de GPU y LEDs de depuración.
- Modo de minería en UEFI: carriles PCIe Gen 1 y ajustes listos para 24x7.
- Especificaciones ATX, LGA1151, 2 DIMM, 2 SATA, Intel Gigabit y 20 risers USB dedicados.
Si estás valorando montar o ampliar una granja de criptominería basada en GPU, la Asus H370 Mining Master es una de esas placas que marcan la diferencia en densidad, mantenimiento y estabilidad. En lugar de seguir el esquema clásico de risers USB con tarjetas PCIe x1, este modelo adopta un planteamiento mucho más limpio y robusto con puertos verticales USB sobre PCIe que simplifican el cableado y reducen puntos de fallo. El objetivo es claro: más tarjetas gráficas por nodo, menos tiempo parado y diagnósticos rápidos cuando algo falla.
Esta placa nace como evolución de la exitosa B250 Mining Expert, un referente que permitió tanto a aficionados como a operaciones industriales dar el salto a configuraciones más grandes. Con la experiencia recopilada y las lecciones aprendidas de miles de rigs, Asus afinó la fórmula en esta generación: soporte para hasta 20 gráficas, útiles en ciertas configuraciones para minar, herramientas de verificación al arrancar y ajustes específicos de firmware listos para minar sin pelearte con el menú UEFI. Para muchos, la H370 Mining Master supuso un paso adelante en densidad, fiabilidad y facilidad de gestión.
Contexto, objetivo del diseño y presentación en feria
Asus presentó de forma oficial la H370 Mining Master con un mensaje muy directo: densidad de GPUs por equipo, simplicidad de conexión y menos tiempo invertido en resolver incidencias. La compañía mostró el modelo funcionando a plena carga durante Computex en Taipéi, con una plataforma dedicada en el stand M410 de Nangang Hall entre el 5 y el 9 de junio. La idea era enseñar en vivo un rig operando con todas las ranuras activas y evidenciar que la placa aguanta el ritmo de una instalación real.
Quien quisiera una vista previa técnica, más allá de la demostración, podía consultar el avance publicado en el portal editorial de la marca, ASUS EdgeUp, con detalles y primeros planos del sistema. Este aterrizaje público confirmó el enfoque de segunda generación que Asus había consolidado después del éxito del modelo B250 orientado a minería.
Puertos verticales PCIe-over-USB: menos piezas, menos problemas
En rústico, la mayoría de rigs tradicionales usan elevadores compuestos por tres piezas: una pequeña tarjeta x1 que se inserta en la placa base, un cable USB que actúa como puente y una ranura x16 donde se ancla la GPU. Esto suma conectores, cables, adaptadores y, en definitiva, puntos donde algo puede aflojarse o fallar con el tiempo. La H370 Mining Master rompe esa cadena sustituyendo las ranuras x1 por bancos de puertos verticales USB sobre PCIe que permiten enchufar directamente los cables a la placa.
Ese cambio, que sobre el papel parece menor, tiene varias consecuencias prácticas: la conexión es más sólida, disminuye el riesgo de desconexiones accidentales y el montaje resulta mucho más limpio. Además, al haber menos elementos, se reducen costes y tiempos de diagnóstico cuando una GPU no responde como debería. En rigs grandes, esta simplificación hace la vida más sencilla y ahorra horas de mantenimiento a la larga.
La propia distribución de los puertos permite una gestión más ordenada de los mazos de cables que suben a cada gráfica. Con menos adaptadores flotando por la estructura, se mejora el flujo de aire y se minimiza la fricción mecánica sobre conectores críticos. Un cableado más claro implica menos calentones, menos holguras y menos visitas al rig para empujar una ficha suelta.
Diagnóstico al arranque y LED de depuración
Una de las señas de identidad de esta placa es la Detección de estado de GPU al encender. Nada más arrancar, la placa escanea los 20 puertos verticales y te indica si cada uno está vacío, está conectado a una tarjeta funcional o si, por el contrario, da problemas. La interfaz gráfica vinculada a este chequeo marca cada posición con su código alfanumérico y estado, de modo que sabes exactamente qué GPU está fallando y dónde está conectada.
Este diagnóstico inicial se complementa con LED de depuración a bordo que se iluminan individualmente cuando el problema proviene de componentes básicos como la memoria o el procesador. Así no te toca jugar a la ruleta de desconectar y conectar a ciegas: el sistema te guía y recorta el tiempo de inactividad, que es lo que más duele en minería.
La combinación de prueba automática al inicio y señalización física con LEDs elimina mucha incertidumbre. Especialmente en chasis abiertos repletos de tarjetas, saber en qué puerto exacto mirar y qué componente sospechar te ahorra bastantes tirones de cable. Cuando cada minuto parado es dinero, estas ayudas de placa se pagan solas.
UEFI con modo minería listo para usar
Para mejorar la compatibilidad con elevadores USB y tarjetas variadas, la H370 Mining Master configura los carriles PCIe a velocidad Gen 1 en su modo específico para minería. Puede sonar conservador, pero esta elección reduce conflictos y asegura estabilidad, que al final es lo que interesa en un entorno 24×7. Además, activa de serie múltiples ajustes pensados para granjas basadas en GPU, evitando que tengas que perder tiempo peinando cada pantalla del firmware.
Gracias a este preajuste, sacar el rig funcionando es más directo: menos pasos, menos sorpresas, menos reinicios. Si alguna vez has lidiado con combinaciones peculiares de GPUs, risers y BIOS, sabrás que la fiabilidad parte de quitar variantes. El modo de minería de esta placa busca precisamente eso: reducir variables y que todo arranque del tirón.
Especificaciones técnicas detalladas
Más allá de la filosofía de diseño, conviene repasar el hardware con calma. Estamos ante una placa base formato ATX con unas dimensiones aproximadas de 12 por 9,1 pulgadas, un tamaño clásico y compatible con la mayoría de estructuras para rigs.
En el zócalo, la placa utiliza LGA 1151 con soporte para la familia Intel de 8.ª generación, incluyendo procesadores Core, Pentium y Celeron. Para minería, donde la CPU no suele ser el cuello de botella, esto permite ajustar presupuesto sin perder estabilidad. El abanico de CPUs Intel soportadas es ideal para priorizar coste por nodo y consumo moderado.
La memoria RAM se organiza en dos ranuras DIMM con un máximo de 32 GB admitidos. Compatible con DDR4 a 2666, 2400 y 2133 MHz, en modalidad no ECC y sin búfer. En la práctica, con 8 o 16 GB es suficiente para la mayoría de mineros por GPU, salvo escenarios de uso mixto. Dos bancos simplifican la configuración y evitan gastos innecesarios en un rig pensado para trabajar sin florituras.
En lo referente a expansión, la placa integra una ranura PCIe x16 convencional, y el resto del despliegue para GPUs se realiza a través de los 20 puertos verticales USB sobre PCIe ya mencionados. Ese conjunto de 20 conectores es la clave que permite alcanzar la alta densidad de tarjetas gráficas para minar por equipo.
Para almacenamiento, encontramos dos conectores SATA a 6 Gb/s, más que suficientes para un SSD de sistema y, si se quiere, un segundo disco para registros o imágenes. La minería no exige IOPS extremos, así que esta dotación encaja con lo que realmente se necesita.
En red, la placa monta un controlador Gigabit Intel, una elección clásica por estabilidad y compatibilidad. Bien afinado con un buen switch, garantiza que el equipo se mantenga reportando sin caídas. La conectividad Ethernet de Intel es un valor seguro en granjas con decenas de nodos.
El apartado USB genérico no se queda corto: dispone de 6 puertos USB 3.1 Gen 1 para periféricos o utilidades y 4 USB 2.0 o 1.1 para tareas básicas donde no hace falta ancho de banda. Esta separación permite reservar los puertos de alta velocidad para lo que realmente aporta y dejar los sencillos para teclado, ratón o controladores básicos.
Por último, incluye un encabezado COM interno para quien necesite comunicación serie en integraciones concretas o sistemas de monitorización legacy. Es un añadido pequeño, pero útil en entornos industriales o de control donde el puerto serie sigue vivo.
Conectividad para GPUs: 20 puertos verticales bien identificados
La estrella del conjunto son los 20 puertos verticales pensados para risers USB que llevan las líneas PCIe. Cada conector está identificado con su código, y esa nomenclatura se refleja en las pantallas de diagnóstico para que no haya pérdidas. A mayor número de GPUs, más necesitas orden; por eso la placa se preocupa de que la topología sea clara desde el minuto uno. Además, si trabajas con tarjetas gráficas de segunda mano, esta identificación facilita mucho las comprobaciones iniciales.
A nivel físico, el uso de puertos verticales ayuda a que los cables suban en paralelo hacia las tarjetas sin forzar giros bruscos. Menos tensión en conectores significa menos incidencias por vibraciones o montajes apretados. En racks con triple fila de GPUs, se nota mucho esta ergonomía de cableado.
Mantenimiento y operación: pensar en horas de vuelo
En minería, lo importante es el tiempo efectivo trabajando. Por eso la suma de autodiagnóstico, LEDs de depuración y conexiones directas reduce significativamente la necesidad de toquetear. Menos piezas y mejor visibilidad de fallos equivalen a menor coste operativo y a una vida más tranquila para quien gestiona el rig. Además, en mantenimiento conviene revisar elementos como los pads térmicos en VRAM y VRM para asegurar estabilidad térmica cuando las tarjetas llevan meses funcionando.
Cuando aparece una alerta, la interfaz te dice cuál es el puerto afectado y te orienta sobre la naturaleza del fallo. En muchos casos basta con revisar la alimentación del riser, el cable USB o reseat de la GPU, sin desmontar media granja. Localizas rápido, actúas rápido y vuelves a minar rápido; así de simple.
Instalación práctica: del banco de pruebas al rack
El tamaño ATX y el mapeo de puertos permiten tanto montajes en bancadas abiertas como en estructuras modulares de varios niveles. Un SSD en uno de los SATA, un procesador Intel de gama contenida y 8-16 GB de RAM son suficientes para echar a andar. Después, lo que manda es la fuente de alimentación, la distribución de railes y una ventilación coherente con la densidad de tarjetas.
Para evitar cuellos por temperatura, conviene ordenar los cables de los risers en vertical y usar bridas suaves que no pellizquen. Si combinas GPUs de fabricantes distintos, probar primero en banco con el modo minería activo te ahorra sorpresas. La placa ya pone de su parte con su perfil UEFI; si tú pones orden en la estructura, el tándem funciona.
Detalle de puertos y recuento de E/S
Resumiendo conectividad por familias, la placa ofrece: un slot PCIe x16 tradicional, veinte puertos verticales USB sobre PCIe dedicados a las GPUs, seis USB 3.1 Gen 1, cuatro USB 2.0 o 1.1, dos SATA a 6 Gb/s, un puerto de red Gigabit Intel y un encabezado COM interno. Con esto, cubres desde periféricos y almacenamiento hasta el grueso de tarjetas, sin recurrir a expansores exóticos.
Esta distribución también facilita que, si necesitas reemplazar un componente, no dependas de adaptadores raros. Todo es estándar y fácil de encontrar, un detalle que se agradece cuando la granja no puede parar. La estandarización reduce tiempos muertos y simplifica el stock de repuestos.
El legado de la B250 y la madurez de la H370
La B250 Mining Expert supuso en su día un punto de inflexión por llevar al gran público instalaciones con muchas GPUs por equipo. La H370 Mining Master recoge el testigo y afina la receta con un enfoque más directo al problema del cableado y la diagnosis. El salto no es solo de chipset: es un cambio de arquitectura de conexión para ganar robustez.
Quien llegue desde plataformas caseras con risers tradicionales va a notar la diferencia de orden y de estabilidad, especialmente al cabo de los meses. Es ahí donde menos piezas equivalen a menos sucedidos. El ahorro no solo está en el coste inicial, sino en el mantenimiento invisible del día a día.
Demostraciones y cobertura
En Computex, la placa se exhibió operando a plena capacidad, un gesto poco habitual porque poner 20 GPUs a trabajar en público es la mejor forma de enseñar que el diseño está pensado para el mundo real. El stand M410 de Nangang Hall fue parada obligatoria para cualquiera que siguiera de cerca la minería por GPU.
Para quienes preferían verlo desde el sofá, el avance en ASUS EdgeUp ofreció una panorámica técnica y material gráfico con la placa en detalle. Es una lectura útil para comparar con tu setup actual y valorar qué te aporta el cambio. Documentación oficial y demostraciones públicas dan confianza a la hora de apostar por una base de plataforma.
No es la única así…
Existen otros casos, desde placas base personalizadas con 36 puertos USB, hasta algunas comerciales como la ASRock Z870 Taichi Aqua con 8x USB-C…

