- Casos verificados: RTX 5090 “vacías” (sin GPU ni GDDR7) y envíos con relleno y una GPU antigua.
- Señales de alerta: precintos rotos, tornillos marcados, contactos PCIe opacos y almohadillas sin contacto.
- Contexto: presión de la IA, precios altos y fallos puntuales (pantallazo negro con PCIe 5.0).
- Cómo protegerte: compra en tiendas fiables, graba el unboxing y fuerza PCIe 4.0 si tienes problemas de drivers.
La escena del hardware está patas arriba tras varios casos en los que clientes han recibido una supuesta GeForce RTX 5090 que, al abrirla, resultó estar “vacía”: sin el chip gráfico ni los módulos de memoria VRAM. Hablamos de unidades de marcas como MSI, Zotac o GIGABYTE adquiridas en tiendas tan populares como Amazon, lo que dispara las dudas sobre la seguridad de la cadena de suministro y la sofisticación de ciertas estafas.
No se trata de rumores aislados: hay al menos un caso documentado en Francia con una MSI GeForce RTX 5090 Ventus 3X, otro en el que una Zotac RTX 5090 llegó a un técnico sin GPU ni GDDR7, y un tercero en Amazon NL donde, en lugar de la 5090 comprada, el comprador halló pasta, arroz y una GPU antigua. En paralelo, algunos usuarios reportan pantallas negras tras actualizar drivers en sus RTX 5090, un problema que apunta a compatibilidades con PCIe 5.0 y ciertas placas base. Este artículo recopila y cruza toda esa información para que sepas qué está pasando y cómo protegerte.
Los casos que han encendido las alarmas: RTX 5090 sin chip ni VRAM
El caso más sonado en Europa ocurrió en Francia, donde el usuario Nice-Screen-4193 compró una MSI GeForce RTX 5090 Ventus 3X en Amazon a un precio atractivo (1.858 euros) y supuestamente “nueva”. Al inspeccionarla, detectó señales claras de manipulación: tornillos del backplate sin precinto antifraude y contactos PCIe dorados apagados y con desgaste. Al desmontar el sistema de refrigeración, descubrió que no había ni chip gráfico ni memorias VRAM; solo quedaban las huellas de soldadura sobre el PCB.
Este patrón no es nuevo. Semanas antes, otro comprador había pagado unos 2.000 dólares por una Zotac RTX 5090 y, al abrirla, el técnico del canal de YouTube Northwestrepair halló el PCB “limpio” de componentes críticos: sin die de GPU ni módulos GDDR7, pero con el conector de 16 pines, VRM y salidas de vídeo intactos. Incluso había un tornillo suelto que habría impedido al comprador desmontar el disipador por su cuenta, empujándolo a llevar la tarjeta a reparación.
La sofisticación del fraude es preocupante: ya no hablamos de cajas con objetos de peso (mochilas, ladrillos) para simular una GPU, sino de tarjetas gráficas reales “canibalizadas” que visualmente pueden pasar un primer vistazo. La extracción de GPU y memorias es tan meticulosa que, si no desarmas el cooler o no detectas pistas claras, podrías no darte cuenta hasta que no hay señal de vídeo o los ventiladores ni siquiera giran.
Como agravante, uno de estos casos fue “vendido y enviado por Amazon”. Que una unidad así termine rotando por el inventario de un gigante del retail revela que el control de integridad puede fallar, especialmente cuando hay devoluciones, reetiquetados y logística a gran escala donde se cuelan productos manipulados.
Las sospechas apuntan a operaciones de despiece en las que se retiran GPU y memorias para su reutilización en hardware orientado a IA. Tras ese despiece, algunas tarjetas “vacías” reaparecen en el canal minorista, camufladas como nuevas o reacondicionadas, y terminan en manos de compradores legítimos.
Señales de manipulación: lo que debes revisar nada más recibirla
Hay indicios que saltan a la vista si sabes dónde mirar. En el caso francés, el comprador detectó tornillos del backplate sin precintos antifraude o con marcas de haber sido retirados. Eso ya es una bandera roja en un producto marcado como “nuevo”.
Comprueba el conector PCIe de la tarjeta. Si los contactos dorados se ven opacos, rayados o con desgaste, puede significar que la GPU no es realmente nueva o que alguien la ha manipulado y recolocado tras usarla. Este fue otro indicio clave antes de desmontar el cooler.
Ilumina con una linterna a través de las ranuras del disipador. En la MSI Ventus 3X, el usuario vio que las almohadillas térmicas no hacían contacto con ningún chip de memoria. Si tienes algo de experiencia, esta observación te permite sospechar que la VRAM no está donde debería.
Si decides desmontar (y no te importa anular garantía), hazlo con cuidado para comprobar si faltan el die de la GPU y los módulos GDDR7. En los casos analizados, el PCB mostraba solo puntos de soldadura, mientras que VRM, conectores y salidas de vídeo estaban intactos para dar apariencia de normalidad.
Ante la mínima sospecha, graba el unboxing. Un vídeo continuo desde la apertura del paquete hasta la inspección de la tarjeta te da pruebas sólidas para el soporte en caso de devolución o disputa con el vendedor o la plataforma.
¿Por qué ocurre? La hipótesis del despiece para IA y su impacto
La demanda de chips gráficos de alto rendimiento para IA ha cambiado el tablero. Informes y testimonios apuntan a que algunas RTX 5090 se “canibalizan”: se extrae la matriz de GPU y la VRAM para reciclarlos en tarjetas o dispositivos orientados a entrenamiento de modelos, donde cada chip es oro.
La 5090 es especialmente golosa para este tipo de prácticas por su rendimiento y su potencial en cargas de IA. Aunque no sea un producto “data center”, la presión por conseguir silicio de alto nivel puede incentivar estas operaciones paralelas que luego filtran “carcasas” de GPU al canal retail.
El problema no se limita a Asia. Uno de los casos más sonados se produjo en Francia, y otro en Países Bajos (con envío desde España), lo que indica que la reintroducción en cadenas minoristas europeas es posible cuando fallan los filtros de control y autenticidad.
En términos prácticos, el usuario final asume el riesgo: compra una tarjeta tope de gama a un precio tentador y recibe un PCB mutilado que no funcionará jamás. La única salida es una devolución o un reembolso, con el coste de tiempo y frustración que implica, especialmente si la respuesta del soporte se limita a “cualquier producto puede tener defectos”.
Cuando la caja trae arroz y pasta: la 5090 “convertida” en una RTX 2080 Ti
Otro caso reciente ilustra la variedad del fraude: un usuario de Reddit compró una GIGABYTE RTX 5090 AORUS MASTER en Amazon NL y recibió un paquete que contenía arroz, pasta y una GPU vieja. Al revisar las imágenes, la tarjeta resultó ser prácticamente idéntica a una KFA2 GeForce RTX 2080 Ti EX.
Más allá del engaño en el modelo, el impacto práctico es evidente: quien buscaba mover una pantalla de 7.680 x 2.160 píxeles con la 5090 se topa con un rendimiento que hoy equivale a una gama media (nivel RTX 3070 Ti/RTX 5060 Ti 16 GB, de forma orientativa), totalmente insuficiente para ese escenario.
El pedido estaba marcado “como nuevo” y lo gestionó un minorista que enviaba desde España. El comprador no llegó a probar ni la tarjeta antigua ni, por supuesto, el contenido alimentario, y abrió de inmediato el proceso de devolución con Amazon. Son casos raros, pero no imposibles si el circuito de devoluciones y reacondicionamientos falla.
Estas tretas suelen apoyarse en el caos de los lanzamientos: stock bajo, precios inflados y urgencia por comprar “la última unidad”. Cualquier oferta al MSRP en ese contexto debe levantar sospechas, especialmente si no se compra a un distribuidor oficial o a un vendedor de total confianza.
Pantallazo negro tras actualizar drivers: un problema distinto, pero real
Separado del fraude físico, algunos usuarios reportan que, tras actualizar drivers de soporte para las RTX 5090, la pantalla queda en negro y la GPU no vuelve a levantar. Se han visto casos en modelos de diversos ensambladores (Manli, Colorful e incluso Founders Edition).
Las primeras pistas apuntan a la compatibilidad con PCIe 5.0 en combinación con placas base concretas. Aunque no hay aún una solución oficial, una medida temporal es forzar PCIe 4.0 en BIOS hasta que fabricantes y NVIDIA aclaren el problema y emitan correcciones.
Algunos afectados no han conseguido “revivir” la tarjeta ni con drivers anteriores, lo que agrava la preocupación. Por eso, si tu placa base y BIOS lo permiten, bloquear el bus en PCIe 4.0 puede ahorrarte un disgusto mientras llegan actualizaciones de firmware o drivers más maduros.
Lo que dicen las cifras: especificaciones, precios y el empuje de la IA
Las RTX 50 llegaron en un contexto complejo. Durante la presentación, NVIDIA volcó gran parte del foco en IA, y el lanzamiento comercial vino con un stock limitado y precios por encima del MSRP en muchos mercados. La 5090, por rendimiento, se ha convertido en objeto de deseo, pero también en terreno abonado para estafas.
Sobre la RTX 5090 han circulado varias cifras. Algunas filtraciones hablaban de 21.760 núcleos CUDA, 32 GB de GDDR7 sobre bus de 512 bits y hasta 600 W de consumo. Otras descripciones técnicas elevan la cuenta hasta 24.576 CUDA repartidos en 12 GPC con 192 SM, 768 Tensor de 5ª gen, 192 RT y 768 unidades de textura. La disparidad evidencia que parte de los datos llegan de diferentes fuentes y momentos del desarrollo.
En precios, se llegó a plantear que la 5090 sería hasta un 25% más cara que una 4090 (cuyo lanzamiento oficial fue de 2.000 dólares). En Europa, se ha hablado de modelos superando los 2.500 euros, algo que encaja con la presión de la demanda y la percepción de exclusividad.
El trasfondo económico es la ley de oferta y demanda: la fiebre por la IA desvía interés y capacidad de producción hacia GPUs con alto valor para cómputo, subiendo el listón de precios y dejando a los jugadores tradicionales en segundo planos. Esta tensión se nota también en la disponibilidad, especialmente al principio del ciclo.
La falta de una competencia frontal en la gama más alta tampoco ayuda a contener precios. Aunque AMD ofrece alternativas interesantes en relación rendimiento/precio, NVIDIA domina los segmentos más lucrativos (IA, render profesional, gaming extremo), lo que le otorga margen para marcar el paso del mercado.
Errores de control de calidad: una RTX 5080 con “abrigo” de 5090
No todo es fraude; a veces es un fallo de ensamblaje. Un usuario reportó que una RTX 5080 Founders Edition llegó con el cooler serigrafiado como 5090. Windows y GPU-Z confirmaron que era una 5080 estándar: rendimiento y especificaciones correctas, solo el grabado del disipador era erróneo.
La explicación plausible es que ambas Founders comparten chasis y diseño (doble ranura y placas base similares, con diferencias en VRM), así que un desliz en la línea de montaje puede cruzar carcasas. Curiosamente, estos fallos pueden acabar convertidos en piezas “de colección”, pero complican la reventa si no queda bien documentado el origen.
Cómo minimizar riesgos al comprar una RTX 5090
Compra a distribuidores oficiales o tiendas de confianza. Evita vendedores de terceros sin historial claro, aunque la plataforma sea grande. La etiqueta “vendido y enviado por” importa, pero no es infalible si el circuito de devoluciones falla.
Desconfía de ofertas demasiado por debajo del mercado, sobre todo al inicio de la vida del producto. Si el stock es escaso y la demanda alta, un precio “demasiado bueno” es sospechoso por definición.
Graba el unboxing de principio a fin. Muestra la caja, sellos, etiqueta de envío, número de serie, blister interior y el estado visual de la GPU. Ese vídeo es tu seguro en caso de reclamación.
Inspecciona precintos y tornillería. Verifica que los tornillos del backplate con precinto antifraude están intactos y que no hay marcas de herramienta. Revisa el brillo de los contactos PCIe, el estado del conector de alimentación y que las almohadillas térmicas “asomen” donde deben.
Antes de montar, haz una prueba rápida: conecta en una bancada, observa si los ventiladores giran y si da señal de vídeo. Si algo no cuadra, no sigas; inicia devolución. No manipules más de lo necesario para no comprometer garantías.
Lo que nos deja esta ola de casos
Los ejemplos recopilados muestran dos realidades paralelas: por un lado, fraudes cada vez más elaborados que incluyen tarjetas físicamente manipuladas (sin GPU ni VRAM) e incluso paquetes con rellenos absurdos acompañados de una tarjeta antigua; por otro, fallos y compatibilidades pendientes en un ecosistema presionado por la demanda de IA, la escasez inicial y lanzamientos apresurados. Entender las señales, comprar con cabeza y documentar cada paso es hoy tan importante como mirar los FPS o los TFLOPS.