- Planifica rutas y flujo: usa pasacables, separa ramales y evita tapar ventiladores para mejorar temperaturas.
- Accesorios clave: bridas, velcros, fundas auto‑cierre, clips y peines de cable para un interior limpio y mantenible.
- Centraliza ventiladores con hubs/splitters y etiqueta mazos; prueba el equipo abierto para ajustar roces.
- Completa el orden fuera con bandejas, cajas para regletas y clips; menos lío, limpieza fácil y cables protegidos.
Si alguna vez has empezado a montar tu equipo soñando con un interior impecable y acabaste con un nudo marinero de cables, tranquilo: nos ha pasado a todos. Dentro de la torre, el desorden no solo afea, también afecta al flujo de aire, la limpieza y la facilidad para actualizar. Y fuera de la caja, la cosa puede convertirse en un caos similar si no hay un plan. Aquí vas a encontrar qué necesitas, cómo colocarlo y qué trucos funcionan de verdad.
La buena noticia es que con un puñado de accesorios baratos, un poco de planificación y algunas ideas probadas por la comunidad tech, puedes dejar tu PC y tu escritorio como un pincel. Verás soluciones de dentro de la torre (que es el quid de la cuestión) y también recursos para el entorno del monitor, porque un interior pulcro se agradece más cuando el exterior no parece una selva. Además, incluimos recomendaciones que editoras y editores de sitios especializados han puesto en práctica: regletas bien ubicadas, bandejas bajo mesa, clips autoadhesivos, tubos, cajas para ocultar fuentes y regletas, bases de carga y más.
Qué necesitas para ordenar y gestionar los cables dentro de la caja del PC

Antes de tocar una sola brida, conviene elegir bien la caja. Los chasis modernos traen pasacables con goma, carenado para la fuente (PSU shroud) y anclajes para bridas detrás de la bandeja de la placa. Si tu caja carece de ello, puedes compensarlo con clips autoadhesivos y guías, pero tener estas ayudas de serie facilita mucho el trabajo.
Planifica la longitud. Los cables 24‑pin ATX, EPS 8‑pin de CPU y PCIe para la GPU deben llegar sin tensión a sus conectores. Un exceso de longitud gobernado con velcro es preferible a un cable que queda tirante. Si usas extensiones con malla o sleeving estético, añade peines de cable (cable combs) para que queden paralelos y no invadan el flujo de aire.
Divide el interior en zonas: arriba (EPS de CPU), centro (24‑pin, USB 3.0/USB‑C frontal), zona GPU (PCIe), bahías y laterales (SATA y alimentación de SSD/HDD), y frontal/techo (ventiladores o radiador). Esta segmentación ayuda a decidir por dónde pasa cada ramal, qué agrupar y qué mantener separado. Un truco simple pero efectivo es marcar el destino con etiquetas finas en cada mazo.
Por último, piensa en el mantenimiento: vas a abrir la caja para limpiar y actualizar. Deja holgura donde vayas a desconectar a menudo (por ejemplo, los SATA de un SSD que cambias de vez en cuando) y agrupa los cables estacionarios con bridas fijas. Esa previsión evita cortar bridas cada dos por tres.
Planifica el recorrido y cuida el flujo de aire

El aire es el gran aliado del rendimiento. Nada de tapar las tomas delantera e inferior ni de cruzar mazos por delante de un ventilador. Prioriza rutas pegadas a los cantos del chasis, usa los ojales de goma y saca a la cámara trasera todo lo que puedas. Esto mejora la estética y, sobre todo, reduce la temperatura al despejar el pasillo central.
Respeta el radio de curvatura de los cables, especialmente SATA y USB 3.0 frontal (ese tocho azul/negro que asusta). Doblar más de la cuenta puede provocar falsos contactos. En los cables PCIe de la GPU, baja por el borde derecho usando pasacables cercanos a la tarjeta; si llevas extensiones con sleeving, un peine cerca del conector de la gráfica los mantiene rectos y sin invadir los ventiladores.
Detalla un itinerario por conectores: el 24‑pin suele entrar por el pasacables lateral, el EPS 8‑pin sube por la esquina superior izquierda, los SATA de datos corren pegados a los laterales hacia las bahías, y los front panel (power, reset, LED) se guían por la parte inferior para llegar discretamente al header. Así evitas cruzar caminos y logras que cada tramo siga una línea lógica, corta y limpia.
Ventiladores y AIO: centraliza. Con un hub PWM o un splitter de calidad, puedes unificar varios ventiladores a una sola cabecera de la placa (revisando el amperaje máximo permitido). Para una refrigeración líquida, agrupa las conexiones de bomba, ventiladores del radiador e iluminación en el mismo lado del chasis y fija el bundle con velcro en el reverso. Además de orden, te da control y mantenimiento más rápido.
Antes de cerrar, prueba. Arranca el equipo con el lateral retirado y escucha. Si un cable roza una hélice, lo notarás al instante. Aprovecha para ajustar bridas, recolocar un tramo que molesta o dar un poquito más de holgura al conector que vibra. Es el momento de la finura: dos minutos de ajuste ahorran horas de molestias.
Materiales y accesorios imprescindibles
Bridas de nylon: las de toda la vida. Son baratas, firmes y perfectas para mazos que no vas a tocar en meses. Recuerda cortar el sobrante en ángulo para no dejar aristas que arañen. Úsalas donde quieras fijación definitiva y acompáñalas de anclajes metálicos o de plástico del chasis.
Velcros y bridas reutilizables: tus mejores amigas para ramales que pueden cambiar. Son más caras que el nylon, pero abres y cierras sin herramientas. Funcionan genial con el 24‑pin, USB 3.0 frontal y agrupaciones de ventiladores.
Tubos y fundas con auto‑cierre: las mangas trenzadas tipo Alex Tech engullen varios cables y permiten sacar uno por una abertura cuando te interese. Ideales para crear un único tronco desde la fuente hacia los pasacables, y además desaniman a mascotas curiosas.
Clips y anclajes autoadhesivos: perfectos para crear puntos de sujeción extra donde el chasis no llega. Limpia bien la zona, pega el clip y sujeta con brida o guía. Son un salvavidas para llevar un cable pegado al borde sin que se descuelgue.
Etiquetas y alambres plastificados: los plastinudos, esos alambres forrados que vienen con cables o bolsas de pan, son mano de santo para atados ligeros y provisionales. Úsalos junto a pequeñas etiquetas para nombrar mazos (GPU, SATA, front USB). Cuando hay que desconectar rápido, agradeces saber qué es qué.
Extensiones y cable combs: si quieres interior de escaparate, unas extensiones sleeved para 24‑pin/8‑pin/PCIe con peines mantienen líneas paralelas de revista. Dan rigidez, orden y estética, a costa de algo más de volumen. Acompáñalas de rutas despejadas para no tapar el aire.
Hubs PWM, splitters y accesorios de ventilación: centralizar cableado de ventiladores y RGB reduce cables sueltos por el frontal. Fija el hub en el reverso con cinta de doble cara de calidad o tornillos si tu caja lo permite. Agrupa entradas y salidas con velcro para que el conjunto quede como un módulo compacto.
Paso a paso: del lío al orden dentro de la torre
- 1) Monta la fuente y define el sótano. Si es modular, conecta solo lo que necesitas. Si no, peina el sobrante con velcro y empújalo al área del shroud. Crear ahí tu zona de amortiguación facilita que el resto del interior respire desde el minuto uno.
- 2) Pasa primero el 24‑pin y el EPS 8‑pin. Son los más toscos. Llévalos por los pasacables más cercanos a su destino, fíjalos detrás con bridas ancladas a los puntos del chasis y deja un bucle mínimo en la cara frontal para que lleguen sin tensión. Ese milímetro de holgura marca la diferencia.
- 3) Continúa con PCIe de la GPU. Si tu gráfica tiene doble conector, separa los ramales con peines para que no queden cruzados. Evita que el mazo cuelgue sobre los ventiladores de la tarjeta; sujétalo con un clip adhesivo o un anclaje del chasis y recoge el resto por detrás. Verás cómo el area de la GPU queda despejada.
- 5) Front panel y USB/audio frontal. Son delgados y agradecen rutas por la base del chasis hasta los headers inferiores. Ordénalos juntos con una brida fina y sujétalos al borde inferior. El conector USB 3.0 frontal, por su grosor, mejor por un pasacables lateral cercano al header para que quede recto y sin torsión.
- 6) Ventiladores y AIO. Reúne todos los cables en el lado del radiador que tenga mejor acceso al reverso. Usa un hub PWM o splitters para reducir salidas a placa. Si hay iluminación, agrúpala aparte para identificarla rápido. Fija el hub con cinta fuerte y crea un paquete con velcro: mantenimiento rápido y sin enredos.
- 7) Ajuste fino y verificación. Ata en grupos: alimentación principal, GPU, almacenamiento, panel frontal y ventilación. Cada grupo, con su etiqueta o velcro distinto. Comprueba que ninguna brida estrangula cables, que no hay roce con hélices y que las tapas cierran sin esfuerzo. Solo entonces, cierra y disfruta del interior limpio.
Trucos reales para el escritorio y el setup gaming que complementan la gestión interna
Lo que ocurre fuera de la torre influye en el confort y en la facilidad para mover equipos. Una práctica ganadora es alejar enchufes del suelo con una regleta o power cube colocada en el mueble, de modo que los cables confluyan en una esquina y no se multipliquen a la vista. Quien prueba a llevar la regleta a un lateral y fijar los cables con clips autoadhesivos deja de tropezar con ellos.
Otro truco simple y resultón: bandejas para cableado bajo mesa sujetas con abrazaderas, sin taladrar. Ahí se esconden NAS, switch o cargadores del portátil con sus cables. Aunque dentro haya un poco de caos, desde fuera la apariencia es limpia y todo queda fuera del campo visual.
Las tiras de velcro y los tubos con abertura transversal son aliados para crear troncos únicos y sacar un cable a la altura exacta. Y si detestas pelearte con tubos rígidos, las fundas de auto‑cierre ofrecen ordenar sin complicaciones, con la ventaja adicional de que a muchas mascotas no les gusta morder ese material.
Etiquetas y alambres plastificados para cada consola, router o TV evitan el clásico ¿qué cable es este? Cuando agrupas HDMI, red y alimentación por dispositivo con una etiqueta con su nombre, cambiar algo se vuelve trivial. Suma a eso los clips de sobremesa para guiar el cable de ratón y teclado, y adiós maraña delante del monitor.
Si tienes muchos móviles o wearables, una base de carga con varios USB y almohadilla inalámbrica reduce transformadores y, con cables cortos, mantiene la encimera despejada. También funcionan muy bien las cajas con tapa para ocultar regletas y adaptadores: dentro van ladrón y transformadores y fuera solo asoman los cables que necesitas, lo que ayuda a limpiar sin obstáculos.
Para el ratón, un bungee ajustable mantiene el cable en el aire, sin arrastre en el borde de la mesa. Es una solución sencilla que evita tirones en plena partida. Y si quieres ir a lo mínimo, combina periféricos inalámbricos con un cableado interno bien resuelto: menos cables fuera y un interior con airflow perfecto es un combo ganador.
Por último, una filosofía que nunca falla: usa solo lo necesario y apuesta por cables robustos y homologados. Quitar lo superfluo reduce puntos de fallo y hace que el resto sea más fácil de mantener. Muchas veces, el mejor cable es el que no sacas del cajón.
Soluciones y productos populares que funcionan
- Cajas para regletas como D‑Line: pensadas para esconder un ladrón y sus transformadores, con ranuras para entrada y salida ordenada. Si colocas la caja junto al escritorio o dentro de un mueble, la escena queda limpia y el polvo se reduce. Es la forma más simple de domar cargadores y fuentes voluminosas.
- Fundas trenzadas con auto‑cierre tipo Alex Tech: reúnen varios cables en una camisa que puedes abrir donde te convenga. Perfectas para ramales desde la fuente hacia la parte trasera de la caja o para ordenar el tramo que baja del monitor al PC. Además, ofrecen protección adicional al cableado.
- Clips organizadores autoadhesivos como los de Soulwit: se pegan en segundos en superficies planas y sujetan cables gruesos con cierre de clic. Muy útiles en la parte trasera del escritorio o incluso en la cámara trasera del chasis. Un puñado de ellos cambia la percepción de orden al instante.
- Guiacables de sobremesa tipo ZYB: canalizan de 3 a 5 cables para que no se caigan detrás de la mesa. Colócalos junto al monitor para guiar ratón, teclado, USB de micrófono y auriculares por el mismo punto. Con adhesivo fuerte y varios grosores, son una solución mínima y efectiva.
- Packs variados de organizadores como URAQT: múltiples tamaños para cables finos de periféricos y USB. Sirven tanto para la trasera del escritorio como para zonas ocultas en la torre. Al tener muchas unidades, cubres todo el setup y mantienes criterio visual coherente.
- Mouse bungee como el Glorious PC Gaming Race: eleva el cable del ratón con brazo ajustable y base antideslizante. Adiós fricciones en el canto de la mesa y tirones. Si compites o simplemente te gusta el movimiento fluido, notarás la diferencia desde el primer minuto, y el cable queda siempre fuera de la alfombrilla.
- Bandejas de gestión bajo mesa tipo REFLYING: se sujetan con abrazaderas, sin taladros, y crean una repisa discreta para regletas y adaptadores. Combinadas con clips y fundas, convierten un mar de cables en un conjunto que ni se ve ni estorba. Limpiar el suelo pasa a ser cuestión de un plumazo.
- Power cubes y regletas compactas: permiten enchufar alimentadores voluminosos sin pelear por el espacio y, si incluyen cable, te sirven de alargador para concentrar tomas donde necesitas. En escritorios con muchos periféricos, una regleta bien situada ahorra metros de cable suelto.
Mantenimiento, limpieza y seguridad
El polvo es inevitable, pero su impacto se reduce con orden. Con un interior despejado, una pera de aire o una pasada de aire comprimido llega mejor a cada rincón. Agenda una limpieza ligera cada pocas semanas y una profunda trimestral. Al tener tramos agrupados y etiquetas, desmontar y montar es rápido y sin dudas.
Ojo con mascotas, especialmente gatos. Esconder cables y usar fundas disuasorias evita mordiscos y tirones. Colocar mazos a altura o dentro de bandejas y cajas reduce el riesgo. Si un tramo debe quedar accesible, una funda trenzada incrementa la protección y hace que pierda atractivo para el juego felino.
Cuando renueves componentes, aprovecha para revisar bridas y rutas. A veces, con una gráfica nueva, te conviene cambiar el pasacables elegido para el PCIe o reajustar la altura del bungee del ratón si has movido el monitor. Piensa que el cableado es vivo: pequeños cambios mantienen el conjunto eficiente y agradable.
Los periféricos inalámbricos siguen siendo una vía legítima para reducir lío fuera de la caja; aun así, en la torre pesan rendimiento y fiabilidad. Con una buena gestión interna, el beneficio es doble: menos calor, más silencio y la satisfacción de ver un interior ordenado al quitar el lateral. Es un trabajo de una tarde que se disfruta durante años.
Con todo lo anterior, ya conoces los ingredientes y el método: chasis con buenas guías, fuente modular si es posible, bridas y velcros, fundas, peines y un plan de rutas. Fuera de la torre, clips, bandejas, cajas y bases de carga redondean el conjunto. Al final, la clave es quitar lo que no usas, agrupar lo que sí y facilitar la limpieza; así tu equipo rinde mejor, tu escritorio luce más y tu día a día es más cómodo y sin enredos.

