- One UI añade funciones avanzadas (DeX, Edge, Good Lock) frente al enfoque minimalista y actualizaciones rápidas de Android puro.
- En pantalla, cámara, multitarea y bloqueo, Samsung ofrece más controles y atajos; Pixel destaca por limpieza y coherencia.
- Para jugar y productividad intensiva, el hardware de la serie Galaxy S y Game Launcher marcan ventaja práctica.
- Si buscas sencillez y menos bloat, la experiencia Pixel con cajón vertical y menos ajustes puede ser más cómoda.
Si estás pensando en dar el salto de iOS a Android y dudas entre un modelo Google Pixel 9 Pro XL y un futuro Samsung Galaxy S25 Ultra, hay un punto clave que conviene tener claro desde el principio: ambos usan Android, pero llegan en sabores distintos. Android puro y One UI comparten base, aunque su experiencia diaria cambia bastante, desde el primer arranque hasta la forma de jugar, personalizar o trabajar con el móvil.
En esta guía repasamos con detalle todo lo que diferencia a la capa de Samsung de la propuesta limpia de Google, y lo haremos bajando al barro: configuración inicial, ajustes, personalización, cámara, seguridad, multitarea, productividad, juegos, IA, actualizaciones y rendimiento a largo plazo. La idea es que tengas claro qué aporta One UI frente al Android más minimalista de los Pixel, para elegir sin miedo a equivocarte.
One UI y Android puro: qué cambia desde el primer arranque

La puesta en marcha de un Samsung trae un elemento propio que no verás en un Pixel: además de la cuenta de Google para Play Store, se sugiere iniciar sesión con Samsung Account. Esto abre la puerta a copias de seguridad entre dispositivos de la marca, sincronización con Samsung Health y acceso más cómodo a servicios del fabricante. Si usas ecosistema Galaxy, puede ser práctico; si no te va, puedes pasar sin ello.
En la pantalla de inicio, One UI apuesta por iconos grandes, estética clara y ordenada, y un número moderado de apps preinstaladas. La distribución puede quedarse en un escritorio único o combinar con cajón de aplicaciones, y la rejilla es configurable (por ejemplo, 5×5) para ganar densidad sin saturar. Además, desde un toque prolongado en el escritorio cambias fondo, cuadrícula, widgets y más, sin perderte por menús.
Los ajustes reflejan bien la filosofía de Samsung: diseño minimalista y bloques pensados para pantallas grandes, con áreas diferenciadas para ver y para tocar. El buscador integrado en Ajustes funciona muy bien y te lleva directo a cualquier opción. La organización es clásica y fácil de seguir (red, pantalla, seguridad, etc.), con apartados propios como Bienestar digital o Mantenimiento.
También se nota la mano de Samsung en el paquete de apps y en el panel rápido. Puedes reordenar los accesos directos de la cortina de notificaciones y desinstalar gran parte del software que no uses, sean apps de Samsung, de Google u otras, con la salvedad de la tienda Galaxy. Esto ayuda a dejar el sistema a tu gusto y a eliminar bloat que no te aporte.
Pantalla y visualización: color, resolución y siempre visible

One UI permite ajustar la pantalla más allá de lo que llega de fábrica. Es posible cambiar el modo de color, matizar los blancos y regular la temperatura, con la particularidad de que el control de temperatura se activa cuando eliges el perfil más saturado. No es lo más lógico, pero te deja calibrar al gusto si buscas colores vivos o algo más natural.
En los gamas altas de Samsung, la resolución no es fija. Puedes alternar entre varias resoluciones según prefieras calidad o autonomía, y forzar el modo pantalla completa en apps que no escalen solas a paneles más alargados. Este control fino suele ser más amplio en One UI que en Android puro.
El modo siempre visible es otro sello distintivo. Samsung bautiza como Always On Display lo que muchos llaman pantalla ambiente, con relojes, notificaciones y widgets de música que se personalizan a tu gusto. Además, hay temas y colores desde la Galaxy Store para afinar el estilo, sin depender de terceros.
Navegación, multitarea y ventanas flotantes
En navegación, tienes dos caminos en One UI: los botones clásicos (atrás, inicio y recientes) o una barra con tiradores al estilo de Android limpio, y opciones de gestos de navegación. No es exactamente el mismo gesto 100% de stock, pero ocupa menos espacio que los botones y resulta cómodo si vienes de gestos. Las acciones son equivalentes, así que la diferencia es cuestión de costumbre.
La multitarea va más allá de ver miniaturas de apps. La vista de pantalla dividida está a un toque para ejecutar dos apps simultáneas, y puedes volver a la anterior con doble pulsación en recientes. Además, One UI incluye la vista emergente: una app se abre en ventana flotante como en un PC, la mueves y redimensionas a tu antojo para acompañar otra tarea.
Para usuarios que trabajan muchas horas con el móvil, esta combinación de opciones es muy potente. El sistema no te ata a una sola forma de hacer las cosas: si te gustan los botones, quedan; si prefieres gestos, tienes; si necesitas dos apps a la vez, las pones. Android puro también ofrece split-screen y gestos, pero One UI suma la ventana flotante de forma más accesible.
Cámara y desbloqueo: app propia y biometría flexible
La aplicación de cámara de Samsung no es la de Android básico. Su interfaz es clara, con fondo oscuro y texto bien legible, se desplaza por gestos para cambiar de modo y puedes reorganizar esos modos desde ajustes. HDR, ayudas y opciones avanzadas están bien agrupadas, y si tu móvil tiene varias lentes hay un control directo para alternarlas.
En seguridad biométrica, según el modelo tendrás varias puertas de entrada. El reconocimiento facial se puede ajustar para que sea más riguroso (útil si llevas gafas a veces), y la huella funciona con lector físico trasero o lateral en muchos modelos. En los tope de gama, el lector está bajo la pantalla y es ultrasónico desde la serie S10; puedes registrar varias huellas sin complicarte.
Mantenimiento, bienestar digital y ajustes útiles
One UI añade un centro de cuidado del dispositivo donde se agrupan batería, almacenamiento, RAM y seguridad. Desde ahí puedes cerrar tareas en segundo plano, liberar espacio y ver qué apps se comen la batería. La sección de seguridad ofrece protección adicional con antivirus, aunque su utilidad real suele ser limitada.
El bienestar digital merece mención aparte. Con un gráfico claro ves en qué se te va el tiempo, cuántas notificaciones llegan y cuántas veces desbloqueas el móvil. También puedes poner límites de uso por app y activar un modo descanso que combina No molestar con escala de grises para desconectar de verdad.
Entre las funciones avanzadas aparecen atajos prácticos. Smart Stay mantiene la pantalla encendida si te detecta mirando, puedes hacer capturas deslizando la palma y habilitar gestos sobre el sensor de huellas. Y, si te gusta un sistema ágil, Reducir animaciones quita florituras y deja todo más fluido, ayudando incluso a rascar batería.
Algo especialmente útil es el envío automático de mensajes SOS. Se configura para que con tres pulsaciones rápidas al botón de encendido se lance un SMS con tu ubicación y una foto, por si ocurre algo y necesitas avisar sin perder tiempo.
Bixby y la tecla programable
El asistente de la casa es Bixby. Puedes invocarlo por voz o desde su panel tipo feed, que aparece al deslizar en el escritorio y muestra tarjetas de información personalizables. No en todos los modelos está disponible la interacción por voz, pero el panel aporta accesos rápidos útiles si te acostumbras a su lógica.
En móviles con tecla dedicada, Samsung permite decidir qué hace en una y dos pulsaciones. Eso evita llamadas involuntarias al asistente: asignas la pulsación simple a otra app y dejas la doble para Bixby, o al revés. El ajuste está dentro de la configuración de la propia app de Bixby.
Herramientas para juegos: Game Launcher
Para quienes juegan a menudo, One UI incluye Game Launcher. Este hub concentra herramientas para minimizar distracciones, ajustar la barra de navegación y priorizar recursos en plena partida. No aparece en todos los modelos, pero cuando está resulta muy práctico para capturas, silenciar notificaciones o ajustar el rendimiento al vuelo.
Paneles y luces de borde, más S Pen en modelos compatibles
En los buques insignia con pantalla curvada, Samsung aprovecha el borde. La Pantalla Edge añade una barra lateral con accesos a apps, contactos y hasta el portapapeles, que se despliega con un gesto discreto. La Iluminación Edge actúa como una tira LED virtual que se enciende con notificaciones y llamadas, visible incluso con el móvil boca abajo.
Si das el salto a un modelo con lápiz, el S Pen abre otra puerta. Desde un menú flotante lanzas funciones y apps optimizadas, y en modelos recientes hay gestos en el aire para acciones contextuales. Es un plus muy diferencial si tomas notas o haces edición ligera, y no lo encontrarás en Android puro tal cual.
One UI 7: atajos inteligentes, paneles refinados y más
La evolución de la capa ha traído novedades llamativas. En One UI 7 brillan Now Bar y Now Brief: la primera es una barra en la pantalla de bloqueo con acceso directo a información y acciones clave, y la segunda funciona como asistente personal que te resume lo importante del día. Tan bien han encajado que, según filtraciones, Google estaría preparando algo similar para los Pixel, ubicando su equivalente cerca de la parte baja del bloqueo.
Los paneles Edge siguen siendo un rasgo diferencial. Es un atajo lateral personalizable preferible a llenar la pantalla de widgets, ideal para multitarea y productividad sin ensuciar el escritorio. Muchos fabricantes han probado variantes, pero la implementación de Samsung destaca por pulido y continuidad.
Good Lock es el arsenal secreto de Samsung para personalizar. A base de módulos, cambias desde la velocidad de animaciones al estilo de reloj o la multitarea, instalando solo lo que necesitas. Frente a Android puro, donde el margen oficial se centra en fondos e iconos, aquí puedes llegar a ajustes de sistema sin complicarte.
Otra mejora muy celebrada es la personalización de accesos directos en la pantalla de bloqueo. Puedes añadir apps o funciones como música, notas o contactos para lanzar acciones sin desbloquear, algo que en Android puro aún se echa de menos para quien quiere ir rapidísimo.
Y, si buscas productividad de escritorio, DeX no tiene rival. Conectar el móvil a un monitor o tele y trabajar con apps en ventanas convierte el Galaxy en un pseudo-PC, apoyado por un ecosistema que ha madurado con los años. Google experimenta con modos similares, pero hoy la solución de Samsung va por delante.
Experiencia y fluidez: percepciones y debate
En foros y redes se ve de todo. Hay quien percibe los Pixel como los reyes de la suavidad, y hay quien asegura que One UI va más fino, rápido y con menos errores. Más allá de la trinchera, la realidad es que ambas experiencias han mejorado muchísimo, y la elección suele depender de qué valoras más: minimalismo absoluto o un abanico grande de funciones.
Incluso en detalles estéticos hay división. Los colores y acabados de cada marca marcan preferencias personales, y es normal escuchar comentarios de lo bonito que es un tono concreto frente a otro. Al final, la apariencia suma, pero no debería eclipsar lo funcional.
Android puro: ventajas claras de la propuesta Pixel
Los Pixel se caracterizan por lanzar antes cada gran versión de Android y por un software muy limpio. Hay menos apps preinstaladas y la interfaz resulta muy directa, lo que facilita las cosas a quien no quiere perderse entre decenas de ajustes. Para muchos usuarios menos técnicos, esa sencillez es una ventaja importante.
Otro matiz que algunos aprecian es el comportamiento del cajón de apps. El desplazamiento vertical del cajón en Android puro se siente más natural a una mano para muchos, y forma parte de esos pequeños detalles que, en el día a día, suman comodidad.
Dicho esto, la cadencia de novedades a veces contrasta. Las grandes versiones de Android no siempre traen cambios masivos de funciones, mientras que saltar de una One UI a la siguiente suele incorporar bastantes mejoras visibles, más allá de lo que añade Android de base.
Integración con Windows, IA y productividad
Si usas PC con Windows, One UI encaja especialmente bien. La integración con el ecosistema de Microsoft es amplia y, además, el modo DeX es un imán para quienes quieren trabajar con teclado y ratón. En el frente de la IA, funciones como Galaxy AI han ido llegando con actualizaciones como One UI 6.1, añadiendo valor práctico.
Los Pixel, por su parte, aprovechan el empuje de Google en inteligencia artificial y estrenan trucos fotográficos y de voz de primer nivel. La experiencia de Android puro saca partido a funciones inteligentes propias de Google, aunque no cuente con un modo escritorio como DeX.
Rendimiento, juegos y vida útil del hardware
Si tu objetivo es tener un Android premium que sea un monstruo para jugar, el hardware importa. La serie Galaxy S suele montar chipsets de gama alta muy potentes, ideales para títulos exigentes y para mantener el tipo con el paso de los años. La eficiencia y la potencia bruta se notan en sesiones largas y en estabilidad de fps.
En los Pixel recientes, el procesador prioriza capacidades de IA más que los récords de rendimiento. No siempre compite de tú a tú con lo último de Qualcomm en fuerza bruta, y eso genera dudas sobre cómo aguantarán 7 años de actualizaciones cuando el sistema pida más recursos. Es un análisis razonable si vas a exprimir juegos al máximo.
Ahora bien, la vida útil también depende de optimización y del perfil de uso. Si no juegas a lo más exigente, un Pixel puede darte un rendimiento sobrado durante mucho tiempo, con el plus de recibir versiones antes y sin tanto ajuste. Si eres de exprimir cada fotograma, One UI en un Galaxy S tope de gama te lo pondrá más fácil.
Qué comparar del hardware: almacenamiento, cámara, batería y red
Más allá del software, conviene fijarse en lo básico. El almacenamiento condiciona lo que podrás llevar en el bolsillo sin tirar de nubes; si grabas vídeo o instalas muchos juegos, mejor opciones amplias o expansión si el modelo lo permite.
En cámaras, la resolución es solo una parte. La calidad real depende del sensor, el procesado y el conjunto de lentes, pero comparar números te orienta en gamas y aspiraciones. Echa un vistazo a la cámara trasera principal y a los secundarios como tele o ultra gran angular.
La batería y la carga marcan la experiencia de uso diario. Una capacidad generosa y una carga rápida competente son claves si pasas horas fuera de casa o juegas a menudo. Además, considera cómo gestiona cada capa los modos de ahorro y estadísticas de consumo.
Por último, la conectividad. Revisa la compatibilidad con 5G, WiFi y bandas que uses en tu zona. Un buen módem y soporte de redes modernas dan estabilidad y mejor latencia en juego online.
Qué elegir según tu perfil
Si buscas un móvil muy capaz en juegos, con funciones a raudales, opciones de personalización a distintos niveles y un ecosistema que mira a la productividad, un Galaxy con One UI te encajará. DeX, los paneles Edge, Good Lock, Game Launcher y la personalización del bloqueo son herramientas que marcan diferencia en el día a día.
Si prefieres una experiencia limpia, con menos elementos que tocar, actualizaciones antes que nadie y una interfaz directa y fácil, un Pixel con Android puro tiene muchísimo sentido. El cajón vertical, la sencillez y la coherencia del conjunto hacen que todo sea muy amigable, ideal si no te apetece ajustar nada.
Aunque cada uno tendrá sus prioridades, un criterio práctico es el de la necesidad real. Hay quien no necesita toda la potencia o el arsenal de One UI y vive feliz con la ligereza del Pixel, y quien prefiere que le sobre de todo por si acaso. En ambos casos, marcan el ritmo del mundo Android por razones diferentes.
Mirando todo lo anterior, queda claro que el debate no es quién copia a quién ni quién es absoluto ganador, sino qué encaja contigo. One UI se ha convertido en una capa completísima, pulida y llena de atajos, mientras Android puro mantiene la frescura de una experiencia limpia y rápida de entender. Si priorizas productividad y juego, Samsung suele darte más herramientas; si valoras simplicidad y actualizaciones al día, Pixel es la apuesta segura.