MSI Claw: ¿Intel Core Ultra 7 258V o Ryzen Z2 Extreme?

Última actualización: 4 de agosto de 2025
Autor: Isaac
  • Comparativa exhaustiva entre el rendimiento de Intel y AMD en la MSI Claw
  • Impacto de la gestión energética y autonomía en consolas portátiles
  • Diferencias de arquitectura, GPU y experiencia de usuario según el perfil de jugador

MSI Claw con Intel Core Ultra 7 258V vs MSI Claw con Ryzen Z2 Extreme

En el universo de las consolas portátiles, cada avance en hardware se traduce en una avalancha de expectativas, debates y comparativas entre entusiastas del gaming. La MSI Claw ha irrumpido en el mercado con dos versiones muy llamativas, equipadas con procesadores de última generación: una incorpora el Intel Core Ultra 7 258V y la otra, la revolucionaria AMD Ryzen Z2 Extreme. Esta dualidad plantea la inevitable pregunta sobre cuál de estas configuraciones sobresale realmente en rendimiento, eficiencia energética y experiencia de juego.

No estamos ante una simple actualización menor. La elección entre el Intel Core Ultra 7 258V y el Ryzen Z2 Extreme de AMD supone auténticos cambios en cómo la consola responde bajo diferentes escenarios de uso. Desde la estabilidad en la tasa de fotogramas hasta la gestión energética y la capacidad de correr juegos AAA modernos, la comparativa se vuelve esencial para cualquier usuario que quiera exprimir al máximo su consola portátil. Vamos a profundizar en todos los aspectos relevantes que debes conocer antes de decidirte.

Diseño y planteamiento del hardware en consolas portátiles

El sector de las consolas portátiles está sometido a una presión extra: debe equilibrar rendimiento y autonomía en un cuerpo compacto. Las APU de AMD se han ganado una fama considerable por ofrecer gran potencia con bajo consumo energético, lo que se traduce en largas sesiones de juego sin necesidad de estar pegados al cargador. Sin embargo, el hardware de Intel ha buscado abrirse paso ofreciendo soluciones innovadoras en eficiencia y arquitectura, aunque con distintos grados de éxito según los modelos y generaciones.

Es en este contexto donde la MSI Claw presenta dos variantes, ambas con pretensiones de liderar el segmento. Pero la diferencia no está solo en el nombre del procesador. Hablamos de dos filosofías de diseño que rivalizan en cómo gestionar los recursos, mantener la temperatura controlada y entregar el mejor rendimiento posible con restricciones energéticas notables.

Arquitecturas enfrentadas: Intel Core Ultra 7 258V vs AMD Ryzen Z2 Extreme

El Intel Core Ultra 7 258V se enmarca dentro de la plataforma Lunar Lake, conocida por su eficiencia en cargas bajas y por incorporar núcleos de alto rendimiento y eficiencia (8 P-Cores, 4 E-Cores y 4 LPE-Cores), lo que le permite adaptarse dinámicamente a escenarios donde lo crucial es mantener una buena experiencia de jugador sin disparar el consumo.

Por su parte, AMD apuesta con el Ryzen Z2 Extreme por una arquitectura híbrida Zen 5, ofreciendo tres núcleos Zen 5 de alto rendimiento y cinco núcleos Zen 5C enfocados en eficiencia. Además, la GPU integrada es una versión optimizada de la RDNA 3.5, lo que la convierte en una solución orientada específicamente al entorno portátil, recortando lo superfluo para no penalizar la portabilidad y autonomía.

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La ausencia del NPU (procesador de inteligencia artificial) en la edición Ryzen Z2 Extreme es una declaración de intenciones: aquí lo que importa es el juego y la eficiencia, no los añadidos que, en un dispositivo de apenas 700 gramos, pueden pasar desapercibidos o ser prescindibles.

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Comparativa de rendimiento en juegos y benchmarks

Para la mayoría de jugadores, el punto clave está en la tasa de FPS estable en juegos modernos. No basta con alcanzar los 30 FPS, ya que la fluidez adicional hasta los 60 FPS (o más) marca una diferencia notable en las sensaciones, sobre todo en títulos exigentes que castigan el hardware menos potente.

Las pruebas en ambos modelos de la MSI Claw revelan matices interesantes. Según diversos análisis y benchmarks publicados, en configuraciones de consumo elevado (por ejemplo a 30W o 35W), hay una cierta paridad: el chip de Intel logra ganar por márgenes muy pequeños (2-3 FPS) en títulos como Cyberpunk 2077, HITMAN 3 o Shadow of the Tomb Raider.

Sin embargo, la balanza se inclina a favor de AMD en otros títulos populares. Juegos como Monster Hunter Wilds, Assassin’s Creed Shadows y Far Cry 6 muestran que el Ryzen Z2 Extreme puede superar en ocasiones al Core Ultra 7 258V por diferencias más notables, llegando a obtener de 3 a 10 FPS adicionales de media en configuraciones comparables.

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Gestión energética y eficiencia: el gran campo de batalla

El auténtico reto para una consola portátil no es solo rendir bien, sino hacerlo sin agotar la batería a una velocidad vertiginosa. Aquí es donde entra en juego la eficiencia energética en diferentes niveles de potencia.

En configuraciones de consumo restringido —por ejemplo, a 17W— el análisis muestra que AMD logra sacar ventaja significativa en rendimiento por vatio. El Ryzen Z2 Extreme no solo sostiene tasas de FPS superiores en la mayoría de juegos a este nivel de energía, sino que además consigue mantener la consola fría y silenciosa, dos factores esenciales para la experiencia en movilidad.

Intel, por su lado, exhibe una eficiencia casi asombrosa en escenarios de consumo ultrabajo. En juegos menos exigentes o títulos indie, el Core Ultra 7 258V puede alcanzar 60 FPS con menos de 5W de consumo total, algo que le otorga un valor indiscutible para quienes priorizan la autonomía o suelen jugar lejos de enchufes durante largos periodos.

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Pruebas en igualdad de condiciones: resultados sorprendentes

Las diferencias se matizan aún más cuando se fuerza la igualdad de condiciones restringiendo el consumo total del dispositivo a ambos modelos. En estas pruebas, el Ryzen Z2 Extreme se acerca peligrosamente a la eficiencia de Intel, e incluso logra superarla en títulos donde la carga gráfica predomina sobre la CPU.

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Por ejemplo, en juegos como Black Myth: Wukong y Ghost of Tsushima jugando a 12-17W, la experiencia con el Ryzen Z2 Extreme resulta más fluida y estable, con mejores sensaciones en la gestión de picos de carga y la duración de la batería. Por encima de los 15W, la propuesta de AMD logra mejores resultados por vatio. Pero si bajamos mucho el consumo, el Core Ultra 7 258V sigue siendo el rey.

Dentro de la media, el Ryzen Z2 Extreme ofrece una eficiencia destacable en juegos exigentes y cuando se busca mantener un rendimiento sólido sin que la batería se resienta demasiado. Por supuesto, quienes prioricen indie games o títulos menos demandantes en modo portátil pueden seguir encontrando en Intel una opción fantástica.

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Otros factores determinantes: pantalla, ergonomía y experiencia global

Más allá del procesador, la MSI Claw mantiene prácticamente el mismo chasis, pantalla y ergonomía en ambas versiones. Nos encontramos con una pantalla de 8 pulgadas, resolución 1200p, tasa de refresco de 120Hz y hasta 500 nits de brillo, ideales para disfrutar del juego tanto en exteriores como en interiores.

El diseño y peso rondando los 760 gramos la sitúa en la zona media del sector, con un agarre cómodo aunque con diferencias en las sensaciones según las preferencias del usuario. El rediseño de la edición Ryzen aspira a captar la atención de los usuarios más jóvenes o aficionados a la estética «mecha anime», con superficies asimétricas y bordes biselados que recuerdan a propuestas como la ROG Ally.

En cuanto a la experiencia de uso, la consola responde de forma similar en ambos casos gracias a que el resto del hardware se mantiene. Las diferencias radican, sobre todo, en cómo cada procesador gestiona el juego durante largas sesiones y en el tipo de título que se desea ejecutar.

Papel de la GPU integrada y memoria

No podemos dejar de lado el impacto de la GPU integrada tanto de Intel como de AMD. El Ryzen Z2 Extreme equipa una RDNA 3.5 completa (8 WGP), lo que lo acerca en puntuaciones de benchmark a soluciones de escritorio, aunque con menos núcleos de CPU respecto al HX 370. Esto le permite competir casi de tú a tú en entornos exigentes y mantener un rendimiento estable en juegos avanzados.

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Por el lado de Intel, la GPU Xe de última generación demuestra una solvencia inesperada en escenarios de baja energía, permitiendo jugar a títulos con requisitos no excesivos de una forma absolutamente portátil y con muy bajo consumo.

Al analizar la gestión de memoria y ancho de banda, ambas variantes presentan un rendimiento adecuado, pero AMD saca partido a las versiones más actuales de memoria GDDR, facilitando menores tiempos de carga y una experiencia más fluida. Esto es especialmente palpable en títulos que realizan muchas operaciones de acceso a disco o requieren un alto rendimiento de entrada/salida.

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¿Qué opción elegir según tu perfil de jugador?

La gran pregunta sigue siendo: ¿cuál de las dos configuraciones debo elegir? Y la respuesta tiene más matices de lo que parece a simple vista.

Si eres de los que juega principalmente a títulos AAA, buscas máxima estabilidad en FPS y realizas largas sesiones en modo docked (conectado a corriente o a un monitor externo), el Ryzen Z2 Extreme de AMD puede ser tu gran aliado. Su equilibrio entre potencia y eficiencia cuando se le da rienda suelta está muy por encima de lo que tradicionalmente se espera en portátiles.

Por el contrario, si el tipo de juego que te engancha es más ligero, prefieres largas horas de juego en cualquier lugar y necesitas apurar la batería todo lo posible, el Intel Core Ultra 7 258V sobresale de forma asombrosa en autonomía y gestión de recursos en escenarios de consumo mínimo.

Ambas versiones destacan en algo fundamental: su gran polivalencia y la posibilidad de ajustar el perfil energético según tus necesidades o preferencias. Esto permite jugar con la configuración según el título y la situación, aprovechando lo mejor de cada propuesta.

La MSI Claw, tanto en su versión Intel como en la de AMD, se posiciona como una de las consolas portátiles más versátiles y atractivas del momento, permitiendo elegir no solo por color o estética, sino por el tipo de experiencia y perfil de jugador.

La innovación, el rendimiento y la eficiencia caracterizan a ambos modelos. Aunque las diferencias son importantes, responden más a los matices y el estilo de juego de cada usuario que a carencias graves en alguna de las plataformas.

Para los entusiastas que buscan empujar al límite su consola portátil y sacar el máximo partido tanto a grandes títulos como a indies, la comparativa entre MSI Claw con Intel Core Ultra 7 258V y MSI Claw con Ryzen Z2 Extreme refleja el gran momento que vive el hardware portátil. Con cualquiera de las dos opciones, tienes la garantía de estar al día en tecnología y disponer de una experiencia top en movilidad y rendimiento.

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