La DRAM se encarece a toda velocidad: causas, datos y cómo te afecta

Última actualización: 5 de noviembre de 2025
Autor: Isaac
  • Los fabricantes priorizan HBM y DRAM para IA y servidores, reduciendo oferta de DDR4/DDR5 para consumo.
  • Proyecciones de subidas en 2025: DRAM +8-13% intertrimestral y HBM +13-18%; en servidor se habla de +40-50%.
  • DDR4 es la más tensionada (+38-43% en 3T), con DDR5, LPDDR y GDDR también al alza por transición tecnológica.
  • El retail ya refleja aumentos y menor stock; si necesitas RAM o GPU/SSD, conviene anticipar compras.

Memoria DRAM y precios al alza

Si has mirado componentes últimamente y te has llevado un susto con la memoria, no estás solo: la DRAM está encareciéndose a gran velocidad y el fenómeno tiene varias capas. En el mundo del PC se nota ya en kits DDR4 y DDR5, y en servidores la tensión es mayor, con contratos que han saltado por los aires respecto a lo presupuestado. La pregunta lógica es por qué y hasta cuándo.

El panorama tiene responsables claros: la demanda asociada a la IA y el giro de los fabricantes hacia la HBM y la DRAM para centros de datos ha comprimido la oferta para el mercado de consumo. Hay datos que hablan por sí solos, desde incrementos intertrimestrales en curso, a casos concretos de kits que han pasado de precios de derribo a cifras que hacía meses parecían impensables.

Qué está pasando con la DRAM: oferta, demanda y cambio de prioridades

Los mayores productores de memoria han reajustado su hoja de ruta: se prioriza la HBM y la DRAM para servidores de alta gama porque es ahí donde se concentra la demanda más rentable, impulsada por despliegues de IA. Investigaciones recientes señalan que en el cuarto trimestre de 2025 la DRAM en general podría encarecerse entre un 8% y un 13% intertrimestral, mientras que la HBM avanzaría aún más con un 13%-18% adicional en el mismo periodo.

Ese viraje deja al consumidor final con menos stock disponible. De hecho, el suministro de DDR4 y DDR5 para PC es limitado, y eso empuja los precios hacia arriba. En España todavía se ven kits DDR5 de 32 GB (2 x 16 GB) a 6.000 MT/s CL30 por unos 120 euros, pero hay marcas que han subido fuerte en poco tiempo. La subida existe, aunque no golpea igual a todos los modelos ni a todas las tiendas.

El mercado móvil no se libra. La LPDDR4X ha visto caer su oferta con fuerza y se estiman subidas que pueden superar el 10% intertrimestral en 4T25, mientras que LPDDR5X también apunta al alza. En paralelo, la expectación por la próxima generación de NVIDIA (RTX 6000) está tirando de GDDR, con previsión de escasez y encarecimiento de la GDDR7 y tensión añadida para GDDR6.

Subidas por segmentos: PC, servidor, móvil y memoria gráfica

Las estimaciones más recientes para el tercer trimestre de 2025 pintan un panorama desigual según estándar. En consumo, la DDR4 subiría entre un 38% y un 43%, mientras que DDR5 lo haría en márgenes más moderados del 3% al 8%. Este desajuste tiene lógica: la producción de DDR4 se está abandonando progresivamente y la oferta se encoge justo cuando la demanda no desaparece.

En servidores, el contraste es incluso mayor. Para 4T25 se habla de aumentos contractuales del 40% al 50% en DRAM de servidor, cuando muchos clientes habían contemplado alrededor de un 30%. En otras palabras, el sobrecoste está por encima de lo esperado y los grandes compradores no pueden dejar de adquirir memoria si quieren seguir desplegando infraestructura de IA y centros de datos.

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En móviles, la pauta se afianza: la LPDDR4X ganaría entre un 23% y un 28% y la LPDDR5X entre un 5% y un 10% según estimaciones para el periodo. El tirón del smartphone y del portátil ultraligero con plataformas de bajo consumo suma más presión a la cadena en un contexto donde la producción se reasigna.

La memoria gráfica no se queda atrás. Las previsiones apuntan a que la GDDR6 subirá entre un 28% y un 33%, mientras que la GDDR7 lo haría entre un 5% y un 10%. El giro industrial hacia GDDR7 está reduciendo el flujo de GDDR6, que aún alimenta muchísimas GPU actuales y futuras (por ejemplo, la próxima generación de AMD Radeon RX 9000 depende por completo de GDDR6).

El caso DDR4: por qué ahora se dispara

Varias consultoras han venido avisando de que los grandes fabricantes detendrían la producción de DDR4 para concentrarse en estándares más modernos (DDR5, LPDDR5/5X) y memorias de alto margen como HBM. Este recorte de capacidad se traduce en escasez real de módulos DDR4, lo que unido a un reabastecimiento de stock agresivo por parte de retailers y ensambladores, ha empezado a notarse en los precios.

En el corto plazo, eso significa que si sigues con plataforma DDR4 y pensabas ampliar, el coste será mayor. Las proyecciones hablan de que la DDR4 en consumo puede acabar costando entre un 40% y un 45% más en los próximos trimestres, con escenarios en los que el precio llegue a duplicarse respecto a mínimos recientes si la tensión de oferta persiste.

De los mínimos históricos al rebote: el ciclo reciente

Venimos de un 2023 donde la DRAM tocó un punto muy bajo. En 2024, los precios han rebotado con fuerza y se proyecta una subida de en torno al 53% para el año, con 2025 sumando otro 35% adicional. En términos de negocio, eso se traduce en récords de demanda e ingresos: se estiman 90.700 millones de dólares en 2024 (+75% vs 2023) y 136.488 millones en 2025 (+51%).

El papel de HBM es llamativo: aunque no supera el 5% de los envíos, aportaría en torno al 20% de los ingresos del sector por su alto valor. En paralelo, la NAND Flash seguiría una trayectoria similar con 67.400 millones en 2024 (+77%) y 86.974 millones en 2025 (+29%), impulsada por la adopción de QLC en SSD y más almacenamiento UFS en móviles.

IA: el gran acelerador del encarecimiento

El auge de la IA está “absorbiendo” recursos de la industria a un ritmo inédito. Según la dirección de ADATA, se ha producido una escasez simultánea de DRAM, NAND y HDD, algo que no se veía desde hace tres décadas. Los grandes proveedores de servicios cloud están comprando enormes volúmenes, y algunos acuerdos de suministro citados por el sector restan margen al mercado retail.

Como ejemplo del efecto minorista, un popular kit de 32 GB DDR5 de Crucial que durante buena parte de 2025 se encontraba a 84,99 dólares pasó a 119,99 dólares. Aunque los SSD han resistido algo más, se espera que empiecen a subir en los próximos meses ante la presión de la demanda profesional. En este contexto, empresas como ADATA han llegado a pedir a su fuerza comercial que priorice clientes estratégicos y “venda con cuidado”, lo que significa disponibilidad limitada para el usuario común.

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¿Manipulación o simple mercado? Lo que dice el canal

El tema de si hay “mano negra” aparece con frecuencia. Desde el ámbito de análisis y divulgación, Hardware Unboxed subraya que la subida es real y llamativa, y añade que la estabilidad de precios en CPUs y GPUs podría haber tentado a algunos actores a subir RAM para compensar margen. Pero el diagnóstico principal que difunden es mucho más prosaico: la producción de DRAM baja, la demanda sube y los precios responden.

Hay anécdotas que alimentan el debate. En el canal minorista, Patriot y Teamgroup llegaron a reconocer que ajustaban tarifas para “seguir la tendencia del mercado”. Y, de paso, en el mismo vídeo de Hardware Unboxed se tocan otros temas como los valores clave al elegir una GPU o el relativo “fracaso” de DirectStorage en su despliegue, pero el foco principal vuelve siempre a la RAM y sus costes.

Lecciones del pasado: cuando la DDR4 se duplicó

No es la primera vez que vivimos un rally de precios. Si echamos la vista atrás, la DDR4 ya tuvo un episodio de subidas brutales: a mediados de la segunda mitad de la década pasada, un módulo DDR4 de 8 GB que en 2016 costaba unos 35 dólares pasó a rondar los 90 dólares como mínimo. Firmas como IC Insights llegaron a comunicar que el precio medio de la DRAM se había duplicado en 12 meses y esperaban incrementos de 40% anual.

¿Qué empujó entonces? Además del clásico vaivén de oferta y demanda, el móvil tuvo un papel clave. El auge de LPDDR4 y el desvío de foco a memorias NAND para smartphone estrangularon el suministro para PC. Y, como apuntó DRAMeXchange, los tres grandes (Samsung, SK Hynix y Micron) ralentizaron producción para sostener precios y márgenes. Resultado: trimestres récord de beneficios para varios de ellos.

Del móvil al datacenter: el péndulo se mueve

Lo que antes era empuje del smartphone hoy lo multiplica la IA. Los fabricantes trasladan líneas hacia HBM y DRAM de servidor porque el retorno por oblea es mayor y la demanda está asegurada por contratos de largo recorrido. El reverso para el consumidor es doble: menos producción DRAM convencional y plazos de entrega más largos.

A esto se suma un factor de transición tecnológica: los saltos de nodo y los cambios de estándar (GDDR7 en gráficas, DDR5 en plataformas nuevas) suelen recortar temporalmente la oferta de la generación anterior. Lo estamos viendo con GDDR6, aún imprescindible para muchas GPU, mientras las líneas se preparan para GDDR7.

Cómo te afecta si vas a comprar RAM o montar PC

Si tu equipo es DDR4 y estabas pensando en ampliar, el mensaje es claro: el coste va a ser más alto en los próximos meses. No hay señales de que el suministro mejore a corto plazo, así que valorar un kit ahora, incluso aunque no sea el “chollo” de hace unos meses, puede ahorrarte un pico si el mercado sigue tensionándose.

En DDR5 el impacto existe, pero es más suave que en DDR4. Aun así, conviene tener en mente que los kits más populares ya han ido escalando de precio en retail. Si montas un PC nuevo, compara frecuentemente y evita pagar sobreprecio por latencias mínimas cuando el salto real en rendimiento no te compense el coste adicional.

Para portátiles y móviles, poco margen hay salvo adelantar compras si el presupuesto es ajustado. LPDDR4X y LPDDR5X encadenan subidas y, aunque en muchos casos el precio final del dispositivo no sube 1:1 con la memoria, sí condiciona ofertas y disponibilidad, sobre todo en gamas medias “sensibles al precio”.

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¿Y las gráficas? GDDR6 hoy, GDDR7 mañana

La cadena de GPU está atrapada entre la transición a GDDR7 y una demanda creciente de GDDR6 para tarjetas actuales. Con las nuevas RTX de NVIDIA a la vuelta de la esquina y mucho interés por la próxima hornada, los proveedores prevén escasez relativa y, por tanto, precios al alza. Si estabas mirando una GPU basada en GDDR6, este contexto sugiere que no conviene dormirse demasiado si aparece una buena oferta.

¿171% cada año? El matiz de los grandes titulares

Se ven titulares muy llamativos con cifras de tres dígitos. Conviene matizar: ha habido periodos con subidas cercanas al 170% interanual en tramos concretos del pasado, y hoy tenemos proyecciones oficiales de dos dígitos por trimestre en 2025, además de saltos puntuales del 40%-50% en contratos de servidor. No es un número fijo “cada año”, sino picos en ciclos de escasez con causas claras: reasignación de capacidad, demanda profesional y transiciones tecnológicas.

¿Cuánto puede durar?

Los fabricantes responden a la demanda ajustando inversión y nodos, pero abrir capacidad no es inmediato. Las consultoras describen 2024-2025 como una etapa de ingresos muy fuertes en DRAM y NAND, con HBM aportando una porción desproporcionada del pastel. Esto sugiere que la tensión no se disipará de la noche a la mañana. Si el ciclo de IA mantiene el pulso y HBM sigue “comiéndose” líneas, el mercado de consumo seguirá a remolque.

En paralelo, el canal minorista reacciona. Hay distribuidores que recomiendan dosificar ventas y priorizar clientes para no quedarse secos en plena campaña. Ya se notan subidas en kits DDR5 masivos, y todo apunta a que los SSD empezarán a repuntar conforme la presión en NAND llegue al retail.

Señales a vigilar y decisiones prácticas

– Si dependes de DDR4, considera comprar antes de nuevos escalones de precio. La disponibilidad caerá.
– En DDR5, compara latencias y frecuencias con cabeza: no pagues por “números bonitos” si el impacto real es pequeño.
– En GPU, si necesitas GDDR6, monitoriza stock porque la transición a GDDR7 puede tensar más los precios.
– En SSD, mantén el radar encendido: los mínimos de 2023 quedaron atrás y hay recorrido al alza si la IA sigue absorbiendo NAND.

Por cerrar el círculo, conviene recordar que en estos ciclos también hay ruido. Hay quien acusa a los fabricantes de “manipular” y es verdad que, históricamente, han ajustado producción para sostener márgenes cuando los precios se hundían. Pero el cuadro actual, con HBM como producto estrella y la IA comprando a manos llenas, explica gran parte del encarecimiento sin necesidad de invocar conspiraciones.

Todo apunta a una etapa en la que la memoria deja de ser el componente “barato y olvidado” del presupuesto. La combinación de menor producción de DRAM convencional, la prioridad a HBM/servidor, el repunte de LPDDR y la transición en memorias gráficas empuja al alza prácticamente todos los segmentos. Si ibas a ampliar RAM o comprar GPU/SSD, tocará decidir con más rapidez de la habitual y poner el foco en precio/disponibilidad antes de que el siguiente tramo de subidas llegue al escaparate.

dram y nand suben de precio por la IA y los centros de datos
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