- La Radeon PRO W7900D aparece en los drivers de Linux 25.10.4, anticipando lanzamiento y enfoque profesional.
- Basada en RDNA 3 con 6.144 SP y 48 GB GDDR6 ECC, se perfila como variante ajustada para diseño o normativa.
- El soporte ROCm/HIP crece (caso Redshift) mientras NVIDIA mantiene ventaja con OptiX en Blender.
- La W7900 DS marca el camino: dual slot, blower, 3.499 $, y foco en rendimiento por dólar y densidad multi‑GPU.
La Radeon PRO W7900D asoma de forma discreta pero contundente: su nombre ha aparecido en los controladores de Linux más recientes, dejando entrever que AMD prepara una nueva variante profesional de su buque insignia RDNA 3. Aunque el anuncio oficial todavía no ha llegado, la pista en el driver es una señal inequívoca de que el proyecto está avanzado y su lanzamiento podría estar cerca.
Lo más llamativo es el contexto: todo apunta a que la W7900D sería una versión ajustada para el mercado chino, una táctica que permitiría a AMD cumplir con las regulaciones de exportación de EE. UU. relacionadas con hardware para cargas de IA. En paralelo, la familia profesional de AMD ya ha incorporado una variante dual slot (la W7900 DS), presentada con antelación, lo que alimenta la gran pregunta: ¿la “D” de W7900D alude a diseño, a destino o a recorte?
Confirmación indirecta en Linux y contexto de la variante “D”
El rastro más sólido de la existencia de la W7900D se ha visto en los drivers de AMD Radeon Software para Linux (v25.10.4), donde aparece listada como nuevo modelo. Este tipo de apariciones suelen ser el paso previo a la comunicación pública: AMD acostumbra a preparar el soporte en software antes de llevar un producto al escaparate. Para los profesionales que trabajan en entornos Linux (render 3D, VFX, análisis científico o IA), esa anticipación es clave: el ecosistema se va engrasando para una transición sin sobresaltos.
Distintas fuentes señalan que esta W7900D tendría como objetivo el mercado de China, con ajustes para respetar límites impuestos por la normativa estadounidense. Si se confirma, encajaría con la estrategia de ofrecer una variante “recortada” o calibrada a nivel de cómputo, ancho de banda o interconexión, manteniendo el foco en cargas profesionales y en el auge de la IA generativa y el desarrollo de modelos.
En paralelo existe el precedente de la Radeon PRO W7900 Dual Slot (W7900 DS), ya anunciada, que apostó por un diseño más delgado y una refrigeración blower pensada para estaciones con varias GPU. Aunque no hay confirmación de que la “D” de W7900D signifique exactamente “dual slot”, muchos interpretan esa letra como pista de diseño o de enfoque térmico/energético más contenido.
Conviene remarcar que, pese al silencio oficial, la referencia en el controlador de Linux y los movimientos dentro de la gama W7000 hacen pensar que la W7900D está, como mínimo, en fase avanzada. Falta por ver si se presentará como un lanzamiento global con condiciones para China o como edición específica.
Arquitectura RDNA 3 y especificaciones claves esperadas
La base técnica de esta línea está clara: la familia Radeon PRO W7000 utiliza la arquitectura RDNA 3 con diseño de chiplets (GCD a 5 nm + MCD a 6 nm). En el caso de W7900 y derivados, el corazón es la GPU Navi 31, que en su configuración profesional ofrece 6.144 Stream Processors y una potencia cercana a los 61 TFLOPS en FP32 bajo determinadas condiciones. Esa cifra, citada para la W7900, es el mejor punto de referencia disponible hoy para estimar la ambición de la W7900D.
Uno de los rasgos diferenciales que se espera conservar en la “D” es la memoria GDDR6 con ECC. La W7900 profesional equipa 48 GB de VRAM con corrección de errores, un recurso decisivo para flujos de trabajo que exigen estabilidad y precisión (renders complejos, grandes escenas, IA con modelos voluminosos o simulación). Ese tamaño de memoria es, de hecho, uno de los motivos por los que muchos creadores y departamentos técnicos miran a la serie PRO.
Hay piezas del puzle que todavía no están del todo encajadas: el TBP, el detalle de las frecuencias o el tipo de refrigeración definitiva para la W7900D no han sido confirmados. En este punto entra la especulación razonable: la letra “D” podría asociarse a un diseño de dos ranuras o a un ajuste de consumos y límites térmicos, pero no hay nada oficial. Aun así, el equilibrio rendimiento/eficiencia de RDNA 3 en la gama PRO ya ha demostrado ser sólido.
Por lo que se ha visto en modelos previos, el camino de AMD pasa por mantener el mismo núcleo que la W7900 estándar y jugar con pequeñas variaciones de relojes, power limit y disipación para adaptarse al destino de cada tarjeta (equipos compactos, workstations multi-GPU, ordenadores con restricciones térmicas, etc.).
Diseño físico: del triple slot a la “Dual Slot” y ¿qué implica para la W7900D?
En 2023, la tarjeta profesional insignia de AMD se ofrecía con un disipador voluminoso de triple ranura, óptimo para entornos con menos densidad de GPU en el chasis. Más tarde llegó la Radeon PRO W7900 “Dual Slot” (DS), mostrando un giro claro hacia escenarios en los que meter varias GPUs en paralelo y mantener el flujo de aire del rack es crítico.
La versión DS conserva especificaciones troncales de la W7900: Navi 31 con 6.144 SP y 48 GB GDDR6 ECC. AMD citó un ancho de banda de 864 GB/s, un largo de 28 cm y un TBP de 295 W, montando un ventilador tipo blower orientado a expulsar aire caliente fuera del chasis. Este enfoque es ideal en workstations donde conviven varias tarjetas y la gestión térmica del conjunto es tan importante como el rendimiento individual.
¿Qué nos dice esto de la W7900D? Si la “D” termina apuntando a diseño, veríamos una tarjeta con dos slots de grosor y un perfil térmico más controlado. Si la “D” representa una derivación para China con límites de exportación, podríamos esperar recortes selectivos en capacidades de cómputo o interconexión, manteniendo la base profesional (ECC, drivers certificados) para no perder su ADN de estación de trabajo.
Sea cual sea el desenlace, la familia indica que AMD quiere cubrir más casuísticas de chasis y normativas con una misma plataforma, algo que los integradores valoran cuando diseñan torres o racks a medida.
ROCm, HIP y el soporte profesional: el gran caballo de batalla
Más allá del hierro, la batalla se gana con software. AMD lleva años empujando su plataforma abierta ROCm y el ecosistema HIP para acortar distancias con CUDA. La estrategia es conocida: facilitar a los desarrolladores una vía para mantener una única base de código que pueda compilarse para AMD y NVIDIA sin reescrituras masivas.
Una pieza clave es HIPify, el conjunto de herramientas que traduce automáticamente código fuente CUDA a HIP C++. Gracias a esta capa, aplicaciones con años de historia en CUDA pueden sumar soporte Radeon con un coste de adopción más razonable. AMD ha defendido que el impacto en rendimiento es muy bajo o casi nulo en muchos casos, aunque siempre conviene verificarlo con pruebas reales en cada motor.
Este empuje ha dado frutos visibles. Un ejemplo es Redshift, motor de renderizado GPU muy popular entre profesionales, que ya ofrece soporte para tarjetas Radeon en Windows gracias al enfoque de traducción a HIP. Del mismo modo, en Linux el trabajo en drivers y ROCm permite a AMD presentarse como alternativa viable en render, IA y cómputo cuando se prima el uso de software abierto.
Para acompañar las nuevas tarjetas, AMD ha actualizado su stack: con la llegada de la W7900 DS se anunció ROCm 6.1, que amplía el soporte y mejoras. En IA, la firma ha enseñado comparativas con modelos como Llama 3 70B (Q4) ejecutado con vLLM, donde presume de mejor rendimiento por dólar frente a rivales directos.
Rendimiento en aplicaciones: lo que ya sabemos de W7900/W7800
El cuerpo de evidencia pública sobre la W7900 (no “D”) y la W7800 sirve para hacer una lectura realista de dónde está AMD hoy. En Redshift, por ejemplo, las pruebas apuntan a que NVIDIA sigue por delante en tiempo de render, con la RTX 4080 recortando los tiempos significativamente frente a W7900/W7800, y la RTX 6000 Ada en un nivel superior (a costa de un precio notablemente mayor).
En ese mismo escenario se ha observado que la Radeon RX 7900 XTX (gama de consumo) puede superar por poco a la W7900 en crudo, algo lógico dado su mayor margen de frecuencia, aunque renuncia a VRAM con ECC y a los drivers certificados que muchas empresas exigen. Es decir, el posicionamiento PRO no va solo de velocidad pico, sino de estabilidad, validación y memoria para proyectos complejos.
En Blender, el uso de OptiX brinda a NVIDIA una ventaja difícil de contrarrestar hoy. Con OptiX, las GPU GeForce y RTX profesionales despegan, y ahí a AMD le cuesta más. Los resultados confirman que, si tu flujo depende mucho de Blender con OptiX, lo sensato es seguir con la opción verde hasta que la optimización del hardware RT de RDNA y el stack HIP acorten esa brecha.
En la suite de Adobe, históricamente propensa a favorecer a NVIDIA, las W7900/W7800 han arrojado números competitivos cuando se pondera el precio. En pruebas tipo PugetBench, para alcanzar un 20% extra de rendimiento frente a W7900 con una RTX 6000 Ada hay que pagar el doble, lo que coloca a AMD como una alternativa muy razonable si trabajas en Premiere Pro y After Effects y además necesitas las garantías de una GPU de estación de trabajo.
Radeon PRO W7900 “Dual Slot” (DS): precio, mensaje y comparativas
La variante DS no es la W7900D, pero ayuda a entender la hoja de ruta de AMD. Llegó con un precio oficial de 3.499 dólares, por debajo del PVP que tuvo en su día la W7900 original, y con el mensaje de que ofrece un 52% más de rendimiento por dólar que la RTX 6000 Ada en ciertas métricas, además de un 38% de ventaja en IA por dólar según sus diapositivas. Conviene coger estas cifras como lo que son: resultados internos de la marca sobre bancos de pruebas como Llama 3 70B con ROCm y vLLM, PCMark 10, SPECapc o DaVinci Resolve.
Más allá del marketing, el valor real está en que AMD afina su propuesta: mantener 48 GB ECC, perfilar el formato dual slot con blower para chasis densos y reforzar el soporte con ROCm 6.1. Es justo lo que necesitan muchos integradores para plantear estaciones con 2, 3 o 4 GPUs que no comprometan la ventilación.
Si la W7900D siguiera esta filosofía, veríamos una trayectoria muy coherente: misma base RDNA 3, ajustes finos para el contexto objetivo (ya sea térmico o regulatorio) y una apuesta estable por Linux y software profesional.
Mercado objetivo: IA, CAD/CAM, VFX y ciencia con mirada en Linux
El perfil de cliente está claro: estudios y equipos técnicos que requieren fiabilidad, memoria abundante con ECC y drivers validados. Hablamos de agencias de VFX, estudios de animación, departamentos de ingeniería con CAD/CAM, investigación académica y, cómo no, IA generativa que aproveche frameworks compatibles con ROCm.
En entornos donde el stack es Linux, la inclusión temprana de una GPU en el driver es más que una anécdota: da tiempo para pulir kernels, librerías y contenedores, preparar la infraestructura y garantizar que, el día que la tarjeta esté en el rack, los cuellos de botella sean los menores posibles.
También hay que considerar el vector geopolítico. Si la W7900D está diseñada para cumplir límites de exportación, se convierte en una vía de acceso de AMD a un mercado enorme con necesidades crecientes en entrenamiento e inferencia. Podría implicar recortes en ciertos parámetros, pero mantener la propuesta PRO en memoria, estabilidad y soporte a largo plazo.
La comunidad viene siguiendo de cerca estos movimientos. Foros generalistas pueden ser ruidosos, pero espacios como /r/AMD sirven de termómetro de expectativas y feedback de primera mano, siempre con la salvedad de que es una comunidad no oficial que no representa a AMD y conviene contrastar sus impresiones con mediciones y documentación formal.
Qué nos dicen hoy los benchmarks y qué falta por saber
Del lado de los benchmarks ya publicados con W7900/W7800, el cuadro es matizado: AMD ha ganado terreno, especialmente en precio/rendimiento en ciertas cargas, pero NVIDIA sigue liderando en motores donde OptiX y su ecosistema llevan ventaja. La promesa de HIP/HIPify es estratégica y tangible (con Redshift como caso emblemático), pero hace falta tiempo para que todo el hardware RT de RDNA 3 sea aprovechado a tope por las aplicaciones clave.
Quedan preguntas sin respuesta sobre la W7900D: frecuencias definitivas, si habrá un tope de cómputo frente a la W7900 estándar, qué tipo de disipación empleará, su precio y si se comercializará sólo en ciertos territorios o a nivel global. También está por ver cómo se posicionará frente a RTX 5000/6000 Ada en los cuadros que importan a los estudios.
Hasta entonces, la referencia más útil para estimar su lugar en el mapa son la W7900 clásica y la W7900 DS. Si tu prioridad es densidad de GPU por chasis y disipación controlada, el enfoque de doble ranura es muy atractivo. Si lo que buscas es máximo músculo sin mirar el volumen del disipador, el formato más grueso puede seguir teniendo sentido.
Como en toda compra profesional, lo sensato es cruzar software principal, presupuesto, memoria necesaria, procesador necesario y entorno térmico del equipo, y decidir si compensa el sello PRO frente a una GPU de consumo de alto rendimiento, sabiendo que el soporte, la validación y el ECC marcan diferencias reales en proyectos grandes.
Puntos prácticos y recomendaciones provisionales
Con la información que hay hoy, estas son pautas útiles para tomar decisiones con cabeza mientras esperamos más datos de la W7900D:
- Linux en el centro: si tu flujo principal vive en Linux, la aparición de la W7900D en el driver 25.10.4 es una buena señal; el soporte suele llegar antes a este entorno.
- Memoria ante todo: si necesitas 48 GB con ECC para escenas enormes, sims o IA, la serie PRO tiene sentido incluso si en bruto una GPU de consumo saca algún frame más.
- Blender con OptiX: para cargas dominadas por OptiX, NVIDIA conserva ventaja clara; planifica en consecuencia.
- IA y coste: si tus métricas son rendimiento por dólar en inferencia/serving, AMD está empujando fuerte con ROCm + vLLM; verifica tu stack concreto.
Una consideración adicional es el formato del chasis. Si tu estación o tu rack requiere múltiples GPUs, el enfoque dual slot con blower reduce recirculación de aire caliente y puede mejorar la estabilidad del conjunto, un punto a favor si la W7900D adopta esa línea.
Lo que ya está disponible y el calendario probable
La Radeon PRO W7900 DS ya está en el mercado con su precio de 3.499 dólares y soporte ROCm 6.1. Esa disponibilidad nos sugiere que AMD seguirá rellenando la gama con variantes específicas para distintos escenarios de uso. No sorprendería que la W7900D llegue con una comunicación focalizada en mercados concretos o sectores (por ejemplo, integradores de estaciones de IA en China).
Si el patrón habitual se cumple, primero veremos notas de soporte en drivers, seguidas de kits para desarrolladores y, finalmente, disponibilidad en distribuidores. Entre tanto, las actualizaciones de ROCm y el trabajo con motores clave (render, IA, edición) irán marcando el ritmo de adopción.
¿Para quién tiene más sentido la W7900D?
Proyectos donde prime la VRAM con ECC, la estabilidad certificada y la densidad de GPU por chasis suelen ser el encaje natural de la serie PRO. Si, además, el entorno operativo es Linux y el plan incluye ROCm o motores ya traducidos con HIP, la propuesta de AMD se vuelve especialmente interesante.
Quien viva en Blender y saque partido intenso a OptiX quizá seguirá encontrando en NVIDIA el camino más corto a plazos, pero si tu mix de herramientas combina DaVinci Resolve, Premiere/After, motores de render que ya funcionen bien con HIP y cargas de IA que aprovechen vLLM, la ecuación de precio, memoria y soporte de la W7900/W7900D puede salir muy a cuenta.
Por último, si operas en regiones con limitaciones regulatorias, una variante como la W7900D —si se confirma ese enfoque— puede ser el puente para desplegar soluciones profesionales sin quebraderos de cabeza legales, manteniendo la esencia PRO que diferencia a esta línea.
Todo apunta a que AMD quiere ofrecer más opciones dentro de una misma base tecnológica: ya sea por diseño térmico (DS), por destino regulatorio (D) o por precio/rendimiento, la familia W7900 amplía su abanico para que cada estudio elija la pieza que mejor encaje en su pipeline.