Guía Hardware

Configurar una unidad de red en Windows si te quedas sin espacio

Actualizado a: 19 de enero de 2024

¿Es posible configurar una unidad de red en Windows si te quedas sin espacio? La respuesta, por suerte, es «sí». Así pues, si la memoria de tu PC está al límite y te encuentras batallando contra este problema día tras día, hay formas muy eficaces de paliar esta situación. Además de los más que conocidos discos duros externos, hay otros sistemas. En esta ocasión, os explicaré cómo podemos acceder a esos archivos sin tener que tener el ordenador encendido.

En efecto, podemos revisar todas esas fotos, vídeos, etc. que tenemos almacenadas en nuestro ordenador sin que este último esté funcionando mientras lo hacemos. Y aunque pueda parecer extraño, en muchos casos puede resultar más útil de lo que cabría esperar. Sobre todo si tenemos en cuenta que, aunque es un poco complejo, el proceso no es tan extraño como cabría esperar.

A fin de cuentas, para llevarlo a cabo «solo» necesitamos usar y configurar una unidad de red o NAS. En este caso, debido a que es el sistema operativo más extendido, os lo explicaré con Windows, siendo este uno de los que más fácilmente nos deja hacerlo. Ahora bien, debes saber que esta configuración hará que estos archivos sean accesibles a través de una red doméstica.

Para ello, no obstante, es necesario entender —antes de nada— que es una red doméstica y que es un NAS, puesto que son los dos elementos clave del siguiente tutorial. MUY IMPORTANTE: la mayoría de discos duros convencionales pueden no serviros. Os recomiendo encarecidamente que lo consultéis antes, puesto que, por norma general, este sistema se ejecuta utilizando dispositivos NAS o unidades de red diseñadas para ello. Se pueden usar discos duros convencionales usando un adaptador NAS o un router inalámbrico que tenga la capacidad de hacer la conversión él mismo mediante una entrad USB.

Configurar una unidad de red en Windows: que es una red doméstica y un NAS

Una red doméstica es, válgase la redundancia, una red de ordenadores y dispositivos electrónicos conectados los unos con los otros en un domicilio. Estos comparten recursos para facilitar la comunicación entre ellos, permitiendo que, con los permisos necesarios, se puedan acceder a determinados archivos desde diferentes dispositivos. En estas se pueden configurar archivos de todo tipo, conexiones a internet, impresoras, etc. Las redes domésticas pueden establecerse mediante conexiones cableadas (como Ethernet) o inalámbricas (como Wi-Fi), permitiendo que los dispositivos se comuniquen entre sí y compartan información de manera eficiente.

Por su parte, Dispositivo de Almacenamiento Conectado a la Red (NAS, por sus siglas en inglés) es un sistema de almacenamiento de datos dedicado que se conecta a una red doméstica para proporcionar acceso a datos y archivos a través de esa red. Podemos diferenciarlos de los discos duros de almacenamiento convencionales si tenemos en cuenta que los NAS se enchufan al enrutador de la red doméstica, por lo que todos los dispositivos de la misma pueden acceder a los datos que almacena si tienen los permisos.

Los NAS suelen estar equipados con uno o varios discos duros. En función de su configuración, aunque eso es arena de otro costal, pueden tener características adicionales. Por ejemplo, pueden desarrollar un sistema de redundancia de datos (se suele hacer con sistemas tipo RAID), gestionar copias de seguridad automáticas, transmitir contenido multimedia, etc. Lo bueno es que se pueden configurar permisos para determinar quién puede y quién no puede acceder, aunque es importante establecer un sistema de seguridad recio para evitar accesos no deseados.

Cómo configurar una unidad de red en Window paso por paso

Conecta el disco duro

Lo primero, y lo más importante, es conectar el disco duro al router o enrutador. Aquí tenemos dos opciones. Por un lado, usar un disco duro convencional mediante un conector NAS, usar una unidad de red al uso o un NAS. Si empleas uno inalámbrico, asegúrate de que tenga la batería al máximo y/o conéctalo a una fuente de alimentación para que no se apague durante el proceso. Enciéndelo y sigue las instrucciones del susodicho disco duro para conectarlo al router. Aquí no puedo explicaros cómo debido a que cada modelo puede variar.

Encuentra la dirección IP y conéctate al firmware

Configurar una unidad de red en Windows si te quedas sin espacio

El siguiente paso es localizar tu dirección IP. La manera más sencilla de hacerlo es usar el buscador de Windows y escribir «cmd«. Al hacerlo, se abrirá la ventana del símbolo de sistema. Cuando estés dentro, escribe «ipconfig» y presiona el botón enter de tu teclado. Cuando estés dentro, verás una serie de informaciones. Tu dirección IP debería aparecer donde el recuadro azul de la imagen anterior. También puedes encontrar la dirección IP del router en la configuración de Windows a través de las siguientes rutas:

  • Windows 10: Configuración > Red e Internet > Propiedades
  • Windows 11: Ve a Configuración > Red e Internet > Configuración de red avanzada > Propiedades.

Si no funcionase, tendrás que encontrarla de otra forma. Una manera sencilla de hacerlo es contactar con tu proveedor de Internet, ya que deberían tener todos los datos. También podrán proporcionarte tus datos de acceso, desde el usuario hasta la contraseña. Si no sabes cómo acceder al firmware de tu router, puedes consultar este tutorial:

Personaliza tu disco duro

Cuando hayas hecho todo esto, podrás entrar en la interfaz del router mediante la IP y tus datos de acceso. Aquí, por desgracia, el proceso variará según el modelo de tu enrutador, por lo que no hay una forma concreta. Sea como fuere, tendrás que buscar una sección en la que ponga Almacenamiento USB, Almacenamiento Externo, o algo similar. Cuando lo encuentres, debería aparecerte la unidad mediante su nombre. Lo bueno es que, en general, podrás editar su nombre, su nombre, establecer una contraseña de acceso, etc. a través de la propia configuración del router. Esto es muy importante, ya que funcionará como sistema de acceso, identificación y seguridad. No lo dejes de lado.

Mapea la unidad de red en Windows

Después de configurar tu nueva unidad de red, puedes usarla como cualquier otra normal. Es decir, que estará conectada a la red y podremos acceder a ella mediante nuestra conexión, pero funcionará como un disco duro convencional. Así pues, podremos crear carpetas, mover archivos, acceder a una foto determinada u otra, etc. siempre y cuando estén almacenadas en su interior. Por lo tanto, la unidad estará activa mediante el router y funcionará siempre que esté encendido y activo. Podremos, en consecuencia, acceder a él desde una tablet, un teléfono móvil u otro ordenador. Para ello, no obstante, será necesario mapearla. El proceso, por suerte, es muy simple.

En la barra lateral izquierda, busca «Este equipo». Cuando lo hayas localizado, haz clic izquierdo y selecciona la opción de «Conectar a unidad de red«. Cuando lo hagas, debería abrirse una ventana como la que os he dejado justo arriba. En ella podrás configurar la unidad de red. Para ello, lo primero que debes hacer es escoger la letra de la unidad que configuraste mediante el router.

Si quieres que se conecte de manera automática cuando enciendas el PC, marca la opción de «Conectar de nuevo al iniciar sesión». Si has configurado un nombre de usuario y una contraseña, marca también «Conectar con otras credenciales» y emplea las que seleccionaste. Tras esto, marca la ruta de la unidad. Puedes hacerlo escribiendo tú la ruta o mediante «Examinar» buscando el nombre de la unidad de red que hayas configurado.

Tras esto, escoge la carpeta que desees crear para asignar la unidad y finaliza la operación. En este momento es cuando te pedirá los credenciales si es que has configurado alguno. Cuando hayas ejecutado todo este proceso, debería aparecer la unidad de red junto con todas las demás, por lo que ya deberías poder acceder a ella con normalidad.

¿Para qué sirve configurar un disco duro como unidad de red?

Configurar una unidad de red en Windows si te quedas sin espacio

Ahora que ya sabemos cómo configurar un disco duro como una unidad de red, como material complementario, me gustaría explicaros que utilidades puede tener este proceso. Por supuesto, no os hace falta leer este apartado para llevar a cabo vuestra configuración, pero —tal vez— os pueda servir para determinar si queréis hacerlo o no.

Acceso centralizado

Su principal virtud es que puede funcionar como un punto de acceso centralizado. Esto es especialmente interesante si quieres utilizar determinados archivos desde más de un dispositivo sin tener que estar conectado y desconectando continuamente un disco duro externo. Esto hace que los archivos sean accesibles desde cualquier dispositivo autorizado mediante credenciales. Facilita la organización y acceso a documentos desde diversos dispositivos.

Compartir archivos y recursos

Este tipo de unidades de red permiten compartir archivos y recursos de manera más sencillos entre usuarios de una misma red. En entornos de trabajo puede ser realmente efectivo debido a que facilita el acceso a varios usuarios de manera simultánea.

Copias de seguridad y almacenamiento redundante

Mediante este tipo de sistemas se pueden diseñar sistemas de copia de seguridad más fácilmente al poder importar los datos de un luar a otro, generar sistemas tipo RAID para obtener almacenamiento redundante, etc.

Acceso remoto

Esto es menos habitual, pues depende del dispositivo de red y la conexión. Sin embargo, hayu modelos concretos que permiten acceder a esas unidades de datos de manera remota aunque no se esté en el domicilio, pero son más costosas y difíciles de configurar.

Streaming

Puede ser muy útil para ver películas, por ejemplo, en dispositivos compatibles. Si tienes un vídeo almacenado en tu NAS y conectas tu Smart TV a la red WiFi y lo configuras para que acceda al susodicho NAS (si es compatible), también podrás ver los archivos desde esta.

Ahorro de espacio en discos locales

Como es lógico, estos archivos no ocuparan espacio en tu disco duro local, por lo que tendrás más espacio libre en las unidades locales al tiempo en que accedes a ellos desde cualquier dispositivo autorizado.

Desventajas

Por supuesto, este tipo de configuraciones no están exentas de desventajas. Es conveniente repasarlas para entender si nos interesa o no.

Coste y compatibilidad

No todos los discos duros y routers son compatibles con estos sistema. La mayoría de enrutadores inalámbricos actuales permiten usar discos duros convencionales mediante USB y conexiones inalámbricas, pero es conveniente revisarlo antes por si acaso. Sucede lo mismo con los discos duros, pues no todos son aptos para este tipo de procesos. Antes de comprar uno, comprueba que te sirve. Por su parte, las unidades de red y NAS al uso tienden a ser más caras que los discos convencionales.

Dependen de la red

Mientras que en un disco duro siempre podemos acceder a la información, con una unidad de red solo podremos acceder a los datros mientras funcione internet. Si hay una caída de conexión, los datos dejarán de estar accesibles.

Más lento

Accedder y transferir estos archivos desde la unidad de red a un dispositivo concreto es más lento de lo normal en muchos casos y depende mucho de la velocidad de neustra conexión.

Seguridad

Este tipo deunidades con más vulnerables a ataques externos si no se configuran adecuadamente. Si alguien accede a nuestra red, podrá acceder a los archivos. A diferencia de un disco duro convencional, la información se transmite por nuestra conexión.

Marcos Wagih

Marcos Wagih

Amante de la informática y la tecnología desde pequeño, llevo dedicándome a esto tanto tiempo que ya ni me acuerdo. Especialista en gaming, tanto en consolas como en ordenadores, llevo formándome —y lo que me queda— más de 8 años en diferentes materias.

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