Cómo ampliar la memoria SSD en Steam Deck

Actualizado a: 16 de abril de 2024

Ahora que se ha anunciado la nueva consola Asus ROG Ally (de hecho, la comparamos con la portátil de Valve en este tema) han sido muchos los usuarios que se han preguntado si hay alguna manera de competir y algunas de sus prestaciones. Véase, por ejemplo, mediante el tamaño de la memoria. Pues sí, se puede, y es por eso mismo que hoy, en GuíaHardware, os contamos cómo se puede ampliar la memoria SSD en una SteamDeck.

Por supuesto, este cambio no es suficiente como para hacer que la consola de Valve se nivele con la de Asus y alcance el mismo rendimiento, pero sí que nos dará algunas ventajas adicionales tales como un mayor tamaño. De hecho, esta es la única, pero ya nos esntendéis. Sea como fuere, os explicaremos cómo hacerlo, ya sea porque la Asus os ha inspirado a ir un paso más allá o porque queréis ampliar el espacio del que disponéis por simple y pura comodidad.

No obstante, antes de comenzar queremos lanzaros un aviso: no es un proceso sencillo. Ampliar la memoria SSD de una SteamDeck requiere modificar el hardware de la consola. Esto nunca es algo sencillo. Mucho menos cuando es necesario retirar piezas. A fin de cuentas, estamos hablando de su memoria interna y no de incluir una MicroSD adicional para disponer de más despacio. Por supuesto, esto también se puede hacer, pero así ‘solo’ estaríamos aumentando el espacio general, no el de la SSD de la consola. Dicho esto, empezamos.

Cómo ampliar la memoria SSD en Steam Deck: qué necesitamos

En primer lugar, por supuesto, necesitamos una Steam Deck. Bromas aparte, para proceder a ampliar la memoria SSD de nuestra consola requeriremos de una serie de herramientas no necesariamente especializadas. Para empezar, necesitaremos un destornillador o un ‘objeto fino’ con el que podamos hacer palanca sobre la caja.

Esto para empezar. También será necesario disponer de un juego de destornilladores. Las medidas de los tornillos exteriores son 9,5 mm y 5,8 mm y la de los internos son de 3,4 mm y 3,7 mm. Aparte, necesitaremos un ordenador, un pendrive y un adaptador que nos permita conectar la consola a un puerto USB-C. También necesitaremos una pinza de punta fina.

Estos son los materiales básicos junto con una unidad M.2 de tamaño 2230. Aparte, vendría bien contar con algún soporte sobre el cual colocar la consola boca abajo. Uno que no arañe la pantalla y ofrezca cierta sujeción si es posible. No queremos estropearla mientras trabajamos. En lo que respecta a la memoria, debe ser una unidad M.2 de tamaño 2230, puesto que la consola no está adaptada a otros tamaños.

Consideraciones varias y pasos previos

Una vez nos hayamos hecho con todas las herramientas necesarias, es importante que tengamos en cuenta otros aspectos. Para empezar, perderemos cualquier tipo de garantía. Si modificamos el hardware de la Steam Deck, automáticamente se pierde el derecho a solicitar cualquier tipo de garantía a la empresa original. Es un detalle muy importante.

En lo que respecta a los pasos previos, lo ideal sería que la batería estuviese por debajo del 25% antes de comenzar a manipularla físicamente. Por supuesto, cuando empecemos el proceso, debe estar apagada y desconectada de cualquier cable. Si tenemos una microSD en la consola, también es importante que la saquemos, puesto que podríamos partirla por la mitad al quitar la cubierta exterior.

Del mismo modo (hay pulseras que lo hacen) debemos eliminar cualquier carga electroestática que podamos haber almacenado. Una buena manera de hacerlo es lavándonos las manos y secándonos sin usar una toalla o poniendo las palmas sobre una plancha metálica. Hay otros muchos métodos igualmente útiles, pero hacerlo nunca viene de más. También hay guantes habilitados para ello.

Cómo ampliar la memoria SSD en Steam Deck paso a paso

Recordamos, una vez más, que es importante que retiréis cualquier tarjeta MicroSD que podáis tener en la consola. Del mismo modo, volvemos a destacar que es importante eliminar cualquier carga electroestática de nuestras manos y apagar la consola por completo, además de desconectar cualquier cable que pueda estar enchufado. Lo resaltamos todo de nuevo porque estamos manipulando partes sensibles de la consola y cualquier error o descuido podría acabar en una rotura sin garantía.

Dicho esto, el primer paso que tendremos que hacer es colocar la consola sobre una superficie blanda para no rayar la pantalla. Si tiene algo de sujeción, mejor, porque los joysticks podrían hacer que nos ‘bailase’ un poco mientras la manipulamos desde la parte de atrás. Dicho esto, tendremos que retirar los ocho tornillos de la carcasa exterior. Los tenéis resaltados en la imagen que os hemos dejado justo antes de este párrafo.

Una vez hemos quitado los 8 tornillos, será necesario incrustar en la línea que separa la parte de arriba de la parte de abajo esa ‘pieza fina’ que os indicamos anteriormente. Tras esto, haremos presión poco a poco, sin prisa y sin aplicar demasiada fuerza de buenas a primeras. El proceso debe hacerse con calma y sin aplicar una presión excesiva para no romper ninguna de las pestañas que unen ambas carcasas. Es mejor tener que aplicar fuerza poco a poco hasta encontrar la suficiente que hacerlo de golpe y que sea demasiado tarde. Paciencia en este paso.

Tras esto seremos capaces de retirar la tapa trasera ejerciendo un poco de presión. Si no sale, es mejor no tirar, ya que puede ser que alguna de las pestañas no haya salido bien o se haya atascado. En ese caso, comprobad donde es e intentar ajustar un poco el movimiento para que salga con soltura. Igualmente, debería ofrecer un poco de resistencia por los ganchos.

Cambiando la memoria para ampliar el almacenamiento

Llegados a este punto cabría decir que empieza la parte más complicada del proceso, puesto que tendremos que empezar a modificar algunos componentes de la consola. Lo primero que tendremos que hacer es ‘buscar’ una placa de aspecto metálico lisa. No tiene pérdida, por lo que es inconfundible gracias a su tamaño. Además, es todavía más fácil identificarla si nos fijamos en la pegatina de tipo metálico que tienen el borde superior derecho.

Tendremos que retirarla. La pegatina, decimos. Con mucho cuidado de no romperla y usando las pinzas en el proceso, retiraremos la susodicha pegatina poco a poco hasta revelar el tornillo que se ‘esconde’ debajo de esta. No es necesario que la retiremos del todo, porque lo que queremos es poder acceder a ese tornillo para poder retirar la pieza. No es el único, pues también debemos desatornillar otros dos.

Como se puede comprobar en la imagen, la pieza sale sin muchos problemas, pero es mejor hacerlo con cuidado para no llevarnos nada por delante. El proceso debe ser realizado con calma. Esta es una de las fases en la que mayor importancia tiene haber eliminado la carga electroestática de nuestras manos.

Retirando la batería y pasos finales

Los siguientes pasos son bastante sensibles, por lo que os recomendamos que tengáis todavía más cuidado que antes. El primer paso será retirar la batería. Para ello, en primer lugar, tendremos que desconectar el cable que os mostraremos a continuación. Hay que tirar con cuidado, porque cualquier movimiento brusco podría dañar alguna micropieza y estropear la consola.

Si no conseguís que salga con facilidad, en lugar de tirar podéis utilizar la punta de algo fino no metálico o nuestra propia uña para empujar el conector hacia afuera. Una vez haya salido, podremos ver la memoria SSD. Lo siguiente será retirar el tornillo que la une al resto de componentes de la consola. Una vez lo hayamos retirado, la SSD saldrá hacia arriba en un ángulo no muy amplio. Solo habrá que cogerla con suavidad.

Una vez tengamos la pieza en nuestras manos, tendremos que retirar la protección de aluminio de la memoria SSD. Es mejor hacerlo con cuidado y utilizar las pinzas en el proceso. Hay que tener cuidado, pues tendremos que reutilizarlo. Si cuesta despegarlo, es necesario realizar el proceso con mucha calma y sin ningún tipo de prisa. Una vez lo hayamos retirado, podremos quitar la memoria SSD y colocar en su lugar nuestra nueva SSD tipo M.2 2230 con mayor espacio.

A partir de aquí, debemos realizar el mismo proceso, pero a la inversa, para montar de nuevo la consola. Lo siguiente sería instalar SteamOS en nuestra memoria SSD para poder utilizar nuestra consola con total normalidad.

Cómo ampliar la memoria SSD en Steam Deck: reinstalar SteamOS

En primer lugar, debemos descargar el archivo recovery con el que instalaremos SteamOS en nuestra nueva memoria SSD. Podemos hacerlo a través de este enlace. Tendremos que aceptar el acuerdo de licencia que se nos solicitará para, posteriormente, proceder con la descarga. A continuación tendremos que instalar el programa Rufus, siendo este el que nos recomiendan desde la propia web de Steam. Podéis encontrarlo aquí si usáis Windows. Si usáis otro sistema operativo, como Linux o MacOS, tendréis que usar Balena Etcher.

Con este programa podremos crear lo que se llama una unidad de arranque para SteamOS. Para ello necesitaremos una unidad de almacenamiento (PenDrive) de al menos 8 GB de memoria que pueda conectarse mediante USB-C a la consola. En este punto, con Rufus abierto, tendremos que seleccionar la unidad de disco que queremos usar y escribir en esta utilizando el archivo recovery que hemos descargado en primer lugar. Eso si, antes habremos tenido que formatear el PenDrive que usaremos para que sea un sistema de archivos FAT32.

Con todo esto en mente, y con Rufus abierto, seleccionamos la opción de Dispositivo para asegurarnos de que el PenDrive es el correcto, escogemos la opción de Selección de Arranque, escogemos el recovery de SteamOs (Estara en formato bz2) e iniciamos el proceso. Tras esto, la imagen procederá a escribirse en el susodicho PenDrive. Una vez termine, conectamos el PenDrive a nuestra Steam Deck.

A continuación, encenderemos la consola mientras mantenemos presionado tanto el botón de encendido como el de bajar volumen para que se inicie en el modo administrador de arranque. Cuando nos pregunte cómo queremos hacerlo, escogemos el PenDrive y esperamos. Llegado a este momento, podremos elegir entre restablecer la consola a su estado de fábrica, por ejemplo, o reinstalar SteamOs, siendo esta la que nos interesa.