Apple A6X APL5598: características y especificaciones a fondo

Última actualización: 29 de noviembre de 2025
Autor: Isaac
  • El Apple A6X APL5598 es un SoC de doble núcleo Swift con gran salto en CPU y GPU frente al A5X.
  • Ofrece conectividad avanzada: LTE Cat3, HSDPA+, Wi‑Fi doble banda y Bluetooth 4.0.
  • Integra el iPad de cuarta generación, manteniendo 10 horas de autonomía y pantalla Retina.
  • Destaca por su amplísimo soporte de idiomas, teclados, diccionarios y Siri a nivel global.

Chip Apple A6X APL5598

El Apple A6X APL5598 fue el corazón del iPad de cuarta generación y, a pesar del tiempo, sigue siendo un chip muy interesante para entender cómo Apple se puso por delante de la competencia en tablets. No solo mejoró la potencia bruta, también supuso un salto importante en rendimiento gráfico y eficiencia energética, manteniendo la famosa autonomía de hasta 10 horas que siempre ha presumido la compañía.

Este system on a chip (SoC) llegó para sustituir al A5X y acompañar a la pantalla Retina de 9,7 pulgadas, que exigía una GPU mucho más capaz para mover con soltura la alta resolución. Apple habló de «el doble de rendimiento de CPU y gráficos» respecto a la generación anterior, y las pruebas independientes con herramientas como Geekbench confirmaron que no iban nada desencaminados.

Qué es el Apple A6X APL5598 y en qué dispositivos se usa

El Apple A6X APL5598 es un sistema en un chip diseñado por Apple y fabricado también bajo su control, pensado específicamente para el iPad de cuarta generación. Es una evolución directa del Apple A6, presente en el iPhone 5 y 5c, pero orientada a ofrecer mucha más potencia gráfica para poder manejar sin despeinarse la altísima densidad de píxeles de la pantalla Retina de 9,7 pulgadas.

Mientras que el A6 se montó en smartphones, el A6X quedó reservado al iPad de 4ª generación, el modelo que sustituyó en tiempo récord al iPad de tercera generación. Apple tomó esta decisión apenas unos meses después de lanzar el primer iPad con Retina, precisamente porque querían dar un salto todavía mayor en fluidez, juegos y aplicaciones profesionales.

Cuando se presentó, Apple recalcó que el A6X era el doble de rápido que el A5X tanto en CPU como en GPU. En la práctica, esto se tradujo en un tablet que abría apps pesadas en un momento, hacía scroll con suavidad total y ejecutaba juegos 3D avanzados con un rendimiento que, en su momento, dejó a la competencia a años luz.

El propio Phil Schiller, vicepresidente de márketing mundial de productos de Apple, llegó a afirmar que estaban tan adelantados que «ni siquiera veían a la competencia en el retrovisor». Esa frase resume bastante bien la confianza de Apple en el salto de potencia del A6X frente a procesadores como Tegra 3 de Nvidia o los chips elegidos para tablets con Windows RT.

Especificaciones Apple A6X APL5598

Arquitectura, proceso de fabricación y microdiseño

En el interior, el Apple A6X APL5598 se basa en una microarquitectura propia de Apple llamada Swift, que supuso un salto importante frente a los diseños anteriores basados más directamente en núcleos de referencia ARM. Este chip utiliza el conjunto de instrucciones ARMv7 / ARMv7s, optimizado para ofrecer un rendimiento muy alto por ciclo en tareas típicas de iOS.

El proceso de fabricación se sitúa en los 32 nanómetros para sus transistores MOSFET, un tamaño que permitió a Apple mejorar la eficiencia energética respecto a generaciones previas construidas en procesos más grandes. Reducir la litografía hace posible meter más transistores en el mismo espacio y bajar consumos, algo vital para que la batería del iPad siga aguantando jornadas enteras de uso.

Dentro del SoC, encontramos un diseño típico de Apple para la época, en el que se integra en una sola pieza la CPU, GPU, controladores de memoria y otros elementos esenciales. Ese enfoque de sistema en un chip permite una comunicación interna más rápida y un control muy afinado sobre cómo se reparte la energía entre las distintas partes del procesador.

Aunque en algunas plataformas se habla de tecnologías como Heterogeneous Multi-Processing (HMP), típicas de la familia big.LITTLE de ARM con varios tipos de núcleos, en el caso del A6X Apple apuesta por algo distinto: dos núcleos de alto rendimiento controlados por su propio sistema de gestión de energía. El concepto que subyace es parecido al de HMP en cuanto a eficiencia: usar solo la potencia necesaria en cada momento para ahorrar batería cuando las tareas son ligeras y exprimir al máximo cuando se necesita músculo.

CPU: frecuencia, núcleos y caché

El Apple A6X APL5598 incorpora una CPU de doble núcleo basada en la arquitectura Swift. A diferencia del A5X, que también contaba con dos núcleos pero menos refinados, el A6X sube todavía más el listón en velocidad de reloj y en eficiencia de cada ciclo de procesamiento.

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Las pruebas realizadas con Geekbench en los primeros iPad de cuarta generación revelaron que la frecuencia de la CPU alcanza alrededor de 1,4 GHz, superando tanto al A5X (en torno a 1 GHz) como al propio A6 del iPhone 5, que se movía aproximadamente en los 1,3 GHz. A pesar de compartir número de núcleos, el salto en rendimiento por núcleo y en frecuencia se nota claramente.

A nivel de memoria interna, el A6X cuenta con cachés L1 separadas de 32 KB para instrucciones y 32 KB para datos, lo que permite tener cerca de la CPU tanto el código como la información con la que trabaja. Además, dispone de una caché L2 de 1 MB que actúa como intermediaria entre la memoria principal y la L1, reduciendo los tiempos de acceso a datos usados con frecuencia.

En algunas explicaciones generales de arquitectura se menciona que un caché L3 más grande puede acelerar el sistema, pero en el caso concreto del A6X los datos confirmados se centran en L1 y L2. Lo importante para el usuario es que este sistema de caché hace que el chip pueda responder muy rápido a las peticiones del sistema y de las apps, sin cuellos de botella molestos.

Las medidas de Geekbench mostraron que el A6X lograba puntuaciones en torno a 1757 puntos frente a unos 791 del A5X, lo que equivale a más del doble de rendimiento en pruebas sintéticas. Traducido a uso real, tareas como edición de vídeo ligera, juegos complejos o navegación con muchas pestañas abiertas se perciben mucho más fluidas que en el modelo anterior.

GPU y rendimiento gráfico del A6X

Si en CPU el salto fue grande, en gráficos el Apple A6X APL5598 brilló todavía más. Apple prometió una potencia gráfica aproximadamente el doble que el A5X, y eso se hizo notar desde el primer momento en juegos exigentes y aplicaciones profesionales de dibujo, diseño o edición.

El A5X montaba una GPU PowerVR SGX543MP4 de cuatro núcleos, y el iPhone 5 con A6 integraba una variante de esta GPU con tres núcleos, suficiente para la menor resolución de la pantalla del teléfono. En el A6X, todo apuntaba a que Apple mantendría la familia PowerVR SGX543, pero llevando el diseño un paso más allá en frecuencias y quizá en ajustes internos.

En el momento del lanzamiento no se había confirmado aún la presencia de la nueva arquitectura Rogue, Serie 6 de PowerVR, ya que esos chips no estaban disponibles comercialmente y no se esperaban hasta 2013. Por ello, lo más plausible es que el A6X usara una GPU de la serie SGX 5xx, optimizada por Apple con mayores velocidades de reloj.

Al analizar el rendimiento, varios expertos apuntaron la posibilidad de que Apple hubiera doblado la frecuencia de la GPU desde los 250 MHz del A5X hasta cerca de 500 MHz en el A6X, manteniendo los cuatro núcleos gráficos. Esta combinación explicaría perfectamente el salto de rendimiento necesario para manejar la pantalla Retina del iPad de 4ª generación sin sacrificar la autonomía.

En pruebas gráficas como GLBenchmark (donde el iPhone 5 ya arrasaba con su A6), el iPad de cuarta generación se situaba de nuevo en la parte alta de las tablas. Gracias al A6X, el tablet era capaz de mover juegos 3D con texturas de alta resolución y efectos avanzados con una suavidad que en su época prácticamente ningún competidor Android o Windows RT podía igualar.

Memoria, autonomía y eficiencia energética

Uno de los grandes retos de Apple con el A6X APL5598 fue combinar esta enorme potencia con la famosa autonomía de hasta 10 horas de uso que siempre han querido mantener en el iPad. Para ello, optimizaron tanto el SoC como el resto del hardware y el sistema operativo iOS.

El iPad de cuarta generación mantuvo una batería de alta capacidad similar a la del modelo anterior con pantalla Retina, y el A6X, gracias a su proceso de 32 nm y a la eficiencia de la arquitectura Swift, consiguió ofrecer el doble de rendimiento sin disparar el consumo. El resultado fue un dispositivo igual de fino y ligero, pero notablemente más rápido.

La gestión de la memoria RAM y de los accesos a la caché también ayuda a reducir el gasto energético. Al tener una capa de caché L2 de 1 MB bien optimizada, el chip necesita acudir con menos frecuencia a la memoria principal, que es más costosa en términos de energía. iOS, por su parte, se encarga de cerrar procesos en segundo plano y de aprovechar al máximo los recursos del sistema.

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Aunque no se detalla en las especificaciones proporcionadas la cantidad exacta de RAM asociada, en los modelos comerciales del iPad de cuarta generación se combinaba el A6X con una memoria suficiente para que multitarea, navegación intensiva y apps pesadas funcionasen sin tirones apreciables.

En conjunto, la experiencia para el usuario fue la de un tablet que podía con casi todo y que seguía ofreciendo una jornada completa de trabajo, estudio o ocio sin necesidad de correr a por el cargador, algo que en ese momento no era tan habitual en la competencia.

Conectividad móvil y redes compatibles

Además de la potencia interna, el iPad de cuarta generación con A6X se benefició de una mejora importante en conectividad inalámbrica, tanto en redes móviles como en Wi‑Fi. Apple quiso que este modelo fuese el más completo hasta la fecha en cuanto a soporte de bandas y velocidad de datos.

En redes móviles, el dispositivo ofrecía compatibilidad con múltiples estándares: GSM 850/900/1800/1900 para cobertura básica global, así como UMTS 850/900/1900/2100 para 3G. También soportaba tecnologías CDMA en bandas como 800, 1700/2100 y 1900, lo que permitía su uso en operadores que utilizaban este tipo de red en distintos países.

Para la parte de datos, el soporte incluía LTE Cat3 con velocidades de bajada de hasta 100 Mbit/s, HSDPA+ (conocido como 4G en muchos mercados) con hasta 42,2 Mbit/s, así como UMTS tradicional y estándares más antiguos como EDGE y GPRS. En el ámbito CDMA, era compatible con EV-DO Rev.A y EV-DO Rev.B, cubriendo así prácticamente todas las posibilidades relevantes de la época.

Apple insistió en que el nuevo iPad ofrecía un rendimiento inalámbrico hasta el doble de rápido que modelos anteriores, en parte gracias a esta amplia compatibilidad con LTE y a la mejora de sus antenas internas. Además, se amplió la lista de operadores LTE compatibles en todo el mundo, haciendo el dispositivo mucho más atractivo para usuarios internacionales.

En cuanto a conectividad local, el iPad con A6X incorporaba Wi‑Fi 802.11 b/g/n de doble banda, funcionando tanto en la banda de 2,4 GHz como en la de 5 GHz. También contaba con Bluetooth 4.0, útil para accesorios como teclados, auriculares, altavoces o mandos de juego, y con puerto USB 2.0 para sincronización y carga a través de adaptadores compatibles con el conector Lightning.

El iPad de cuarta generación: hardware, precios y lanzamiento

El estreno del Apple A6X APL5598 se produjo a lo grande, integrado en el iPad de cuarta generación, un modelo que sorprendió porque llegó muy poco tiempo después de la anterior versión con Retina. Apple aprovechó la presentación del iPad mini para, de paso, renovar el iPad grande con un lavado de cara interno bastante más profundo de lo que parecía.

El nuevo iPad mantuvo la pantalla Retina de 9,7 pulgadas, con la misma resolución y densidad de píxeles que había estrenado el modelo de tercera generación. El diseño externo era muy similar, con ligeros cambios, pero por dentro incorporaba el nuevo A6X, la cámara FaceTime HD mejorada y el conector Lightning, más pequeño y resistente que el viejo conector de 30 pines.

En el apartado fotográfico, la cámara frontal pasó a ser FaceTime HD, lo que permitió videollamadas en alta definición con mayor calidad de imagen, algo que aprovechaba el rendimiento extra del A6X para gestionar vídeo en tiempo real sin problemas. También se mejoró la gestión del Wi‑Fi y las bandas móviles para ofrecer una experiencia más sólida en conexiones de alta velocidad.

En cuanto a precios, el iPad de cuarta generación con Wi‑Fi se lanzó en blanco y negro con las configuraciones clásicas de la época: 16 GB por 499 euros, 32 GB por 599 euros y 64 GB por 699 euros. Este modelo se puso a la venta el 2 de noviembre en un gran número de países, incluyendo España.

La versión con Wi‑Fi y conectividad móvil llegó un par de semanas más tarde, situándose en una gama de precios superior: 629 euros para 16 GB, 729 euros para 32 GB y 829 euros para 64 GB. Paralelamente, Apple mantuvo a la venta el iPad 2 como opción más económica, con el modelo de 16 GB Wi‑Fi por 410 euros y la versión con 3G por 533 euros.

Comparativa con la competencia: Tegra 3, Surface y otros tablets

En el momento del lanzamiento del A6X APL5598, la competencia principal en el sector de las tablets venía de manos de dispositivos como el Nexus 7 de Asus/Google y los primeros modelos Surface con Windows RT de Microsoft. Muchos de ellos utilizaban procesadores Tegra 3 de Nvidia, bastante populares en ese momento.

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Sin embargo, las comparativas de rendimiento situaban al A6X muy por encima. Se estimaba que el Tegra 3 era entre dos y cuatro veces menos potente tanto en CPU como en gráficos respecto al nuevo chip de Apple. Esto significaba que, en cargas de trabajo exigentes, el iPad de cuarta generación jugaba literalmente en otra liga.

La combinación de la arquitectura Swift, la potente GPU PowerVR y la integración tan afinada entre hardware y software permitió a Apple entregar un dispositivo en el que las aplicaciones más pesadas se abrían en cuestión de segundos y se mantenían fluidas incluso con animaciones complejas y transiciones constantes.

En el caso de la Surface con Windows RT, las primeras pruebas evidenciaron un rendimiento más discreto frente al iPad de cuarta generación. Aunque el enfoque de Microsoft era distinto, apostando por un sistema operativo más cercano a Windows tradicional, en términos de potencia pura y experiencia de usuario fluida, el tándem A6X + iOS ofrecía una respuesta más inmediata.

Todo esto reforzó la idea de que Apple no estaba dispuesta a levantar el pie del acelerador en el mercado de las tablets. Con el A6X, consiguieron poner aún más distancia con sus rivales en un segmento en el que ya partían con ventaja desde las primeras generaciones de iPad.

Idiomas, teclados, diccionarios y Siri

Más allá del hardware, uno de los puntos fuertes del ecosistema del iPad con A6X fue su amplio soporte de idiomas a nivel de interfaz, teclado y funciones inteligentes. Apple cuidó mucho este aspecto para que el dispositivo fuese útil en prácticamente cualquier región del mundo.

En cuanto a idiomas de la interfaz, el sistema ofrecía soporte para inglés (Estados Unidos y Reino Unido), chino (simplificado y tradicional), francés, alemán, italiano, japonés, coreano, español, árabe, catalán, croata, checo, danés, neerlandés (holandés), finés, griego, hebreo, húngaro, indonesio, malayo, noruego, polaco, portugués (incluyendo Brasil), rumano, ruso, eslovaco, sueco, tailandés, turco, ucraniano y vietnamita, entre otros.

El soporte de teclados era aún más amplio. Se incluían distribuciones para alemán (Alemania y Suiza), árabe, búlgaro, catalán, checo, cherokee, chino tradicional (con entrada manual, pinyin, zhuyin, cangjie y wubihua), chino simplificado (escritura manual, pinyin y wubihua), coreano, croata, danés, emoji, eslovaco, español, estonio, finés, flamenco, francés (Canadá, Francia y Suiza), griego, hawaiano, hebreo, hindi, húngaro, islandés, indonesio, inglés (Australia, Canadá, Estados Unidos, Reino Unido), italiano, japonés (romaji y kana), letón, lituano, macedonio, malayo, neerlandés, noruego, polaco, portugués (Portugal y Brasil), rumano, ruso, serbio (cirílico y latino), sueco, tailandés, tibetano, turco, ucraniano y vietnamita.

La parte de diccionarios para texto predictivo y autocorrección también estaba muy afinada. Los usuarios podían beneficiarse de sugerencias inteligentes y corrección automática en los mismos idiomas que los teclados: desde los principales europeos como español, inglés, francés o alemán, hasta idiomas menos habituales como cherokee, hawaiano, tibetano o serbio en sus dos alfabetos.

En lo que respecta a Siri, el asistente de voz de Apple ofrecía soporte en inglés (Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Australia), español (España, México, Estados Unidos), francés (Francia, Canadá, Suiza), alemán (Alemania, Suiza), italiano (Italia, Suiza), japonés, coreano y chino mandarín y cantonés (incluyendo China continental, Taiwán y Hong Kong). Esto hacía que el iPad con A6X no solo fuese potente, sino también muy versátil a nivel de interacción natural.

Gracias a este abanico tan amplio de opciones lingüísticas, el iPad de cuarta generación se convertía en una herramienta muy válida tanto para usuarios particulares como para entornos educativos y profesionales en prácticamente cualquier parte del mundo, sin necesidad de recurrir a configuraciones complicadas o apps de terceros.

El Apple A6X APL5598 supuso un salto clave en la evolución de los chips móviles de Apple: combinó una CPU de doble núcleo muy rápida, una GPU capaz de duplicar el rendimiento gráfico del A5X, soporte avanzado de conectividad y una autonomía de hasta 10 horas, todo ello dentro de un iPad de cuarta generación que refinó la fórmula del tablet Retina y amplió su alcance internacional gracias a su extenso soporte de idiomas, teclados y Siri; aunque hoy existan SoC mucho más modernos, entender este procesador ayuda a ver cómo Apple se consolidó décadas atrás como referencia en rendimiento y experiencia de usuario en el mundo de las tablets.